Cuatro días más de huelga –30 de abril y 1, 5 y 6 de mayo–, una manifestación desde Basauri hasta la plaza Moyua de Bilbo y sendas protestas ante el Parlamento Europeo y la embajada japonesa en Madrid es el calendario de movilizaciones que va a plantear el comité de empresa de Bridgestone a la plantilla ante el «bloqueo» de la dirección respecto al plan de recolocación.

Será este viernes cuando se celebrará dicha asamblea, en la que se detallarán las pretensiones de la empresa y su postura, así como proponer todas esas movilizaciones. «Si les parece bien, iremos adelante y, si los trabajadores hacen alguna otra propuesta que consideran más oportuna, se podrá votar», ha indicado el presidente del comité, Roberto Corral (CCOO).

En la reunión de más de tres horas mantenida entre la representación de la empresa y de la plantilla, dicha dirección ha explicado el plan para los próximos dos años elaborado por una empresa externa que prevé la reducción de los cinco turnos de trabajo actuales a tres y dejar de producir los fines de semana, con la finalidad de que la planta de Basauri sea «competitiva», según han indicado a la salida los sindicatos.

Además, la empresa ha asegurado que no está previsto el cierre de ninguna de las plantas afectadas por el expediente, pero los representantes sindicales han insistido en reclamar la retirada del ERE y han pedido un proyecto industrial que garantice el futuro tanto del centro de Basauri como el del ubicado en Puente San Miguel (Cantabria).

Corral ha explicado que «no hay avances» y la empresa «se mantiene en el bloqueo». Así, ha indicado que la dirección se ha centrado en presentar el plan de recolocación externo y luego ha hablado de «los futuros o posibles calendarios, una vez que se haga la reestructuración».

Desde la parte sindical, ha detallado, han mantenido su postura inicial, que pasa por la presentación de un plan industrial «de futuro que dé viabilidad a las dos plantas, antes de tratar temas de recolocación o calendarios», pero «la empresa lo único que nos ha dicho es que no ve cómo hacer eso posible», aunque, «de forma verbal, nos dice que no tiene intención de cerrar ninguna de las dos plantas».

«No acreditan» el ERE

Corral ha dicho que, tras la reunión, la conclusión es que «seguimos en el mismo punto de bloqueo» porque la empresa «se sigue centrando en justificar las causas del ERE y en presentar un plan de recolocación externo que le exige la ley y los posibles futuros calendarios después de la reestructuración», pero, «en ningún momento ha entrado a negociar y a cambiar su propuesta inicial ni se plantea la retirada del ERE».

Sergio Mariño, de ELA, ha afirmado que, con los datos presentados, la empresa «no acredita las causas» del ERE, por lo que han solicitado su retirada y un plan de futuro y viabilidad para las plantas de Basauri y Puente San Miguel. «Negociación cero, buena fe cero», ha reprochado a la dirección de la empresa.

Ambas partes han decidido volver a reunirse el día 30 de abril y el 5 y 6 de mayo, antes de que el 7 acabe el período de consultas. Si llegado ese plazo no hubiera acuerdo, se podría pedir una ampliación.

La cita se ha desarrollado durante la cuarta jornada de huelga, que «ha vuelto a parar la actividad de la planta». Además, centenares de trabajadores se han concentrado ante la factoría de Basauri durante la reunión. Los sindicatos representados en el comité de empresa han agradecido a la plantilla el respaldo «absoluto» al paro.

Las intenciones de la dirección de la empresa de Basauri es llevar adelante un expediente de despido que afectaría a 355 trabajadores, el 40% de la plantilla.

Al igual que ha sucedido en la planta vizcaína, también la actividad productiva en la factoría cántabra de Bridgestone se ha vuelto a paralizar por el respaldo total al primero de los tres días de huelga consecutivos para protestar por el despido de 211 trabajadores, que suponen la mitad de la plantilla.

LAB pide implicación a Lakua

El coordinador de LAB, Igor Arroyo, ha reclamado a Lakua «una implicación activa» contra el ERE planteado por la dirección. «Se trata de defender puestos de trabajo, pero también de dar continuidad a un proyecto industrial para la comarca», ha puntualizado en una entrevista en Radio Euskadi.

Arroyo ha mantenido que el Ejecutivo «carece de una política industrial» y ha criticado que «se haya dedicado a poner alfombra roja a las empresas sin pedir nada a cambio; eso es un error, no funciona, hay que exigir responsabilidad social para que las compañías no puedan trasladar la producción a otro lugar en función de sus intereses, como en el caso de Bridgestone».