El ataque que mató a dos empleados de la Embajada de Israel en Washington sirvió a los líderes israelíes para agitar la bandera del antisemitismo y sacudirse la presión que, siquiera tímidamente, estaban empezando a ejercer algunos de sus aliados para que Israel frene sus crímenes en Gaza. 

«Estamos presenciando el terrible precio del antisemitismo y la furiosa incitación (a la violencia) contra el Estado de Israel», deploró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu,. Pero fue más allá al identificar la solidaridad con Palestina con el nazismo. «Para estos neonazis, ‘Palestina Libre’ es simplemente la versión actual de ‘Heil Hitler’», sostuvo. Además, arremetió contra el Estado francés, Gran Bretaña y Canadá, a cuyos líderes acusó de «animar a Hamas a seguir luchando eternamente». 

Netanyahu insistió en la imposibilidad de que exista un Estado palestino «pacífico» y acusó a los líderes europeos de haberse «tragado la propaganda de Hamas», también en lo referente a la hambruna que asola Gaza tras casi tres meses de bloqueo. Igualmente el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, vinculó directamente el atentado con las críticas por las masacres y la provocación deliberada de la hambruna en Gaza.   

«Existe una relación directa entre la incitación al odio antisemita y antiisraelí, y este asesinato. Esta incitación también la llevan a cabo líderes y funcionarios de numerosos países y organizaciones internacionales, especialmente en Europa», declaró. 

No se quedaron atrás los socios más ultras del Gobierno israelí que añadieron su dosis de mesianismo y llevaron la acusación a los opositores israelíes que critican al Gobierno. El opositor Yair Golan replicó que, en realidad, es Netanyahu quien «alimentó el antisemitismo y el odio hacia Israel... poniendo en peligro a todos los judíos del mundo».

El ataque provocó, además, las inmediatas condenas y rechazos de la comunidad internacional que ha callado durante meses ante las atrocidades de Israel contra los palestinos. El presidente de EEUU, Donald Trump, señaló que «estos horribles asesinatos, evidentemente motivados por el antisemitismo deben cesar. ¡AHORA!». La responsable diplomática de la UE, Kaja Kallas; el secretario general de la ONU, António Guterres; Alemania y el Estado francés también expresaron su condena. 

El Gobierno francés rechazó las acusaciones israelíes y las tachó de «absolutamente escandalosas y totalmente injustificadas.

Mientras tanto, Israel sigue impune con sus matanzas. Ayer mató al menos a otras 52 personas, la mayoría en ciudad de Gaza y Deir al-Balah. En Yabalia, el Ejército israelí bombardeó el almacén de medicamentos del hospital Al-Awda, que se incendió.

Ataques a Líbano
Israel lanzó ayer una serie de bombardeos casi simultáneos contra áreas del sur y el este de Líbano, que amenazan las elecciones municipales previstas para mañana en la región meridional, de mayoría chií y donde Hizbulah está fuertemente implantada.

Shin Beteko arduradunaren kargugabetzea, legez kanpokoa

Ronen Bar Inteligentzia Nazionaleko (Shin Bet) buruaren kargugabetzea legez kanpokoa izan zen, Israelgo Auzitegi Gorenak ebatzi duenez. Benjamin Netanyahu lehen ministroak interes gatazka larria izan zuela nabarmendu du Auzitegiak, 'Qatargate'-ren ikerketaren ondorioz. Epaileen erabakiak krisi instituzionala larriagotu du Israelen. Netanyahuk epaia «lotsagarritzat» jo du eta segurtasun nazionalari kalte egiten diola adierazi du. Halaber, Bar-en ordezko bat izendatuko duela baieztatu du, ez dezakeela egin esan arren fiskal nagusiak.

ISRAELEK ATENTATUA ERABILI DU PRESIOA ASTINTZEKO

Israelek Washingtongo enbaxadako bi langileren aurkako atentatu hilgarria erabili zuen Gazan egindako krimenengatik jasotako kritiken presioa astintzeko. Israelgo buruzagiek beren praktika genozidak salatu dituztenei, Europako adierazpen epelak barne, eraso horiek bultzatzen dituen «antisemitismoa» aurpegiratu zieten. Aldi berean, bonbardaketa masiboekin jarraitu zuten, eta beste 53 pertsona hil zituzten Gazan. Bestalde, gutxieneko laguntza kopurua sartzen utzi zuten, goseteak eragindako heriotzek gora egiten duten bitartean.