Ion Salgado
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

El tren de cercanías de Araba Central echa a rodar: «Ya era hora»

Este viernes ha comenzado a operar el servicio de cercanías de Araba Central, que conectará Altsasu con Miranda de Ebro pasando por Gasteiz. Políticos y periodistas han viajado en el «tren inaugural» hasta Manzanos. Pese a algunas críticas la valoración ha sido positiva: «Ya era hora».

Pradales, González y Etxebarria, billete en mano.
Pradales, González y Etxebarria, billete en mano. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Toca madrugar para coger el tren, algo que no es muy habitual en Gasteiz. Este viernes se ha puesto en marcha el servicio de cercanías que atraviesa Araba Central, desde Altsasu hasta Miranda de Ebro pasando por Lautada, y a las 8.00 hay que estar en la estación. No se puede llegar ni en tranvía –las paradas más cercanas están en el Parlamento o en un extremo del campus universitario–, ni en autobús urbano, por lo que hay que ir andando.

En la puerta hay compañeros de medios de comunicación esperando, junto a personal de seguridad y responsables de protocolo. Todos esperan la llegada del lehendakari, Imanol Pradales, que ha sido recibido por la consejera de Movilidad Sotenible, Susana García; el diputado general de Araba, Ramiro González; y la alcaldesa de Gasteiz, Maider Etxebarria.  

Los cuatro han cruzado el vestíbulo y, sin pasar ninguna barrera física –en Gasteiz no hay tornos–, han accedido a los andenes, donde se ha colocado un pequeño atril. García ha sido la primera en tomar la palabra; ha comenzado destacando que el servicio de cercanías responde a una demanda histórica de la ciudadanía alavesa.

Ha explicado que habrá 137 trenes semanales, con paradas en nueve municipios entre Miranda de Ebro y Altsasu, «con refuerzos en las horas en las que más necesitamos trasladarnos, con maquinas para hacer trámites a través de videollamadas en las estaciones y con tarifas bonificadas». «Queremos un servicio útil y de calidad para competir con el vehículo privado y para que Araba deje de ser una excepción en Euskadi», ha añadido.

En el mismo sentido se ha pronunciado Pradales, que ha dedicado sus primeras palabras a condenar el crimen machista de Bilbo. El lehendakari ha apostado por la cohesión social, «con comarcas, zonas rurales y municipios pequeños llenos de vida, que ofrezcan oportunidades», y ha comparado el nuevo servicio con el histórico Vasconavarro, que conectaba Gasteiz con Debagoiena y Lizarraldea.

Tras los mensajes institucionales el personal de Renfe ha repartido a los presentes los billetes del tren de las 8.25, que ha llegado puntual a la estación. Viajaban cerca de 40 personas, sorprendidas ante la expectación mediática. Los periodistas también hemos reaccionado con sorpresa al ver que algunos viajeros no venían de Agurain o de Altsasu, sino de más lejos, de Tolosa.

La duda se ha resuelto al subir al convoy, un tren de cercanías que este viernes ha operado como servicio regional. De hecho, en el interior la lista de paradas comprendía el tramo de Irun a Brinkola. Llama la atención que, en el caso de Donostia, hay siete paradas en la ciudad. En Gasteiz, con 60.000 habitantes más, hay solo una parada, y no se baraja la opción de aumentar el servicio.

Reclaman «un paso más»

Esta queja ha sido planteada por algunos cargos locales presentes en el viaje inaugural. Eugenio Ocariz, edil de EH Bildu en Asparrena, ha incidido en la necesidad de establecer más paradas en el recorrido, y ha advertido de que, en el caso de su municipio, la estación está en el concejo de Albeniz, a dos o tres kilómetros de Araia, la localidad más poblada. «Habría que dar más servicio, pero es un principio», ha señalado.

Una idea compartida por el alcalde de Agurain, Raúl López de Uralde. El primer edil soberanista ha valorado «muy positivamente» la puesta en marcha del tren de cercanías, «porque lo llevamos reclamando desde hace años, pero pedimos un paso más». «Debería haber sitios estratégicos donde poder poner mas paradas, como son los polígonos industriales», ha añadido, y ha aprovechado para lanzar un mensaje contra el tren de alta velocidad (TAV).

Ediles han saludado la puesta en marcha del tren de cercanías pero han criticado la falta de paradas en zonas industriales

Ha recordado que este jueves el pleno de Agurain aprobó una iniciativa en la que se defiende el uso de las infraestructuras existentes, «modernizándolas en lugar de hacer una nueva, para que valgan para el tren de cercanías y para el transporte de mercancías». Además, propone adecuar la vía al ancho internacional «para que pueda ir el tren rápido, que en otros sitios del Estado ya se ha hecho».

En resumen, «aprovechar lo que tienes y no hacer otra grieta nueva en el territorio. Que a nosotros nos hace polvo».

Durante un buen rato el tren de cercanías ha discurrido en paralelo a la nueva plataforma diseñada para el TAV, que pasará por el norte de Manzanos, localidad en la que se ha bajado la comitiva mediática e institucional, aunque, para ser sinceros, Pradales había abandonado el tren mucho antes, en Langraiz.

En declaraciones a NAIZ, el presidente de la Junta Administrativa de Manzanos, Javier Argote, ha defendido el uso de la vía actual para trenes de alta velocidad, «algo factible técnicamente».

Un servicio vital para el área rural

No obstante, pese a las críticas, se ha mostrado satisfecho con la llegada del tren de cercanías, remarcando que «ya era hora»: «Teníamos un servicio muy escaso de tres trenes al día y ahora tendremos ocho, y esperamos que a final de año, cuando se revise el servicio, se establezca que todos los trenes de cercanías paren en el pueblo, igual que ocurre en la Llanada, porque es un servicio que da vida al pueblo y permite a la gente vivir en los pueblos».

«Tener un servicio de transportes fluido es muy interesante, y es una de las cosas que la gente pregunta cuando viene aquí buscando casa. Es importante, porque ahora todos dependemos del coche particular, y en una casa en la que viven cuatro personas hay cuatro coches. Eso no puede ser, y tiene que cambiar», ha destacado.

El viaje ha finalizado con el regreso a Gasteiz. Eso sí, esta vez en autobús.