Un militante ecologista kurdo, que responde al sobrenombre de ‘Mapuche’, se ha subido a un árbol del parque Artaza para protestas contra el proyecto del túnel subfluvial que pretende unir Getxo y Portugalete. Su intención es prolongar la acción a lo largo de los próximos días.

Según ha comunicado la plataforma Subflubiala Ez!, con ello quiere «denunciar el carácter ecocida de esta obra, ya que pondría miles de coches más en las carreteras, con el consiguiente aumento de la contaminación y de las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático, además de causar la tala de decenas de árboles del parque Artaza».

Con el objetivo de apoyarle, dicho colectivo ha convocado para mañana, miércoles, un picnic de resistencia a las 18.30 bajo el árbol. «Bajo nuestro punto de vista, la autovía Subfluvial es un proyecto muy perjudicial. Principalmente por el modelo de movilidad que promueve, ya que supondrá un efecto llamada para los coches (así lo admite el informe de impacto ambiental en su página 14)», argumenta.

Junto a ello, Subflubiala Ez!, que viene realizando diversas acciones de protesta, expone que «supondría un descomunal aumento del gasto público: más de 500 millones de euros que estarían mejor destinados a favorecer los servicios públicos (transporte público, cuidados, sanidad...)».

Igualmente, denuncia que las obras «causarán graves perjuicios en el entorno. Los principales afectados serán el alumnado y el resto de la comunidad educativa de los centros educativos aledaños, cuya salud se verá gravemente afectada por dichos trabajos». Ya en junio pasado, el instituto Artaza-Romo, la escuela Artaza, la Ikastola Betiko y la escuela Romo firmaron un manifiesto conjunto pidiendo la retirada del proyecto.

También en el entorno A la ya mencionada tala de árboles hay que sumar «el cierre de un cuarto del parque mientras duren las obras», junto a que el río «sufrirá la construcción de un viaducto sobrevolándolo, lo que afectará a sus ecosistemas, poniendo en riesgo al pez espinoso, especie protegida, y las zonas verdes que rodean el cauce fluvial perderán espacio y calidad».