Mientras el gabinete de seguridad israelí se encontraba reunido anoche para tomar una decisión sobre el plan del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de ampliar la incursión terrestre de su Ejército sobre toda la devastada Franja de Gaza, incluidas las zonas donde cree que están los cautivos israelíes, la Secretaría General de Naciones Unidas se limitó a advertir de «consecuencias catastróficas» para la población si esta «solución final» se pone en marcha.

En una entrevista a la cadena Fox poco antes de la reunión del gabinete, Netanyahu confirmó que su intención es controlar toda la Franja «con el objetivo de asegurar nuestra seguridad, quitar a Hamás de allí, permitir que la población se libere», obviando que está aniquilando a los gazatíes y pretende expulsarlos de su tierra. Añadió que Israel «no se anexionará» el enclave palestino y que será un organismo gubernamental el que lo gobierne de forma temporal, sin dar más detalles.

Añadió que su intención es que Gaza, donde prácticamente el 90% del territorio se encuentra ya ocupado por las tropas sionistas, esté en manos de «gobiernos civiles que no sean Hamás ni nadie que abogue por la destrucción de Israel».

En otras declaraciones también ayer, reiteró que el objetivo de su ofensiva sigue siendo «la destrucción completa de Hamas y el retorno de los rehenes».

Pese a las reticencias mostradas por el Ejército, las tropas ya estarían preparando el plan que contaría con varias fases. En la primera, las tropas ocuparían Ciudad de Gaza y forzarían el desplazamiento del millón de gazatíes que se concentran en esta norteña urbe a Al-Mawasi, abarrotada ya de desplazados. Israel también buscaría hacerse con el control en un segunda fase de los campamentos de refugiados del centro de la Franja, donde las incursiones de las tropas han sido limitadas. Israel cree que en esos puntos se encuentran rehenes vivos.

En Jerusalén, cientos de personas, incluidos tres prisioneros liberados en anteriores acuerdos, se congregaron fuera la oficina de Netanyahu para mostrar su rechazo a la expansión de la ofensiva en Gaza y pedir un acuerdo con Hamas. En Tel Aviv, otro centenar de personas protestó frente a la sede del Likud, el partido de Netanyahu.

ADVERTENCIA DE HAMAS

Antes de que se conociera la decisión del gabinete de seguridad, pero tras escuchar a Netanyahu en la Fox, Hamas le advirtió de que expandir su actual ofensiva «no será pan comido» y le conllevará «pagar un alto precio». «Lo que el criminal de guerra Netanyahu planea es continuar su estrategia de genocidio y desplazamiento cometiendo más crímenes contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza», subrayó.

«Los planes de Netanyahu de expandir la agresión confirman sin lugar a dudas que busca deshacerse de sus prisioneros (en alusión a los rehenes) y sacrificarlos para servir a sus intereses personales y sus agendas ideológicas extremistas. Afirmamos que Gaza se mantendrá resistente a la ocupación y a los intentos de imponerle una tutela», añadió Hamas, que acusó al primer ministro de «sacrificar» a los cautivos israelíes.

Al menos 200.000 menores sufren malnutrición grave, según Network

Las muertes por malnutrición y las epidemias están aumentando en Gaza, donde la ayuda humanitaria sigue bloqueada, advirtió el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien reiteró su llamamiento a que el territorio pueda de nuevo recibir asistencia de esta y otras agencias de la ONU. Recordó que en julio se identificó a casi 12.000 menores de cinco años con malnutrición aguda.

En declaraciones a Al-Jazeera, la responsable de la ONG Network en la Franja, Amjad Shawa, alertó que al menos 200.000 niños sufren malnutrición grave y muchos están muriendo por falta de leche de fórmula, suplementos nutricionales y atención médica. Asimismo, incidió en que «las embarazadas están en condiciones extremadamente duras por su malnutrición».

En los dos últimos meses, 763 personas han muerto por fuego israelí tratando de lograr algo de comida de los convoyes que entran en la Franja, la mayoría de ellos (472) en el cruce de Zikim. Los gazatíes caminan cada día kilómetros para interceptar los camiones en sus rutas. Muchas veces, como ocurre en Zikim, en zonas militarizada. En estos casi dos años, 197 personas, 96 de ellas menores, han muerto por hambre o desnutrición. Las cuatro últimas ayer. Desde el inicio de su ofensiva en octubre de 2023, Israel ha matado a al menos 61.258 personas en Gaza, donde miles más siguen bajo los escombros.