Marcel Pena
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad
Elkarrizketa
Nerea Melgosa Vega
Consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico

«Euskadi le está haciendo los deberes al Estado español en política migratoria»

La consejera Nerea Melgosa ha analizado los principales retos que afronta su Departamento en este inicio de curso político, lanzando un mensaje de reproche para el Gobierno español sobre el estatus de «frontera norte» y la financiación de recursos en materia migratoria.

Con la política institucional de nuevo en marcha, GARA ha podido hablar con la consejera Nerea Melgosa sobre algunas de las políticas puestas en marcha desde el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico.

Ha solicitado la paralización del centro de refugiados de Arana, para el que el Gobierno español preveía 350 plazas. ¿Han podido tratar este asunto con sus socios del PSE?

Hemos hablado en reiteradas ocasiones sobre ello y ya saben cuál es nuestro planteamiento, tanto a nivel de partido como de Gobierno. Es una opción que nosotros ni planteamos, porque no estamos de acuerdo con el centro de acogida en el marco del modelo de acogida vasco.

Han reclamado para Euskadi el estatus de «frontera norte». ¿Qué implicaría este reconocimiento?

Euskadi tiene un cúmulo de personas migrantes mayor que el resto de territorios, tanto de gente que va hacia Europa como de otros que vuelven al Estado español, por lo que ya somos «frontera norte». El reconocimiento oficial supondría una partida presupuestaria anual, como la que tiene Canarias, ya que se trata de otro estatus en materia de políticas migratorias. Reivindicamos el mismo reconocimiento que se les ha hecho a Canarias o a las Islas Baleares.

¿Sería esa la solución a casos como el de los refugiados que pernoctaron en las calles de Gasteiz y Donostia este verano?

Hay que aclarar que muchos de ellos viven y trabajan en países como Bélgica o Francia, pero cuando les toca actualizar un tema de papales tienen que volver al Estado español, porque es por donde entraron a Europa, y la frontera más cercana es la de Euskadi. Ante esta situación que es estructural, no coyuntural, pedimos al Gobierno español que agilizara las citas para resolver su situación como solicitantes de protección y asilo, tanto aquí como en todo el Estado, porque esto provoca que estén esperando en la puerta de las comisarías a que se les atienda. Entendemos que, si solo se agiliza en Euskadi, esto puede provocar un foco de llegadas, como ya le trasladamos al ministro Marlaska.

Como Gobierno de Euskadi, nos preocupa la situación de estas personas y que duerman en la calle. Por ellos les ofrecimos los recursos que tenemos para las personas en protección de asilo antes de que les dieran la primera cita. Lo que pedimos es sentarnos a hablar para planificar el proceso migratorio y poner dinero encima de la mesa, porque estamos asumiendo competencias estatales.

Recientemente ha estado de visita oficial en Canarias con el lehendakari Pradales. ¿Pudieron tratar el tema migratorio con las autoridades insulares?

En esas reuniones apareció el tema de la «frontera norte», así como la formación en origen de las personas migrantes. Son asuntos que tratamos con ellos porque nos preocupa la política migratoria y porque es necesario que haya un plan integral de migración. Para ello, hemos trabajado también con ONG y asociaciones, que pueden hacer sus aportaciones al documento de trabajo acordado entre ambas instituciones. Ese mismo documento lo hemos compartido con el Gobierno catalán, el Gobierno de Ceuta y con el Gobierno de Navarra, porque ellos también están ocupados y preocupados por la política migratoria. Una vez más, Euskadi le está haciendo los deberes al Estado español en esta materia, y no es de recibo.

La consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa. (Raul BOGAJO | FOKU)

¿Cómo afectaría una hipotética entrada de PP y Vox en el Gobierno español?

Como ha advertido recientemente el lehendakari Pradales, pueden venir «tiempos oscuros». En ese caso, cambiarían mucho las reglas del juego. Sin embargo, en las conferencias sectoriales, las comunidades gobernadas por el PP hablan también de la necesidad de trazar un plan migratorio integral, como me dijo personalmente la consejera andaluza Loles López cuando me reuní con ella.

Este mismo verano hemos visto en Murcia algunos graves episodios de violencia y xenofobia. ¿Cree que es posible que algo así llegue a ocurrir también en Euskal Herria?

En Euskadi llevamos 20 años trabajando en políticas migratorias, pero nadie está a salvo de nada. Dialogar y discutir es constructivo para el país, porque, si no hablamos del tema, otros ocupan nuestro lugar. Pero al mismo tiempo, desde los partidos políticos y la sociedad vasca, hay que condenar los delitos de odio, sean de izquierdas o de derechas. Por ello estamos trabajando en el anteproyecto de ley de Igualdad de Trato y No Discriminación (Ley de ITND). Es importante que una normativa así nos rija como país.

En el Estado, una parte de la juventud está apoyando a partidos conservadores, con discursos xenófobos u homófobos. ¿Se salva la juventud vasca de esta deriva?

Los últimos estudios que tenemos de Ikuspegi y del Observatorio Vasco de la Juventud indican que la nuestra es una juventud de acogida, pero eso no quiere decir que no corramos algunos peligros. Por ello estamos trabajando en la ley ITND, así como en papeles de coeducación, tanto en la escuela como con las familias. Hay que reforzar la convivencia democrática, porque este país ya ha sufrido episodios de violencia y de odio que no se pueden repetir.

Además de la inmigración, la natalidad es otro tema que condiciona el mapa demográfico de la CAV. ¿Se puede hacer algo más para fomentar los nacimientos?

Las políticas del reto demográfico son muy complejas. No se trata solo de dictar medidas natalistas e incrementar las ayudas para los recién nacidos o la conciliación, sino que también hay que reflexionar sobre cuál es el papel de las mujeres en la sociedad vasca. Los jóvenes de ambos géneros no tienen hijos porque, dicen, no quieren hipotecar su vida personal. Pero, en el caso de las mujeres, añaden que no quieren poner en riesgo su vida profesional. Por tanto, hay una perspectiva de género en el reto demográfico.

El bienestar emocional es una de las mayores preocupaciones entre la juventud, sobre todo debido a los problemas de la vivienda o la precariedad laboral. ¿Qué lectura hacen desde su Departamento?

En mi época, el bienestar psicológico era un tema tabú. Ahora, los jóvenes son más transparentes y no tienen ningún problema en hablar de lo que sienten. De hecho, en el contexto de pospandemia ya nos dijeron que no estaban bien, poniendo encima de la mesa las políticas de bienestar emocional. El diálogo con los jóvenes y la normalidad que le dan a estos asuntos nos hace ganar mucho como sociedad.

Casi la mitad de las mujeres de la CAV han padecido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida, según una encuesta impulsada por su Departamento. ¿Cómo se pueden atajar unas actitudes tan instauradas en nuestra sociedad?

La ‘Encuesta de violencia contra las mujeres y otras formas de violencia interpersonal 2024’ puso negro sobre blanco algo que podíamos intuir y ha dejado en evidencia la espiral de violencia machista que vivimos. Lo primero es que las instituciones estemos ahí, que las mujeres estén emocionalmente acompañadas. Una vez se lo han contado a alguien, nunca hay que culpabilizar a la mujer por haber dado ese paso. Y finalmente, cuando se atreva a salir de la espiral de violencia, acompañarla en el proceso de denuncia, si lo cree necesario. Desde la política, tenemos que poner herramientas para que no suceda y que, si sucede, «el que la hace, la paga».