NAIZ

La derecha vuelve a mandar en Bolivia 20 años después tras el cisma en el MAS

Con el terreno allanado por el cisma en el MAS, que ha dejado a la fuerza gobernante fuera de la pugna ya en primera vuelta, el democristiano Rodrigo Paz Pereira es el nuevo presidente de Bolivia tras imponerse por casi diez puntos a Jorge Tuto Quiroga.

La victoria de Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), abre una nueva época en Bolivia tras 20 años de gobiernos de izquierda del Movimiento al Socialismo (MAS). La crisis de esta formación ha sido el factor determinante en estos comicios, como remarca este análisis de Luismi Uharte en NAIZ.

El hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) ha ganado la inédita segunda vuelta presidencial celebrada este domingo al imponerse al exmandatario Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), con el 54,61 % de los votos frente al 45,39 %, según el cómputo preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el 97,86 % de las actas procesadas.

El resultado marca el fin de un ciclo político iniciado en 2006 con la llegada de Evo Morales al poder y continuado por Luis Arce, cuyo mandato concluirá oficialmente el próximo 8 de noviembre, cuando Paz asuma la Presidencia.

Desde su comando de campaña en la ciudad de La Paz, Rodrigo Paz agradeció el respaldo de los votantes y reconoció el gesto de su rival, Quiroga, quien aceptó los resultados.

«Hoy no gana Rodrigo Paz, gana Bolivia. En democracia, todos ganamos», ha dicho en su primer mensaje tras conocer los resultados del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre).

El acompañante de fórmula de Paz, Edman Lara, abogado y expolicía de 39 años, ha celebrado desde la ciudad de Santa Cruz el triunfo del binomio y afirmado que «es tiempo de hermandad y reconciliación».

Crisis de liquidez, combustibles y precios

Paz asumirá el poder en un contexto económico adverso, marcado por la falta de dólares, la escasez de combustibles y el encarecimiento de productos básicos, desafíos que definirán el inicio de su gestión.

En su discurso de victoria, Rodrigo Paz ha dibujado las primeras prioridades de su Gobierno: abrir Bolivia al mundo, reconstruir la confianza interna y encarar una crisis económica que ha golpeado con fuerza a los hogares bolivianos.

«Hay que abrir Bolivia al mundo, retomar un rol que perdimos geopolíticamente y geoeconómicamente en las dos últimas décadas», ha dicho, al agradecer los mensajes de felicitación enviados por varios presidentes de la región y el respaldo expresado por Estados Unidos a través del vicesecretario de Estado, Christopher Landau.

Paz destacó que su Gobierno tendrá «las manos extendidas hacia dentro y hacia fuera» para trabajar con todos los sectores —sociales, empresariales y parlamentarios— que deseen contribuir a sacar adelante al país.

Transición ordenada

El presidente saliente Luis Arce ha felicitado a Paz y asegurado que su Administración está «lista para trabajar en una transición ordenada».

Por su parte, Evo Morales ha reiterado que el proceso no fue legítimo porque no pudo participar como candidato tras perder el control del MAS.

El oficialismo, que durante casi veinte años dominó la política boliviana, no logró acceder a la segunda vuelta y apenas mantuvo representación parlamentaria.

Otros líderes políticos, como el empresario y excandidato Samuel Doria Medina y la expresidenta interina Jeanine Áñez, saludan el resultado y expresan su deseo de que el nuevo ciclo esté guiado por el diálogo, la moderación y la reconstrucción institucional.

Algunas protestas

El TSE negó este domingo en la noche que el Sirepre haya sufrido alguna «manipulación» o fallas técnicas, como denunciaron algunos sectores que protestan contra el triunfo de Paz.

El organismo afirmó que tras difundirse los resultados preliminares «se identificó la circulación de información falsa sobre la eficiencia y calidad del sistema».

Por lo demás, el ente electoral y las misiones de observación de la Unión Europea (UE) y de la Organización de Estados Americanos (OEA) destacaron que la jornada transcurrió con normalidad.