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Laudio

Trabajadores de Maderas de Llodio piden diálogo tras terminar su encierro en el ayuntamiento

Diálogo y que Lakua y la Diputación de Araba pongan a disposición de la plantilla todos los mecanismos para frenar los despidos es lo que han pedido los trabajadores de Maderas de Llodio tras finalizar este sábado su encierro en el ayuntamiento de Laudio.

Los trabajadores de Maderas de Llodio han hecho público un comunicado tras finalizar su encierro en el Ayuntamiento de Laudio.
Los trabajadores de Maderas de Llodio han hecho público un comunicado tras finalizar su encierro en el Ayuntamiento de Laudio. (LAB)

Los trabajadores de Maderas de Llodio han puesto fin a su encierro en el ayuntamiento de Laudio este sábado pidiendo «diálogo» y que Lakua y la Diputación de Araba pongan a disposición de la plantilla todos los mecanismos para frenar los despidos.

Ante la fachada del Consistorio y con los trabajadores bajo una pancarta con el lema ‘Egurre!’, han hecho público un comunicado en el que han pedido reuniones, ya que «lo más urgente es reunirse con los y las trabajadoras, y dar respuesta a los despidos en marcha, crear mesas, pero no cuando los despidos están encima de la mesa».

Han solicitado a la Diputación de Araba que «se reúna con los trabajadores y ponga a disposición de la plantilla los mecanismos para que los despidos planteados sean pasado y no presente o futuro».

Han insistido en que la Diputación y el Gobierno de Lakua «intervengan de una vez por todas en el conflicto que se está produciendo en Maderas. Al igual que ha hecho la empresa, no hemos recibido ninguna propuesta por parte de estas instituciones. Lo único que hemos recibido han sido mensajes de criminalización hacia nosotras y nuestra comarca. Señores diputados y jefes del Gobierno Vasco, el problema no lo hemos creado nosotras. El problema lo han generado esos que quieren llevar a cabo despidos y llevar a las empresas fuera de Aiaraldea».

Un «modelo que sustentan ustedes, en el que se abre las puertas a grandes empresas y multinacionales y se les ofrece dinero público para que luego no les podáis poner freno cuando despiden a sus trabajadores».

Por lo tanto, han pedido que «se deje de criminalizar a la clase trabajadora de Aiaraldea y se dé una respuesta de una vez por todas. Hace tiempo que estamos escuchando hablar del Plan de Reactivación Económica de Ayala, ¿dónde está? ¿Dónde están los inversores y dónde quedará la mesa que ha planteado esta semana el Diputado General de Álava, Ramiro González? Estos mensajes y promesas quedan muy bien para la televisión y los titulares de los periódicos, pero os vamos a decir una cosa, aquí en Aiaraldea, ya nadie se cree las falsas promesas que hacéis. Porque somos nosotras las que tenemos que seguir viviendo en esta cruda realidad, el diagnóstico lo tenemos claro».

Además, han puesto de relieve que «nuestra lucha no ha terminado» y han hecho un llamamiento «a todas las conciudadanas a participar en las convocatorias que vendrán y a seguir luchando con la solidaridad de la clase trabajadora en defensa del trabajo, el empleo y las vidas dignas en Aiaraldea. En Maderas Llodio no sobra nadie, defendamos Aiaraldea».

De esta manera ha finalizado el encierro que comenzó este viernes tras la manifestación celebrada por las calles de Laudio.

Tras un mes de huelga, y una vez finalizado el periodo de consultas del ERE, la empresa Garnica ha comenzado esta semana a ejecutar los 35 despidos previstos.

«De una manera sucia, sin carta de despido ni aviso alguno. Les han comunicado que se quedaban en la calle a través de los ingresos (o su ausencia) en sus cuentas bancarias», se ha señalado al finalizar la marcha.

La multitudinaria manifestación había sido convocada por el comité de empresa de Maderas de Llodio, ante «la inacción de las instituciones y la defensa del empleo en Maderas de Llodio y en Aiaraldea».

A su término, los trabajadores han leído un comunicado en el que han acusado a la empresa Garnica de comenzar con los despidos de forma «sucia e irresponsable», tras un largo mes de huelga, y una vez finalizado el periodo de consultas del ERE. «Sin carta de despido ni aviso alguno. Les han comunicado que se quedaban en la calle a través de los ingresos (o su ausencia) en sus cuentas bancarias», han reprochado, para anunciar que en defensa de sus puestos de trabajo y de la comarca seguirán en la lucha.

Tras subrayar que no aceptan ningún despido de Maderas ni ninguna externalización de la producción, han denunciado la actitud «pasiva» del Gobierno de Lakua y de la Diputación de Araba, y la «falta de responsabilidades para con la ciudadanía y en defensa» de la comarca, haciendo «oídos sordos» a las necesidades y reivindicaciones de los trabajadores.

Situación de Aiaraldea

«¿Así es como gestionáis las cosas, Garnica? ¿Así es el respeto que mostráis hacia las y los trabajadores de la empresa y hacia su entorno?», han preguntado. «Desgraciadamente, nuestra comarca empieza a acostumbrarse a sufrir este tipo de situaciones. Como ya ocurrió anteriormente con otras empresas (Guardian, Autoglas-Glavista, las más cercanas), ahora se suman los despidos de decenas de trabajadores y trabajadoras más en Aiaraldea», han denunciado.

Frente a la pérdida del tejido industrial de la comarca, han apostado por seguir luchando. «No es momento de agachar la cabeza, no es momento de rendirse en la lucha, y no es momento de poner fin a las protestas. Ahora más que nunca es el momento de mostrar el orgullo de la clase trabajadora y de demostrar nuestra solidaridad con las y los trabajadores. Es el momento de salir a la calle en defensa de un futuro digno para esta comarca. Y es el momento de que cada cual, desde su ámbito y sus capacidades, aporte a esta lucha».

Han puesto en valor la lucha realizada hasta la fecha. «Ramiro nos propone unir nuestras fuerzas para hacer frente al pesimismo generalizado que existe en Aiaraldea. Señor diputado, nosotras hace tiempo que hemos unido nuestras fuerzas, porque nos sobran motivos para ello. Este es el ejercicio de generosidad que realiza toda la comarca cada vez que nos golpean de nuevo: salir juntas a las calles, tejer redes entre los distintos sectores de la clase trabajadora, desde las residencias hasta Glavista. No pensamos quedarnos de brazos cruzados, porque no, nuestra generosidad no pasa por aceptar los despidos, el desmantelamiento y la deslocalización... Generosidad es estar del lado de las trabajadoras y trabajadores despedidos».