
Las autoridades israelíes declararon ayer que los tres cuerpos recibidos de Gaza el día anterior, en el marco del canje previsto en el acuerdo de tregua, no correspondían a prisioneros retenidos en territorio palestino.
Las Brigadas Ezzedine al-Qassam, brazo armado de Hamas, explicaron que entregaron los cuerpos que pudieron recuperar para no obstaculizar el proceso pero que sabían que se trataba de restos no identificados que podían no corresponderse con los prisioneros, y habían avisado de ello.
«Propusimos entregar tres muestras de cuerpos no identificados, pero el enemigo se negó a recibirlas y exigió los cuerpos completos para su análisis. Procedimos con la entrega para prevenir cualquier reclamación israelí futura», señalaron.
Además del bloqueo de alimentos y suministros básicos, Israel veta también la entrada a Gaza de cualquier material necesario para las pruebas de ADN, como instrumentos para autopsias y kits de análisis, lo que imposibilita la identificación de cuerpos antes de salir de Gaza.
Se cree que diez cadáveres de israelíes capturados el 7 de octubre aún permanecen en Gaza, junto con el de un soldado fallecido en 2014.
Hamas manifestó su intención de recuperar, en una sola tanda, los 11 cuerpos pero para ello pidió a los mediadores y la Cruz Roja que ejerzan presión sobre Israel para que permita la entrada de maquinaria y personal.
Además, reiteró su voluntad de desplazarse más allá de la ‘línea amarilla’ en la búsqueda de los cadáveres, en referencia al perímetro de la zona que sigue bajo control militar israelí y que ocupa el 58% de Gaza. Esta línea aísla ciudades palestinas enteras como Beit Hanun, Beit Lahia, Yabalia, Rafah y Abasan al Kabira.
A la vez que obstaculiza su búsqueda. el Gobierno israelí acusa a Hamas por las demoras en la devolución de los cuerpos y amenaza con represalias. De hecho, desde el 10 de octubre, ha llevado a cabo dos ataques masivos.
Esta amenaza aumenta el temor de la población y la incertidumbre ante una tregua que no es tal. Las muertes y vulneraciones del alto el fuego son diarias y en tres semanas ha matado al menos a 226 personas, la mayoría el pasado 28 de octubre, cuando Israel bombardeó todo el enclave durante unas 16 horas, matando a 104 personas, casi la mitad niños.
Una media de veinte cada día
Desde el jueves, el Ejército israelí ha matado a cinco gazatíes y herido a otros nueve. Mata a un promedio de 20 personas cada día, mostrando la inoperancia del alto el fuego. Cuando los palestinos se acercan a la zonas que ocupan las tropas, mal definidas pese a la reciente instalación de bloques de hormigón, reciben los disparos del Ejército israelí.
En consecuencia, muy pocos desplazados se aventuran a buscar lo que fueron sus casas cerca de la zona bajo control israelí.
Ayer volvieron a escucharse disparos y ataques aéreos en los alrededores de Jan Yunis. «Anoche escuché disparos varias veces provenientes de las fuerzas de ocupación. No tenemos comida ni agua para beber o asearnos. La situación es crítica. La tregua ha comenzado, pero la guerra no ha terminado», declaró a AFP Hisham al-Bardai, un padre de 37 años.
«Vivimos con el dolor de la pérdida, y con el dolor y las dificultades de la vida misma», lamentó Amer Abu Al-Tarabeeh, de 40 años, que perdió a gran parte de su familia en Beit Lahia.
Un 24%
Israel también incumple los términos del acuerdo sobre la ayuda que debía entrar en Gaza. El promedio diario de camiones comerciales y de ayuda que ingresan desde el alto el fuego ha sido de 145, el 24% de la cantidad acordada de 600 camiones, lo que sigue empeorando la grave situación de 2,4 millones de personas.

El Patronato del Guggenheim abandona finalmente el proyecto de Urdaibai

Llaman a celebrar el 7 de febrero en Gernika la victoria popular frente al Guggenheim Urdaibai

Descubren un colosal «valle de los dinosaurios» en el Stelvio con miles de huellas fósiles

85 urte dituen Juaristi enpresaren egoera larriaz ohartarazi dute berriz langileek
