En su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del Parlamento para explicar los presupuestos de su Departamento, el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, señaló que la aportación a EHU asciende a un total de 426 millones de euros. Una cifra que, según dijo, «es reflejo de la apuesta por asegurar la suficiencia financiera de la universidad pública, en consonancia con el compromiso del programa de gobierno», y añadió que «debe propiciar las condiciones idóneas para un muy buen desempeño docente e investigador».

El consejero negó que EHU esté «infrafinanciada» y dedicó una parte de su intervención a defender el esfuerzo inversor realizado por el Ejecutivo autonómico para reforzar la Universidad del País Vasco, después de que la semana pasada el rector, Joxerramon Bengoetxea, denunciara que los recursos destinados a la universidad pública por el Gobierno no son «suficientes» y conducen a la EHU a la «parálisis».

EHU ha cifrado en 607 millones de euros su necesidad presupuestaria para el año 2026 y advierte de que «sobrevivir no puede ser un objetivo». Por otra parte, Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) contempla que se destine a la universidad pública el 1% del PIB, lo que en el caso de la CAV ascendería a 980 millones de euros.

«Lenguaje hiperbólico»

Las declaraciones y comunicaciones que hizo EHU no gustaron al consejero Juan Ignacio Pérez Iglesias, que a través de su blog y otras publicaciones se preguntó «¿a qué obedece la actuación rectoral?, ¿Se trata quizás de enmascarar la ausencia de un proyecto académico?, ¿O de ocultar la incapacidad para ejercer la responsabilidad y tomar decisiones presupuestarias difíciles?». El título de su escrito era «El lenguaje hiperbólico no va a mejorar la financiación de la Universidad del País Vasco».

Los 426 millones que el Gobierno destina a EHU suponen el 2,60% del presupuesto total del Ejecutivo para 2026.

Juan Ignacio Pérez Iglesias fue rector de la UPV-EHU entre 2004 y 2008. En 2005, tras un acuerdo presupuestario con el Gobierno del que se felicitaba, hizo unas declaraciones en las que aseguró que esperaba que la dotación gubernamental para la universidad pública fuera mejorando porque, sentenció, «no he venido aquí a administrar la miseria». En 2005 el Gobierno destinó a la universidad el 3,02% del total de su presupuesto. Porcentaje mayor que el 2,6% actual.