Lakua ampliará con 3.669 viviendas y alojamientos dotacionales el parque de vivienda destinada a alquiler social. Así lo ha anunciado este miércoles el consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, que ha advertido de que casi un tercio de estas viviendas, 1.034, entrarán en ejecución en 2026.  

Según ha explicado en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Parlamento de Gasteiz, Araba contará con 890 nuevas viviendas de alquiler público, la mayoría de ellas, 679, en el barrio gasteiztarra de Salburua. También habrá 58 pisos de alquiler social en Agurain, 60 en Amurrio y 93 en Laudio. 

En Bizkaia son 1.107 las viviendas en ejecución: 607 en Bilbo, más de la mitad, 319 en el barrio de Boleta; 180 en Sestao, 94 en Ortuella, 75 en Muskiz, 57 en Sopela, 54 en Getxo y 40 en Abanto-Zierbena. No obstante, menos de la mitad, 458, se entregarán en 2026.

En Gipuzkoa hay 1.488 viviendas y 184 alojamientos dotacionales en ejecución. Casi un tercio de las viviendas en alquiler, 437, estarán en Irun, en el barrio de San Miguel; 214 en Ordizia; 192 en Tolosa; 182 en el barrio donostiarra de Martutene; 98 en Loiola, Donostia; 91 en Zarautz; 80 en Andoain; 66 en Hondarribia; 44 en Zumarraga; 36 en Eibar; otras 36 en el barrio irundarra de Mendipe; y doce en Beizama. 

Además, ha anunciado que «la apuesta por el alquiler asequible» se completa con dos iniciativas: el programa Bizigune cuyo presupuesto aumenta de 41 a 50,2 millones de euros con el objetivo de llegar a 8.400 viviendas –según datos de junio, gestionaba 7.445 inmuebles–; y la puesta en marcha a mediados del año que viene de un seguro gratuito que dará cobertura a impagos y desperfectos en alquileres que respeten el índice de precios de referencia en las zonas tensionadas.

«Esperamos que las políticas de alquiler y protección de iniciativa pública se completarán con otras 1.300 viviendas protegidas que se estima desarrollará la iniciativa privada, en modalidad de compra o de alquiler con opción de compra», ha manifestado el consejero, que ha advertido de que «otro eje central» es el desarrollo del Derecho Subjetivo a la Vivienda, con el objetivo de ampliar su cobertura a 35.000 familias.

Es importante tener en cuenta esta cifra y compararla con «la cifra récord total» de viviendas gestionadas por Alokabide que prevé alcanzar el Departamento de Vivienda: 19.000. La cifra de familias que podrían tener reconocido el derecho a la vivienda casi duplica al número total de inmuebles que forman el parque alquiler social. 

Casi 100.000 demandantes de una vivienda protegida

Y la diferencia es mayor, mucho mayor, si se compara con el número de personas inscritas a la espera de una vivienda protegida en las listas de Etxebide, que, según el último informe del Observatorio Vasco de a Vivienda, publicado el martes de la semana pasada, se ha disparado, pasando de 90.315 en 2023 a 99.872 solicitudes en 2024. En solo dos años el aumento ha sido de 25.794 demandantes más. 

Tal y como figura en el informe, «la totalidad del crecimiento de las solicitudes en 2024 se producen por el crecimiento de la demanda de alquiler», que ha pasado de 57.290 en 2022, a 68.892 en 2023 y a 79.405 en 2024. 

Y este aumento de la demanda se asocia a personas y familias que residen ya en una vivienda en el mercado libre de alquiler. Suponen el 80% de las solicitudes. Se trata de unidades convivenciales con un nivel de ingresos «especialmente reducido», que ronda los 15.000 euros anuales en Araba y Bizkaia, y roza los 19.000 en Gipuzkoa. 

«Esta precaria situación económica de las personas y familias que demandan vivienda protegida en alquiler viene a condicionar considerablemente su capacidad de acceso a la vivienda, impidiendo que puedan plantearse en el corto y medio plazo el acceso a la vivienda en compra, incluso en el caso de que se trate de vivienda protegida», apunta el informe, que da cuenta del aumento de los precios en el mercado libre.

Según la estadística de compraventa de inmuebles del Gobierno de Lakua, el precio por metro cuadrado construido de las viviendas libres nuevas alcanzó los 3.246 euros por metro cuadrado en el segundo trimestre del 2025, lo que supone un incremento del 11,5% respecto al mismo trimestre de 2024.

Donostia, 5.853,03 euros por metro cuadrado

En el caso de la vivienda usada, el precio de la vivienda también muestra una tendencia «claramente ascendente». En el segundo trimestre de 2025, el precio por metro cuadrado de la vivienda libre usada se sitúa en 3.216 euros por metro cuadrado, lo que representa un incremento del 9,8% respecto al mismo trimestre de 2024.

Como viene siendo habitual, la situación es peor en las capitales, en especial en la guipuzcoana. De hecho, Donostia es la ciudad con la vivienda más cara, alcanzando un precio medio por metro cuadrado de 5.853,03 euros en el segundo trimestre del 2025, por delante de Getxo con un precio medio de 4.621,39 euros.

Donostia repite al frente de la lista en el precio del alquiler libre, que «ha venido creciendo con notable intensidad en los últimos años en la práctica totalidad de municipios vascos». «De acuerdo con la información proporcionada por la estadística de la EMAL desde 2016, la renta mensual media de los contratos de alquiler libre ha pasado de 628,9 euros a 819,4 euros en el 2024. Es decir, la renta mensual media en menos de 10 años ha ascendido en más de un 30%», señala el informe del Observatorio.

El coste medio mensual de un alquiler en la capital guipuzcoana supera los mil euros, 1.030,80 euros, le sigue de cerca Bilbo, 953,40 euros. Gasteiz queda lejos, con un coste medio de 730,80 euros.

«Esta tendencia creciente en el precio de la vivienda en alquiler y la cada vez menor oferta disponible está generando un tensionamiento del mercado de alquiler que lleva a las personas y familias que residen en este tipo de viviendas a tener que dedicar una proporción excesiva de sus ingresos al pago de la vivienda», añade el informe que sitúa en el 37,9% el esfuerzo medio sobre el nivel de ingresos.