Daniel Ibañes ha dejado de ser entrenador de Ribera Navarra de común acuerdo entre el técnico hispano-brasileño y el presidente y propietario del club, Ramón Lázaro, después de que no haya podido revertir que el equipo se encuentre ahora mismo ocupando puestos de descenso.

Según un comunicado emitido por dicha entidad, la decisión «responde a una valoración conjunta de la situación deportiva y de las necesidades presentes y futuras de la entidad», con la intención de que haya un golpe de timón que enderezca el rumbo de la escuadra ribera, quien lleva varias temporadas coqueteando con el descenso y evitándolo in extremis.

Tal y como se apunta desde Ribera Navarra, será el actual cuerpo técnico quien asumirá «de manera provisional» la dirección de los entrenamientos y la preparación del equipo, a la espera de que pueda ser nombrado un nuevo inquilino del banquillo.

«Hemos tomado esta decisión porque entendemos que el club está por encima de todo. Cada paso que damos responde al compromiso de seguir creciendo y consolidando nuestro proyecto. Estamos en un momento de pleno desarrollo, y todas las decisiones que tomamos tienen un mismo objetivo: garantizar lo mejor para el futuro de nuestro club y para toda nuestra afición», ha explicado Lázaro.

Así, ha reconocido que «sabemos que la situación actual es complicada y que nos encontramos en puestos de descenso, pero estamos convencidos de que lograremos revertirla. Con trabajo, unidad y confianza en nuestro equipo, saldremos adelante y devolveremos al club al lugar que se merece».

Ribera Navarra también ha trasladado su reconocimiento a Ibañes «por la dedicación, profesionalidad y esfuerzo demostrados durante su etapa al frente del primer equipo» y le ha transmitido «sus mejores deseos en sus próximos proyectos personales y profesionales».