
Estados Unidos ha conseguido este lunes aprobar en el Consejo de Seguridad de la ONU su plan para desplegar una fuerza militar internacional en la Franja de Gaza. La resolución estadounidense, aunque enmendada durante las negociaciones, expresa su respaldo al plan para Gaza del presidente de EEUU, Donald Trump.
La llamada Fuerza de Seguridad Internacional (ISF, por sus siglas en inglés), compuesta por 20.000 efectivos, actuaría durante un período de al menos dos años y se encargaría, en coordinación con Egipto e Israel, de «desarmar Gaza, proteger a la población civil, capacitar a la policía palestina y garantizar la seguridad de los corredores humanitarios».
EEUU quiere implicar a tropas de distintos aliados en coordinación con la Junta de Paz de Gaza que Trump ha dicho que va a presidir.
También otorga a esta fuerza extranjera la tarea de asegurar las fronteras de Gaza con Israel y Egipto, proteger a los civiles y los corredores humanitarios y capacitar a «una nueva fuerza policial palestina», con la cual colaboraría en el cumplimiento de su misión.
Así mismo, tendría también el encargo de velar por el proceso de desmilitarización de las milicias en Franja de Gaza.
La resolución subraya que el avance de la reconstrucción «podrían crear las condiciones para la autodeterminación y la creación de un Estado palestino».
El Consejo insta a que se reanude la ayuda humanitaria en Gaza en coordinación con el Consejo de Paz, el organismo que presidiría Trump.
«Los Estados participantes y el Consejo podrán establecer entidades operativas con autoridad internacional para gestionar la gobernanza de transición, financiadas mediante contribuciones voluntarias y apoyo de donantes», señala la resolución.
También pide un fondo específico del Banco Mundial y de las instituciones financieras
«A medida que la fuerza de estabilización amplía su control, las fuerzas de ocupación israelíes deben retirarse de acuerdo con las normas acordadas y un calendario definido», indica.
El Consejo de Paz presentará informes escritos sobre su progreso al Consejo de Seguridad cada seis meses, y la resolución establece el final de 2027 como fecha de terminación del mandato del Consejo y de la presencia civil y de seguridad internacional en Gaza.
Trece miembros del Consejo de Seguridad han votado a favor del texto, que el embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Mike Waltz, ha calificado de «histórico y constructivo». Rusia y China se han abstenido.
Rechazo de las facciones palestinas
Antes de la votación en el Consejo, las facciones palestinas habían denunciado que el proyecto estadounidense implica «la dominación externa sobre la decisión nacional palestina».
«Transformar la gestión y la reconstrucción de Gaza en una entidad internacional supranacional con amplios poderes priva a los palestinos de su derecho a gestionar sus propios asuntos», denunció el colectivo palestino a través de un comunicado.
Las distintas facciones critican el papel propuesto para la fuerza internacional, considerándola en la práctica como una entidad al servicio de Israel y han enfatizado su rechazo «a cualquier cláusula relacionada con el desarme de Gaza».
Para los grupos palestinos, cualquier debate sobre este asunto debe seguir siendo interno y decidido por los propios palestinos. También han advertido que la presencia militar extranjera dentro de la Franja representaría una violación directa de la soberanía nacional palestina.
«Tiene los mismos objetivos que la guerra genocida»
A su vez, Hamas ha criticado que la resolución no atiende a las demandas y derechos del pueblo palestino que ha sufrido una guerra genocida durante dos años e «impone un mecanismo de tutela internacional que nuestro pueblo y sus facciones rechazan».
A su juicio, este mecanismo intenta alcanzar los mismos objetivos de la ocupación que con mediante el brutal genocidio, separa a la Franja de Gaza del resto del territorio palestino e «intenta imponer nuevas realidades contrarias a los principios y derechos nacionales legítimos de nuestro pueblo, privándolo así de su derecho a la autodeterminación y al establecimiento de su Estado palestino con Jerusalén como capital».
Hamas insiste en el derecho del pueblo palestino «a resistir la ocupación por todos los medios» y que «cualquier debate sobre el tema de las armas debe seguir siendo un asunto interno nacional, enmarcado en una vía política que asegure el fin de la ocupación, el establecimiento del Estado [de Palestina] y la autodeterminación».
«Cualquier fuerza internacional, de establecerse, debe desplegarse únicamente en las fronteras para separar a las fuerzas, supervisar el alto el fuego y estar bajo la supervisión plena de la ONU. Debe operar exclusivamente en coordinación con las instituciones palestinas oficiales, sin que la ocupación tenga ninguna participación, y trabajar para garantizar el flujo de ayuda, sin convertirse en una autoridad de seguridad que persiga a nuestro pueblo y su resistencia», insiste..
Rechaza también que la ayuda se someta a la politización y el chantaje en medio de una catástrofe humanitaria sin precedentes creada por la ocupación.

El Patronato del Guggenheim abandona finalmente el proyecto de Urdaibai

«Espainolisten oldarraldiaren aurrean» independentziaren alde agertu dira ehunka gazte Bilbon

«Tienen más poder algunos mandos de la Ertzaintza que el propio Departamento»

La autopsia confirma el crimen machista en Barakaldo; detenido un hombre de 27 años

