Friedrich Merz es el primer jefe de Gobierno de la Unión Europea que se ha reunido con Benjamin Netanyahu en Israel desde que la Corte Penal Internacional dictara una orden de detención contra el primer ministro sionista por crímenes de guerra y contra la humanidad en el marco del genocidio contra el pueblo palestino. Tras cerrar filas este domingo con Israel, Merz le ha dicho a Netanyahu que no puede llevar a cabo «ninguna medida» anexionista en el territorio palestino de Cisjordania y su homólogo israelí le ha contestado que eso es aún «tema de debate».

Ha sido tras su visita al Museo del Holocausto cuando Merz ha destacado la «perdurable responsabilidad histórica» de Alemania por la muerte de seis millones de judíos, lo que parece llevar a Berlín a dar siempre carta blanca al régimen sionista y no cuestionar sus masacres en Palestina. Así, ha insistido en que «Alemania debe defender la existencia y la seguridad de Israel. Esto quedará para siempre de forma inextricable en la esencia de nuestra relación».

Después se ha reunido con Netanyahu para tratar cuestiones relacionadas con la cooperación militar y tecnológica y hablar también de la situación en Cisjordania y en la Franja de Gaza.

En la rueda de prensa conjunta ofrecida tras el encuentro, durante sus palabras introductorias, Merz ha afirmado rotundo que «no puede haber medidas anexionistas en Cisjordania», y ha abundado en que no se puede producir «ninguna medida formal, política, estructural o de otro tipo que equivalga a una anexión».

Al respecto, Netanyahu ha apuntado que el statu quo en Cisjordania «no ha cambiado» y que Israel sigue controlando su seguridad. Y ha añadido que «ese principio se mantendrá en el futuro» y que «no tiene nada que ver con la cuestión de la anexión política, que sigue siendo tema de debate».

En una lectura preliminar, el Parlamento israelí votó a favor de una propuesta para anexionar la Cisjordania ocupada, una medida condenada por varios países, incluido su aliado EEUU. 

El canciller alemán también ha indicado que Alemania –igual que EEUU– trabaja para que el Estado de Israel sea reconocido y aceptado en Oriente Medio, pero ha agregado que su país cree, asimismo, «firmemente» en la solución de dos Estados. Y ha explicado que no reconoció el Estado de Palestina en la Asamblea General de Naciones Unidas, en septiembre, porque ese reconocimiento «es el final del proceso, no el comienzo».

Segunda fase del «plan de paz»

El primer ministro israelí ha afirmado que la segunda fase del «plan de paz» auspiciado por el presidente estadounidense, Donald Trump, para Gaza es «inminente, aunque difícil» y consistirá en «el desarme de Hamas y la desmilitarización» del enclave palestino, sobre lo que primero deberá hablar con Trump, ha dicho. Olvida que también contempla la retirada de las tropas israelíes de la Franja.

Tras esta segunda fase, ha agregado Netanyahu, tendrá lugar una «tercera, que consistirá en desradicalizar Gaza, algo que también se creía imposible, pero que se logró en Alemania y Japón».

El canciller alemán ha expresado la postura «cautelosa» y «esperanzada» de Alemania en referencia a una posible paz duradera en Gaza, ha hecho hincapié en la necesidad de no tomar decisiones precipitadas antes de que transcurran la segunda y tercera fases. También ha reiterado que su país no aplicará sanciones o llevará a cabo ningún tipo de boicot contra Israel, afirmando que «no tenemos ningún interés en dañar la cooperación económica y científica» con el país.

Israel incumplió anteriores acuerdos tras lograr la liberación de prisioneros israelíes contemplada en la primera fase. Este domingo está prevista la entrega, por parte de Hamas, el cuerpo del último israelí que queda en Gaza.

En un momento de su intervención, Merz ha declarado que Israel, debe «rendir cuentas ante el derecho internacional por sus acciones militares», no sin insistir en que «quien inició la agresión es el grupo militante Hamás, al que simplemente no le importa la vida humana ni el derecho internacional».