
El Palacio Kursaal de Donostia acoge este miércoles desde las 19.00 la Junta General de Accionistas de la Real Sociedad. Aunque no se esperan grandes sobresaltos debido a los buenos datos económicos, todo apunta a que la cita tampoco será la habitual balsa de aceite para la directiva que lidera Jokin Aperribay, habida cuenta de que durante este 2025 los resultados deportivos del primer equipo están lejos de los obtenidos en ejercicios anteriores. Tampoco ayudan, en un mundillo tan pegado a lo inmediato, las dos últimas derrotas cosechadas por los de Sergio Francisco.
Según la documentación por el propio club, el curso 2024-2025 se cerró con un resultado positivo de 16,9 millones de euros. Para la campaña 2025-26 se prevé un superávit similar, concretamente 17,8 millones. La no participación en competición europea hace bajar los ingresos hasta un presupuesto de 178,1 millones, pero también caen los gastos, hasta los 160,2 millones.
Dentro de estos ingresos se planteará una subida de los abonos del 2,5%, una medida siempre impopular. A pesar de ello se calcula que esta partida generará 12,07 millones –el 6,77% de los ingresos totales–, frente a los 15 millones del año anterior, debido al Bono Europa que se pagaba adicionalmente por los partidos de competición continental.
En el capítulo de ventas, en las cuentas de la 24-25 se computan 63,5 millones, con la inclusión de ventas como las de Merino y Le Normand. La marcha de Zubimendi al Arsenal se firmó en julio y se registra en el presupuesto de la 25-26, lo cual permite mantener un volumen de ingresos alto. En el capítulo de fichajes, el verano pasado se gastaron unos 50 millones –destacando los 20 pagados por Oskarsson– y las incorporaciones para esta temporada han supuesto unos 22 millones más.
Caída de los gastos de la primera plantilla
Los gastos de personal suponen 86 millones de euros, de los cuales 69 se los come la primera plantilla. Es un descenso de 20 millones en dos años, debido a la marcha de jugadores con fichas altas y al hecho de no tener que pagar primas por competición europea.
Entre los otros gastos cabe recordar las importantes inversiones llevadas a cabo en los últimos años tanto en el estadio de Anoeta como en las instalaciones de Zubieta, donde sin ir más lejos hace unos meses se estrenó el nuevo edificio para los equipos femeninos y el graderío del Z-7.
En estos momentos, la Real cuenta con unos fondos propios de 79,7 millones con los que afrontar cualquier urgencia, mientras que su patrimonio neto asciende a 92,7 millones, un crecimiento del 16% respecto al año anterior.
En la documentación remitida a los accionistas se revela que Yasuda adeuda a la Real 13,4 millones de euros. La firma japonesa fue el sponsor principal de los donostiarras durante dos campañas, en las que su nombre ocupó la parte frontal de la camiseta. No obstante, tras la «redefinición» del acuerdo ambas partes han seguido colaborando, y Yasuda se hizo cargo de los gastos de la gira por Japón en pretemporada. No es el primer patrocinador que da problemas a la Real, en la memoria queda lo acontencido con la firma china Qbao.

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