KONYA, EL FEUDO DE ERDOGAN CONTRA VIENTO Y MAREA
En la tradición sufí conocida como Mevlana el hombre da vueltas para asemejarse a la Tierra. Su cuerpo se convierte así en el transmisor que trae al lo mejor del reino de Alá. En Konya ese hombre es Recep Tayyip Erdogan. Pese a perder la mayoría absoluta, Konya volvió a demostrar su apoyo el AKP: UN 65% de votos.
E n la entrada de una de las muchas mezquitas de la ciudad que vio nacer a Ahmet Davutoglu, los jubilados Hidayet y Ali exprimen su tiempo ayudando a organizar los rezos. Ali dice no saber mucho y deja el peso de la conversación a Hidayet. «Se han hecho muchos comentarios sobre Erdogan. Se le ha atacado de forma rastrera, más propia de una trifulca en un partido de fútbol, sin argumentos. Lo mejor para este país es Erdogan. Él ha traído el progreso y nunca será un dictador, pero para acabar con Gülen –el líder del 'Estado paralelo– ha tenido que ser un poco autoritario», le disculpa. Hidayet confía en Erdogan como si fuese de su familia. Apoya el sistema presidencialista y avisa de que aún no ha dicho su última palabra: «Solo Erdogan puede dar un vuelco a los resultados. Tenemos que confiar en su sistema porque será inclusivo e igualitario».
En un restaurante de comida turca Mustafa repite muchas de las ideas de Hidayet. Para él, el único error del AKP ha sido la gestión de los refugiados sirios: «Tenemos dos millones de personas que crean problemas. Primero hay que llenar nuestro estómago y luego el de los demás. Esto le ha quitado votos y espero que cambie su política».
Los resultados electorales han abierto dos posibilidades: una coalición o nuevas elecciones ante la imposibilidad de conformar un gobierno. «No quiero una coalición y no creo que los partidos se pongan de acuerdo. Un partido fuerte que gobierne en solitario sería lo mejor para el país» augura Hidayet antes de abandonar la conversación por la llamada al rezo del muecín. Mustafa piensa lo mismo: «»La gente ya ha visto que la economía puede sufrir mucho. La Bolsa ha caído y esto cambiará la percepción de los que no votaron por el AKP».
La opresión al movimiento suní por los diferentes gobiernos laicos y de izquierda sigue anclada en el imaginario de esta región que también apoyó al líder islamista Necmettin Erbakan. Para Mustafa, la opción B, una alianza, solo podría darse con el panturco Partido del Movimiento Nacionalista (MHP): «Si el AKP se va con el CHP –kemalistas– puede que no vuelva a votar al AKP. El CHP y los kurdos del HDP están en contra de los musulmanes».
Yusuf y Hasan tienen otro punto de vista. Ellos aseguran votar al MHP, el segundo partido de la región, y afirman que Erdogan usa el sentimiento nacionalista-religioso con fines electorales: “«El AKP se ha aprovechado de que esta región es musulmana. La religión es algo muy importante y Erbakan también consiguió aquí muy buenos resultados. No es solo por Erdogan».
Al igual que el AKP, el MHP es conservador y religioso. Yusuf y Hasan quieren una coalición a pesar de que el líder del MHP, Devlet Bahçeli, haya repetido que no pactará. «Demirel ya dijo que ayer es ayer y hoy es hoy. Las cosas cambian muy rápido en la política y en este caso es lo mejor para el país», insisten para después reconocer los buenos primeros años de Erdogan. «Empezó bien, pero se está volviendo un dictador y por eso no queremos su sistema. Para que el MHP se alíe al AKP se deben de respetar tres cosas: la bandera, el Estado y la religión. Esto es lo más importante, luego ya hablarán de corrupción”.
Un gobierno AKP-MHP hace temer a muchos anatolios por el proceso de diálogo con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Bahçeli ha criticado en numerosas ocasiones la conversaciones. Yusuf y Hasan dicen querer la paz, pero nunca aceptarían llegar hasta el punto que desean los kurdos: una descentralización. «Podemos decir en la Constitución que ellos son kurdos, al igual que hay circasianos. Pero el sistema no puede cambiar porque luego querrán más. Por eso nunca les daremos su autonomía. Los kurdos son utilizados y tenemos que estar juntos por si nos atacan», repiten estos ingenieros que conciben morir por el Estado turco como un honor.
Erdogan ha esparcido en sus años de mandato muchas ideas sobre el dominio turco en Oriente Medio. El neotomanismo ha calado con especial fuerza en Ahmet, un comerciante que regenta un tienda de recuerdos para turistas. La conocida como 'Nueva Turquía' significa para Ahmet una transformación paulatina del Estado turco en el centro musulmán del mundo. Aventura orgulloso que «Damasco, Kirkuk, Alepo... se integrarán en el Estado turco porque seremos los más fuertes de la región, el quinto poder mundial. Seremos el centro que canalice la vida de todos los musulmanes y será con Erdogan».