Ortuzar pide perdón pero sostiene que la sentencia «nada tiene que ver con el PNV»

En un día que ha calificado de «triste» para su partido, Andoni Ortuzar ha comparecido ante los medios con gesto circunspecto para valorar una sentencia que toca directamente la línea de flotación jeltzale. Precisamente por ello, el presidente del EBB ha querido desligar al PNV de los actos atribuidos a quienes fueron altos cargos políticos e institucionales del PNV y que pudieron hacer lo que hicieron por serlo.

«La sentencia relata unas actitudes y actos que nada tienen que ver con el PNV. Al contrario, siempre tendrán al PNV enfrente», ha señalado, después de rechazar sin «matiz ni duda» los hechos objetos de condena. Según ha indicado, en el seno del partido jelkide «condenamos y condenaremos siempre cualquier tipo de corrupción que altere la igualdad de oportunidades, que busque el enriquecimiento ilícito de personas o entidades, o que pretenda buscar atajos o beneficios injustos».

Según ha expuesto el presidente del PNV, «la actividad política no está exenta de tachas como las marcadas en la sentencia hoy conocida», tachas que, ha apostillado, son «inherentes a la conducta humana». Sin embargo, ha defendido en que «la acción política que practica el PNV va dirigida a mejorar la vida y el bienestar de la colectividad vasca», y por ello ha pedido «perdón al conjunto de la sociedad vasca por el hecho de que en nuestro seno también haya podido haber quienes, según la sentencia, han actuado de esta manera tan censurable y tan opuesta a los principios e ideales que siempre han regido este partido». «Pedimos perdón con sencillez y sinceridad», ha insistido. 

Dicho esto, ha insistido en que «la sentencia que hoy hemos conocido no es una sentencia contra el PNV» y que lo que ha sido condenado son «comportamientos y actividades individuales».

Memoria frágil

De hecho, Ortuzar ha salido en defensa de su partido, indicando que «en cuanto conocimos las detenciones y las posteriores imputaciones a los hoy condenados decidimos rápida y eficazmente apartarlos de sus responsabilidades públicas e internas», y que «también procedimos a modificar nuestros propios reglamentos y estatutos, que a día de hoy permiten al EBB suspender cautelarmente de su condición de afiliados a quienes se encuentren investigados en procesos judiciales por corrupción, y en caso de sentencia condenatoria firme, incoar expediente de expulsión del partido».

Pese a ello, cuando se le ha preguntado en qué posición quedan los dirigentes de su partido que en este tiempo han salido en defensa de Alfredo de Miguel y del resto de los imputados, el líder jelkide ha afirmado que solo han criticado la lentitud del proceso judicial y su filtración a los medios, señalando que no tiene «en la memoria» que «nadie haya defendido a las personas».

Sin embargo, en enero del año pasado, el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, además de expresar su solidaridad con los encausados –hoy condenados– por los «ocho años de calvario» que habían pasado, emplazó a ver «qué da de sí» el proceso. «Creo que las personas que conozco, hasta la información que yo manejo, son inocentes», afirmó el presidente del GBB.

Incluso meses después, en setiembre de 2018, el Parlamento de Gasteiz reprobó, con los votos de EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP de forma implícita al PNV y a su portavoz por el apoyo constante que han dado a los acusados.

«Toca estar callados hasta que llegue una sentencia», respondió entonces Egibar. Pues la sentencia ya ha llegado.