‘Apocalypse Now: Final Cut’, regresa el descenso a los infiernos de todas las guerras

Nunca un acercamiento cinematográfico a la guerra de Vietnam –o, tal vez, a todas las guerras– haya resultado tan impactante como esa experiencia titulada ‘Apocalypse Now’.

Francis Ford Coppola se empleó a fondo en su empeño por hacernos partícipes de un vertiginoso descenso a los infiernos de la locura a través de una muy personal y lisérgica relectura del original literario de Joseph Conrad ‘El corazón de las tinieblas’.

Monumental y sobrecogedora, esta película retornará a nuestras salas comerciales a través de un nuevo montaje y una metódica restauración realizada con los últimos avances tecnológicos. Distribuida a nivel estatal por 39 escalones, ‘Apocalypse Now: Final Cut’ podrá ser disfrutada a partir del próximo 3 de julio en lo que promete ser una fascinante experiencia cinematográfica.

Tras ‘Apocalypse Now’ y ‘Apocalypse Now Redux’, con ‘Final Cut’ parece que Coppola por fin ha logrado dar la forma definitiva al filme protagonizado por Martin Sheen y Marlon Brando. Según reveló el propio cineasta «creo que la primera era demasiado corta, y Redux era demasiado larga. Ésta es la mejor».

Nuevas tecnologías para una vieja locura

Además de ser una odisea fílmica que a punto estuvo de enloquecer a Coppola y a su equipo técnico e interpretativo, ‘Apocalypse Now’ también protagonizó una odisea no menos dificultosa debido a que, desde su gestación, fue un proyecto señalado. Así lo explicó Coppola: «nadie quería apoyar ‘Apocalypse Now’ porque todo el mundo esperaba un filme similar a mi anterior trabajo, ‘El padrino’».

«Los estilos de mis películas eran muy distintos y eso no es atractivo», afirmó, tras confesar que además ningún actor quería ir con él a Filipinas, donde se rodó la película dadas las facilidades logísticas y el bajo precio de la mano de obra en el país asiático.

De esta forma, Coppola invirtió en este proyecto todo el dinero que había ganado con ‘El padrino’, ya que ningún estudio de Hollywood quería sufragar los costes, y tampoco contaba con el apoyo de Estados Unidos ni de su Ejército.

El director también reconoció que «en un momento determinado y muy extremo, pensé que no sobreviviría a su rodaje. Debía 30 millones de dólares. Tenía miedo, tenía tres hijos y un viñedo que acababa de comprar, y estaba seguro de que lo iba a perder todo».

A pesar de todo, y en mitad de este caos, acrecentado por la destrucción de buena parte del equipo de grabación cuando un tifón asoló Filipinas, y el infarto que sufrió el actor Martin Sheen, Coppola siguió adelante con el proyecto pese a los riesgos que entrañaba y resumió dicho episodio afirmando: «si quieres hacer arte tienes que aprender a estar cómodo con el riesgo. No se puede hacer arte sin riesgo».

Para llevar a cabo ‘Apocalypse Now: Final Cut’ se utilizó tecnología de control de audio de muy baja frecuencia VLFC, un sistema de altavoces diseñado para emitir sonidos que el oído humano no puede percibir pero que crea un efecto sonoro que hace sentir que el cuerpo vibra.

Además de eliminar algunas secuencias, en su remasterización también se incluyó una tecnología visual que multiplica por 40 la intensidad de los colores y por 10 la de los tonos más oscuros.