El canciller austriaco ya anticipaba, premonitorio, que la reforma migratoria «no funcionará»
El reparto de solicitantes de asilo en la Unión Europea «no funcionará», anticipaba ya ayer el canciller austriaco Sebastian Kurz en una entrevista exclusiva a la agencia AFP antes de la presentación del proyecto sobre refugiados y migrantes por parte de la Comisión de Bruselas.
«Nosotros pensamos que el reparto en Europa ha fracasado y que muchos Estados lo rechazan», aseguró el jefe del Gobierno austriaco, Sebastian Kurz (34 años), en referencia a los países de Europa central que rechazan acoger a migrantes llegados a Grecia o Italia.
«Esto solo funcionará protegiendo mejor las fronteras exteriores, luchando juntos contra los traficantes y enviando ayuda in situ», aseguraba el joven canciller conservador.
Sebastian Kurz recordaba que Suecia, Alemania y la propia Austria son los países que proporcionalmente han recibido más refugiados en la UE en los últimos cinco años.
Austria, que tiene 8,7 millones de habitantes, «ha recibido a más de 200.000 personas en estos años. Tenemos que integrarlos antes de asumir nuevas llegadas», advertía.
Coronavirus
Más allá de refugiados y migrantes, Austria se opuso asimismo el verano pasado al plan de relanzamiento propuesto por Alemania y Estado francés para los países más afectados por la pandemia. Junto con Holanda, lideró la coalición de países «frugales». Estos dieron su brazo a torcer tras lograr un descenso de su contribución.
«No se trata de estar en contra de lo que sea, pero la UE es más que Alemania y el Estado francés, y es una buena cosa. Ambos países «son los más fuertes y más grandes, por lo que tienen cierta propensión a mandar, pero otros países tienen la misma posibilidad de aportar sus ideas y de buscar mayorías», reivindicó.
«Nosotros estamos bien integrados en los «frugales» y somos a la vez un país que tradicionalmente siempre ha tenido buenos contactos con el Este. De ahí que me alegre también de la buena coordinación con el Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia)», señalaba el canciller.
Por contra, y por lo que toca al proceso de toma de decisiones en el seno de la UE, el canciller austríaco se muestra abierto a la propuesta de la presidenta de la Comisión de Bruselas, Ursula von der Leyen, que ha pedido a los países miembros a que tengan el «coraje» de renunciar a su derecho de veto, lo que permitiría sancionar las violaciones de derechos humanos fuera del territorio de la Unión.
«Sobre las cuestiones de política exterior, es posible discutir sobre la oportunidad de la unanimidad o de otros formatos de toma de posición», concluía Kurz.