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Lakua da siete millones a Arcelor por terrenos de Zumarraga y asumirá la descontaminación

El Gobierno de Lakua y la multinacional Arcelor Mittal han cerrado la compraventa de terrenos de la antigua fábrica de Zumarraga, que lleva cinco años inactiva. Se le pagarán siete millones y la Administración asume además el coste de la descontaminación.

Movilización contra el cierre, en 2016. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

El Gobierno Vasco y ArcelorMittal han sellado la compraventa de parte de los terrenos de la antigua fábrica de la empresa ubicada en Zumarraga, sin actividad desde el año 2016, cuando cerró una factoría que contaba con 325 trabajadores.

Menos de un centenar se acogieron a la recolocación en Asturias. Arcelor también echó la persiana el año pasado a la planta de Agurain, mucho menor, que era una de las seis que tenía en Euskal Herria.

El precio acordado para la operación es de siete millones de euros y está previsto que se formalice a lo largo de este mes.

En un comunicado, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente ha informado de que la operación, que se ha llevado a cabo a través de Sprilur, se enmarca en «la política de regeneración que va a reforzar el Gobierno Vasco, para recuperar nuevos ámbitos de actividad económica y minimizar la artificialización de nuevo suelo».

Se trata de un ámbito de unas 15 hectáreas, donde se encontraban, por una parte, los trenes de laminación y, por otra, lo que hasta la fecha constituía el almacén de chatarra, que será trasladado a otra ubicación.

El precio acordado para la compra-venta es de siete millones de euros, tras haber deducido del valor de tasación, tanto la estimación del coste inherente al pasivo medioambiental de los suelos (tareas de descontaminación que asume, en esta ocasión, la parte compradora), como la actuación, que también asumirá la Administración vasca, para sacar a cielo abierto una parte del cauce del río que discurre de forma soterrada por debajo de la antigua fábrica.

Por este acuerdo, la Administración asumirá el coste de la descontaminación de su suelo, teniendo en cuenta además que la actividad que allí se va a desarrollar es distinta a la original.

«Se trata de una actuación de regeneración de un área degradada y, por tanto, enmarcada en lo que debe ser, cada vez más, la misión de Sprilur», han precisado desde el departamento que dirige Arantxa Tapia.

Está previsto que a partir del otoño de 2021 pueda activarse el proceso de desmantelamiento con la correspondiente tramitación para la futura demolición de los edificios existentes, y la intervención para la descontaminación de suelo, así como para la actuación mencionada relativa al río.