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Pablo González sigue sin contactar con su abogado; el Consulado ha realizado gestiones

Gonzalo Boye, el abogado del periodista vasco Pablo González, sigue, un día más sin poder contactar con su defendido, que permanece en detención incomunicada en Polonia por cuarto día. El diputado de EH Bildu Jon Inarritu confirma que el Consulado se ha reunido con el Ministerio del Interior polaco.

Arakatzaile honek ez du bideo elementua onartzen.


El abogado del periodista vasco Pablo González, Gonzalo Boye, sigue sin poder contactar con su defendido cuando se cumple ya el cuarto día de su detención incomunicada en Polonia, según ha señalado este jueves en redes sociales a primera hora de la mañana.

Ayer miércoles, pasadas las 14.00, el presidente español ha aludido al fin al tema. Ha sido en el Congreso de los Diputados, después de la insistencia de EH Bildu, y ha dicho concretamente que al periodista «se le va a dar asistencia consular».

«Estamos en contacto con él a través de nuestros servicios consulares», apostilló el presidente español, sin más precisiones.

Contactos consulares

Según ha relatado a NAIZ el diputado de EH Bildu Jon Inarritu, que ha mantenido contactos con el Gobierno español, efectivamente el Consulado se reunió el miércoles por la noche con el Ministerio del Interior polaco, que les confirmó que el periodista vasco estaba detenido.

En este encuentro, desde el Ministerio del Interior polaco comunicaron que González va a poder acceder a asistencia consular próximamente. Para ello, tiene que realizar el trámite de solicitarla. Asimismo, se espera que pueda tener acceso ya a asistencia letrada.

Junto a ello, es probable que las autoridades polacas envíen hoy el escrito de acusaciones contra González.

González fue detenido hace cuatro días por las autoridades polacas cerca de la frontera con Ucrania cuando desarrollaba su labor como periodista contando los efectos de la guerra. Desde ese momento, fue puesto en detención incomunicada sin poder contactar con su letrado. Ha transcendido que se le acusa de «actuar contra los intereses del Estado polaco».

Cabe supone que González se encuentra en dependencias policiales polacas de la ciudad de Rezszów (cerca de la frontera con Ucrania). Su defensa ha explicado a NAIZ que ha mantenido este martes contactos con la Fiscalía para conocer detalles de la acusación, pero las autoridades ucranianas le han exigido un poder notarial que confirme a Boye como abogado del periodista.

Sin embargo, a la vez, han negado la posibilidad de que el notario acuda argumentando que González se encuentra incomunicado.

Para Boye, esta incomunicación no tiene otro objetivo que «quebrar la voluntad» del detenido, y no obtener información.

De momento, únicamente se conoce que le imputan «acciones contra el interés del Estado polaco». González se encontraba en Polonia cubriendo la información relativa a los efectos que la guerra en Ucrania provocaba en ese país. De este modo, ha realizado en los últimos días varias conexiones en directo en la televisión La Sexta.

La detención de González ha provocado protestas en distintos ámbitos. En el político, EH Bildu solicitó el lunes información de su situación en los parlamentos español y europeo a través de Jon Iñarritu y Pernando Barrena. Como este martes seguían sin noticias, Iñarritu ha expresado su denuncia por esta preocupante situación en redes sociales.

Horas más tarde, en su cuenta de Twitter, el diputado de EH Bildu ha informado de que finalmente el Ministerio español de Exteriores se ha puesto en contacto con él para informarle «de las gestiones desde el primer momento para que tenga asistencia consular» y se ha comprometido asimismo a «realizar las labores oportunas para que tenga acceso a su defensa».

Este miércoles, la diputada Mertxe Aizpurua ha aprovechado el Pleno del Congreso para hablar sobre el tema con el ministro de Exteriores, Juan Manuel Albares, como recoge esta imagen.

Además, en la sesión Aizpurua ha exhortado a Pedro Sánchez a actuar para solucionar el caso de Pablo González: «Ahora Polonia con su detención le ha impedido continuar, bajo infundadas e inverosímiles acusaciones, su labor informativa sobre la guerra en Ucrania. Por eso, pedimos su inmediata liberación a Polonia, y le pedimos a usted señor Sánchez que interceda y haga lo posible por su liberación».

La portavoz de EH Bildu en el Congreso ha puesto en valor el trabajo de todos los periodistas que «se están jugando la vida» para informar sobre esta guerra.

Lakua, pendiente de su situación

En la rueda posterior al Consejo de Gobierno, el martes el portavoz de Lakua, Bingen Zupiria, ha afirmado que desde el Ejecutivo se encuentran siguiendo la situación del periodista vasco.

«El Gobierno Vasco sigue la situación de Pablo González, vecino de Elantxobe, que se encuentra detenido en Polonia», ha explicado Zupiria. Además, ha confirmado que desde la Secretaría General de Acción Exterior están en contacto tanto con la familia de González como con el Ministerio español de Asuntos Exterior «para solucionar este caso».

El Ayuntamiento de Nabarniz exige su liberación

El Ayuntamiento de la localidad vizcaina de Nabarniz, de la que González es vecino, ha mostrado su solidaridad, protección y ayuda al periodista y a su familia. «Sabed que no estáis solos y que este Ayuntamiento de Nabarniz hará todo lo que esté en su mano para ayudaros», ha indicado en una nota de prensa.

Junto a ello, exige a las autoridades polacas la inmediata liberación de González «porque el periodismo no es de ninguna manera un delito, y eso es lo que Pablo ha estado haciendo en Polonia y Ucrania: informar».

«Todos los estados deben proteger la libertad de prensa y garantizar que los y las periodistas puedan trabajar, en cualquier lugar del mundo. La información que nos proporcionan los y las periodistas es fundamental para conformar nuestra opinión, y sin información nuestra libertad está coja», añade el Ayuntamiento de Nabarniz.

«Pero a algunos poderes les son incómodos los y las periodistas indepdendientes, que trabajan fuera de los canales y de los punto de vista oficiales, e intentan silenciarlos. De esto es prueba la persecución que está sufriendo Pablo y su familia por parte de los servicios de inteligencia españoles, que debemos denunciar: no es legítimo seguir y controlar a ciudadanos inocentes», subraya.

Su letrado pide protección a la consul española

Gonzalo Boye, abogado de Pablo González, ha pedido a la cónsul española en Polonia que conceda al periodista vasco «protección diplomática a la mayor brevedad posible» para favorecer su puesta en libertad «con él sano».

Pablo González, durante su estancia en Ucrania para informar de lo que estaba sucediendo. (PABLO GONZÁLEZ)

El letrado expresa así, a través de una carta, su inquietud por la integridad física de su defendido, que se encuentra en situación de incomunicación, lo que a su juicio solo «puede tener como finalidad la de doblegar su voluntad con fines desconocidos» hasta el momento, ya que no se le facilita información de ningún tipo.

El abogado recuerda que Pablo González «no está en condiciones de solicitar personalmente» la asistencia y protección consular, debido a la detención irregular a la que está siendo sometido por las autoridades polacas, que le tendrían retenido en las instalaciones policiales de la ABW de Rzeszow.

Boye denuncia que las autoridades de Polonia, que no se han identificado en sus comunicaciones, le trasladan que le podrán informar «parcialmente» del procedimiento contra Pablo González si cuenta con un poder notarial emitido conforme a la legislación polaca y otorgado por el propio detenido, cuando, tal como alega el letrado, este se encuentra incomunicado. «Dicho más claramente, se nos impone un requisito de imposible cumplimiento».

El abogado afirma que, en este tipo de situaciones, «el tiempo es esencial» y, por eso, agradece «que esta protección se haga efectiva a mayor brevedad posible porque una medida de las características de la que está sufriendo» el periodista, «es incompatible con los derechos garantizados» en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y «solo puede tener como finalidad la de doblegar su voluntad con fines que, por ahora, desconocemos».