INFO
Elkarrizketa
Joseba Rodríguez "Haito"
Entrenador del ZEV Zuazo

«Estamos empezando a disfrutar e irme ahora sería como dejar el proyecto a medias»

Joseba Rodríguez, más conocido como "Haito" (Basauri, 1980), va a cumplir el próximo curso cinco temporadas al mando del Zuazo. En 2018 el club apostó por él para afianzar un proyecto, para encontrar estabilidad después de unos años convulsos, y el basauriarra cree que ha puesto su granito de arena.

Joseba Rodríguez "Haito" cumplirá cinco temporadas en el Zuazo. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Para Joseba Rodríguez no existe el descanso. En los dos últimos 10 días de parón liguero –Zuazo jugó su último partido antes del parón el 13 de abril– se ha centrado en un máster de entrenadores. Admite a NAIZ que se le hace duro «estar tantas horas delante del ordenador» pero está satisfecho. Está contento también por seguir un año más en el Zuazo, cerca de casa y no se arrepiente por rechazar ofertas de otros equipos de División de Honor. Valora la cercanía y el sentirse querido y respetado. El reto para las últimas cuatro jornadas será tratar de alcanzar el octavo puesto, un reto complicado pero ilusionante para terminar la temporada.

Ha renovado por una temporada más con el Zuazo. ¿Cómo se encuentra?

Tenía ganas de seguir. Sí que es cierto que este año ha sido el primero que he tenido alguna oferta de fuera, de algún otro equipo de la liga para irme fuera de Euskal Herria. Pero tengo una niña de 5 años y me gustaría pasar cerca de mi familia el mayor tiempo que pueda. Mi mujer me animaba a marcharme pero la verdad es que no me ha dado pena decir que no, supongo que será porque estoy en el sitio donde quiero estar; si no, estaría dándole vueltas. Estoy a gusto con la plantilla, con el club, estoy cerca de casa, así que no puedo pedir más. 

En declaraciones al club decía que era el mejor momento para renovar porque el proyecto está cerca de afianzarse. 

Sí, eso es. Cuando yo cojo el equipo hay una renovación de la plantilla por completo. Llegan 9 jugadoras. De 15 jugadoras que formaron la plantilla, 9 eran nuevas. El club venía de una bonanza económica en el que hizo un super plantillón; la temporada anterior estuvieron María Luján, Buforn, Amaia González de Garibay, Temprano… Fue un año en el que se esperaba muchísimo de Zuazo, se pegaron el batacazo y tuvo consecuencias económicas también. Ha sido un proceso duro de cuatro años, de pelear, de estar ahí abajo, que siempre te vean como candidato al descenso, de poco a poco ir sacando la cabeza… Y este año, que nos han ido las cosas muy bien, ahora que estamos sacando la cabeza –no la hemos sacado del todo–, ahora que estamos empezando a disfrutar, irme sería como dejar el proyecto un poco a medias. Me gustaría disfrutar de todo el trabajo que hemos hecho estas últimas cuatro temporadas. 

«A la vez que valoro estar cerca de la familia, también valoro mucho sentirme así de querido»

La próxima temporada va a ser la quinta. Hay buena sintonía entre club y entrenador, ¿no?

Sí, siempre la ha habido. Siempre me he sentido muy querido. Zuazo quizá tiene una cosa mala dentro de la liga porque no es un club profesional 100%. Nosotros nos miramos mucho en lo que tenemos al lado y encima, en lo que funciona, que es Bera Bera. Es un club profesional, con gente que trabaja al 100% dentro del club y ahí están sus éxitos, muchos de ellos derivados de todo lo que hay entorno al club, de gente como Tati [Garmendia], Jabi Otermin y etcétera que trabajan para que en el Bera Bera las cosas funcionen y las jugadoras y el entrenador se tengan que preocupar solo de entrenar y de jugar. Aquí es un poco más familiar, hay mucha colaboración de gente de la base que ayuda en los partidos y eso tiene su punto malo porque no compites en igualdad de condiciones con otros equipos que tienen una estructura más profesional, pero es cierto que se agradece el cariño y la voluntad de ayudar en lo que sea. A la vez que valoro estar cerca de la familia, también valoro mucho sentirme así de querido. 

¿Qué le está aportando entrenar en División de Honor femenina?

Una experiencia increíble. Cuando llegué al Zuazo, me acuerdo que cogí el equipo con muchísimo respeto. Había entrenado en División de Plata masculina pero venía de entrenar en Primera Nacional en Trapagaran, era de nivel amateur 100%, se competía pero el nivel del club, la exigencia, los entrenamientos eran muy amateurs. Y llegar a un equipo en el que había jugadoras en selecciones nacionales absolutas y con una trayectoria como podía tener Ainhoa, que había jugado unos Juegos Olímpicos, a un entrenador como yo, que no tenía experiencia ninguna, imponía bastante. Sin embargo, a la vez que he contribuido en el crecimiento del Zuazo, es obvio que el Zuazo me ha ayudado a mí a crecer como entrenador y a madurar como técnico y como persona. 

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje?

A nivel de entrenador, me ha servido para adquirir un montón de destrezas que antes no tenía. Entrenas cinco días a la semana, antes solíamos entrenar tres, llevas la preparación física, te encargas de un montón de cosas que te hacen evolucionar. Ahora me siento mejor entrenador de lo que era cuando llegué a Zuazo. A nivel personal, el tener que llevar un equipo que compite en la máxima categoría, donde los problemas siempre se magnifican porque la presión por ganar es mucho más grande que en un equipo amateur, te hace ser más empático a la hora de tratar con las jugadoras, tienes más sensación de ser un líder del grupo porque ves que la gente te respeta.

«Yo estoy muy contento con el trabajo, ellas se han ganado la renovación en la cancha y creo que todas merecen continuar. Van a ser ellas las que tengan la última palabra»

Ha mencionado que está satisfecho con la temporada y decía en declaraciones al club que todas las jugadoras merecen renovar por un año más. ¿Se espera alguna baja? 

Alguna baja sí se espera. Se sabe que alguna jugadora que no va a seguir y va a ir a otro club. Nosotros tenemos claro que si alguna jugadora decide ir a otro proyecto siempre que sea por su crecimiento y evolución, lo vamos a ver como bueno, porque las jugadoras merecen crecer, no solo con el Zuazo y hacer que el Zuazo sea más grande, sino también el ir a clubes mucho más grandes que el Zuazo, que los hay. Lo que queremos, sobre todo, es que siga el mayor número de gente. Yo estoy muy contento con el trabajo, ellas se han ganado la renovación en la cancha y creo que todas merecen continuar. Van a ser ellas las que tengan la última palabra: si deciden apuntarse al proyecto o si deciden cambiar de aires, y les desearemos toda la suerte del mundo.

Joseba Rodríguez a la derecha de la imagen, concentrado en un derbi de la pasada temporada. (Andoni CANELLADA/FOKU)

Supongo que este año era un reto mantener el nivel sin Ainhoa Hernández, Maddi Aalla y June Loidi. ¿Cómo fue afrontar esa situación?

Te voy a reconocer que al principio te da un poco de vértigo. Estamos hablando del final de la temporada pasada, cuando se dan a conocer todas las bajas. Nosotros, a nivel interno, nos enteramos en febrero-marzo que las jugadoras no van a seguir. Te da un poco de vértigo el ver que empiezan a caer las jugadoras una tras otra, piensas que va a seguir como un efecto dominó y que tienes que hacer un poco de cortafuegos para que no se caiga todo el castillo que has ido montando. Al final, conseguimos mantener un montón de jugadoras de la plantilla y agradezco mucho a las jugadoras que con lo dura que fue la temporada decidieran continuar en el proyecto. Creo que eso dice mucho de ellas y también de nuestro trabajo.

Luego lo que haces es ponerte a buscar soluciones porque si te quedas lamentándote, el resto de equipos siguen reforzándose y te quedas a la cola. Lo primero que hicimos fue encontrar recambios de garantía para las jugadoras que se iban, y una vez que lo conseguimos, insuflarles mentalidad ganadora y confianza. Todos los mensajes que venían de fuera eran súper negativos –de aficionados, de otros clubes, de gente que sigue la liga, de prensa…–; nos ponían como un equipo que no iba a ganar ningún partido. Lo que se hizo durante toda la pretemporada era intentar meter a las jugadoras en la cabeza que no éramos un equipo de la parte baja, que este año, a pesar de las bajas, teníamos un gran equipo, equipo con mayúsculas y que teníamos que demostrar y que teníamos que callar bocas a todo el mundo que nos colocaba abajo. Las jugadoras se han mentalizado muy rápido de ello y el resultado ahí está. Para mí, ha sido una temporada sobresaliente. Aunque aún queden cuatro partidos yo ya la tacharía de sobresaliente.

¿Y qué jugadora le ha sorprendido? 

Dentro de cancha, Alba Sánchez siempre ha sido una líder, siempre ha sido una referente, de hecho ha pasado a ser la capitana y no me ha sorprendido que siguiera tirando del carro. Jugadoras que han dado un paso gigante, sobre todo, ha habido dos: Mada [Fernández-Agustí] y Maddi [Bengoetxea]. Creo que son las dos jugadoras que a nivel deportivo más se ha notado su evolución; Ane Encina creo que también ha hecho una temporada espectacular –tal vez, la mejor de las cuatro que lleva aquí con nosotras– y creo que el equipo se ha apoyado en ellas y ha crecido a la par que ellas. Alba ya era una líder y se ha mantenido, es una pieza a destacar por la importancia que tiene para nosotras, y las otras tres han ayudado a que el equipo tuviese confianza. 

Restan cuatro partidos de liga, están a cinco puntos del octavo puesto que ocupa Aula Valladolid. Sería su mejor puesto en las cuatro temporadas. ¿Cómo lo ve?

Está muy complicado. Guardaba la esperanza de que Morvedre le hubiera podido ganar a Aula el pasado fin de semana y nos hubiera echado un cable. El Aula con conseguir tres puntos ya lo tendría hecho y a nosotros se nos complica porque encima tenemos un calendario complicado; en casa podríamos decir que es un calendario favorable porque jugamos contra dos equipos que ya están descendidos pero los dos partidos que tenemos fuera, tanto el de Málaga como el de Valladolid en la última jornada, son muy complicados. Estamos obligadas a ganarlo todo.

Vamos a empezar con el partido contra Sant Quirze que además, en caso de victoria o sumar un punto, sellaríamos matemáticamente la salvación y sería un hecho a destacar porque era el objetivo principal. Vamos a pelearlo como estamos haciendo en todos los partidos y aunque no se consiga, te puedo garantizar que iremos a Valladolid con el mismo ansia de ganar que si nos estuviéramos jugando el octavo puesto. 

«Creo que las jugadoras se merecen el reconocimiento por parte de toda la gente del trabajo que han hecho esta temporada»

Ojalá sea el partido decisivo. 

Sí, sería bonito jugarte en Valladolid en la última jornada el octavo puesto y, obviamente, conseguir la victoria. El equipo se lo merece. Es cierto que se lo merece todo el mundo, el Aula dirá lo mismo, pero yo miro a mis jugadoras cómo han luchado, cómo han peleado, cómo se han sobrepuesto a la negatividad que teníamos alrededor del equipo y creo que por lo menos, se merecen si no es el octavo puesto, el reconocimiento por parte de toda la gente del trabajo que han hecho esta temporada. 

Aún es temprano para marcar objetivos de la próxima temporada, pero decía que le gustaría clasificar a la fase final de la Copa. 

Sí. La Copa es la competición favorita de todos los equipos. Es una semana muy especial, son tres días muy especiales, todo el mundo está pendiente de esa competición y se vive un ambiente de balonmano muy bonito. La última experiencia que tuvimos fue en Lasesarre, cuando organizamos la Copa, y desde entonces no hemos conseguido volver a una fase final. Por eso tiene importancia conseguir el octavo puesto. Cuando tienes que venir de la fase previa tienes que tener mucha suerte en el sorteo, que no te toque uno de los cocos y que tengas más posibilidades a dos partidos de poder pasar, pero yo veo al equipo capacitado de conseguirlo. Este año al Málaga ya le dimos un susto en la Copa, luchamos hasta el final, y por qué no pensar que el año que viene, aunque no consigamos la octava plaza y tengamos que disputar la fase previa, lo vamos a lograr. Esperamos que la bola del sorteo no sea muy caprichosa y nos permita por fin volver a vivir una fase final de la Copa.