INFO

Preguntan si el ascendido De Miguel ejerce sus funciones «estando en casa»

Arantxa Tapia ha acabado reconociendo al Parlamento que «el Sr. Alfredo de Miguel cuando ha acudido a conferencias o cursos siempre ha acudido en nombre de Itsas Garapen Elkartea y no en el suyo propio». Ahora surge otra pregunta...

La consejera Arantxa Tapia en un acto público. (Endika PORTILLO | FOKU)

Al día siguiente de que el Tribunal Supremo confirmara una condena contra Alfredo de Miguel de 12 años y 4 meses, además de inhabilitación especial para empleo o cargo público, por los delitos reiterados de asociación ilícita, blanqueo de capitales, falsedad documental, malversación y cohecho, la consejera Arantxa Tapia anunció desde una sidrería de Astigarraga, que tanto él como otro de los condenados, Koldo Ochandiano, habían sido apartados de sus funciones en la Fundación Hazi y en el Parque Tecnológico de Araba.

Tapia explicitó que «ninguno de los dos acudió ayer a su puesto de trabajo, pese a que aún no se han hecho efectivos sus despidos», y que a los dos se les comunicó la decisión de despedirlos y «están en sus casas». «Si tienen alguna tarea que finalizar, la finalizarán, pero no tiene ningún sentido ni encomendarles nuevas tareas ni nuevas actuaciones», concluyó la consejera.

Máxima responsabilidad

Según documentación recién enviada por el Departamento de Arantxa Tapia al Parlamento, el puesto de trabajo consolidado de Alfredo de Miguel dentro de Hazi es «de categoría C, en el área de Coordinación con Agentes Locales». Sin embargo, «desde 2015 sustituye de manera temporal a una persona en excedencia forzosa» (alcalde del PNV de una localidad costera que no optará a la reelección) y se añade que «de manera interina y mientras dure la excedencia forzosa indicada, ocupa un puesto de categoría B con un complemento de funciones hasta la categoría A».

Esto supone que Alfredo de Miguel ocupa un puesto de la máxima categoría y responsabilidad en una fundación pública, y la descripción de sus funciones concretas ocupa 44 líneas en dos folios. Entre ellas están «participar activamente en la identificación, definición y desarrollo técnico de proyectos consorciados», «participar en la gestión de las personas que componen el equipo profesional asignado» o «participar en la difusión gestión y valoración de las ayudas relacionadas con el medio rural y litoral», entre otras.

Pregunta de Josu Estarrona

Arantxa Tapia hizo el anuncio de que Alfredo de Miguel «está en su casa» el 11 de enero, hace ya casi un mes, pero con fecha de 7 de febrero asegura que sigue con toda esta larga lista de responsabilidades. Por otro lado, la notificación de la sentencia del Supremo está demorada sin fecha.

Ante ello, el parlamentario de EH Bildu Josu Estarrona ha preguntado a la consejera si De Miguel está desarrollando sus tareas por teletrabajo y por qué, puesto que todavía no ha sido despedido. En qué norma de HAZI se ampara la decisión y si está llevando a cabo todas las responsabilidades del puesto al que fue ascendido en 2015 y por el que también aumentó su salario.

Rectificación de Tapia

Por otra parte, a primeros de año trascendió que a pesar de su condena, Alfredo de Miguel había estado realizando tareas de representación Itsas Garapen Elkartea manteniendo reuniones con el Ministerio, realizando viajes oficiales a Galiza y recogiendo premios. Incluso figuraba como «manager» en documentación de la Unión Europea.

Desde el Gobierno, incluido el lehendakari, lo negaron reiteradamente, por lo que Estarrona preguntó también si cuando Alfredo de Miguel «ha dado conferencias o cursos o al recibir algún premio, ¿en nombre de quién lo ha hecho? ¿En el suyo propio?».

La respuesta de Tapia ha sido, textualmente, que «el Sr. Alfredo de Miguel cuando ha acudido a conferencias o cursos siempre ha acudido en nombre de Itsas Garapen Elkartea y NO en el suyo propio». Llama la atención ese «NO» en mayúsculas que se encuentra en el escrito oficial.

Aparentemente al menos, no hay diferencia entre «acudir en nombre» de una institución pública o ir en su representación. Por lo que la respuesta de Arantxa Tapia parece toda una rectificación sobre declaraciones anteriores.