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Inauguración «encubierta» de la pasarela del Labrit, cuya reparación ha costado 1,4 millones

Después de seis años y medio cerrada al tránsito, la reparada pasarela del Labrit ha sido inaugurada de forma «encubierta» por Navarra Suma y sin la presencia de los grupos de la oposición. La reforma ha tenido un coste de 1,4 millones, más del doble de lo que supuso la original.

Imagen de la reparada pasarela del Labrit de Iruñea. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

El alcalde de Iruñea, Enrique Maya (Navarra Suma), ha inaugurado de manera «encubierta» la reparada pasarela del Labrit en un acto al que no han asistido los grupos de la oposición en señal de protesta. La obra ha tenido un coste de 1,4 millones de euros, más del doble de lo que costó la original en 2010 y que supuso un desembolso de 680.000 euros.

«Ya está, ya está abierta al uso público», ha sostenido en el momento de su apertura Maya, quien ha asegurado que era «una demanda importante» de la ciudadanía y después de «mucho tiempo» y un proceso «muy complejo» ya está a disposición del público, por lo que ha asegurado que están «muy contentos».

Con una sensación de «liberación» ha asegurado recibir el cierre de un expediente que ha sido «muy duro», al tiempo que ha apuntado que «tampoco debemos echar cohetes, porque si hubiera estado bien hecha no hubiera pasado todo esto».

El alcalde ha asegurado que el coste de la reparación será reclamado a las partes intervinientes en el proceso, aunque ha reducido sensiblemente la cifra del coste real de la misma, que el propio Ayuntamiento ha cifrado en una nota en 1,4 millones.

Maya ha reiterado que siempre ha defendido que es «más fácil» reclamar algo cuando «lo has reparado, sabes lo que ha costado, lo tienes todo perfectamente detallado, incluso con actas notariales para saber cuáles eran los problemas y cuáles las soluciones, que sin pasarela intentar reclamar el dinero con un expediente casi como si fuera una multa de tráfico: nos debéis 800.000, pagarlo».

Malestar de la oposición

Una visión bien diferente es la de los grupos de la oposición, que no han acudido al acto. EH Bildu ha señalado a través de una nota que no ha asistido a la «inauguración encubierta por la negativa de UPN a realizar la visita que reiteradamente ha solicitado la oposición».

«Lo de hoy no es una visita de trabajo de la Comisión de Urbanismo, algo que llevamos insistentemente demandando desde hace meses, sino que se trata de una inauguración encubierta, una foto de la vergüenza en la que no podemos participar sin que la ciudadanía que ha asistido atónita a esta chapuza nos los reproche», sostiene el grupo abertzale.

«No obstante, eso no quiere decir que no pongamos en valor que, por fin, después de casi cuatro años desde que Maya llegase a la alcaldía, esta infraestructura se reabra de nuevo pese al despilfarro económico que ha supuesto su arreglo», aclara EH Bildu. «La ciudadanía no tiene por qué pagar los platos rotos de unas decisiones por las que las derechas tendrán que dar cuentas», añade.

Para EH Bildu, la apertura de la pasarela «no significa el punto final de la obligación de fiscalizar la acción del gobierno que la ha impuesto ni de la obligación de pleitear por todo el dinero que se ha despilfarrado». «Para nosotras y nosotros, aquí no se acaba nada. Se reabre la pasarela, pero debemos recuperar el dinero invertido en una infraestructura fallida que debe compensarse por parte de quienes fueron responsables de este desaguisado», sostiene. «Y debemos recuperar hasta el último euro gastado, algo que a día de hoy está sin asegurar», remacha.

Por su parte, el grupo municipal del PSN ha decidido no acudir como protesta «al derroche y a la gestión oscurantista y unilateral de Navarra Suma», según ha señalado a través de una nota. Considera, como ha venido señalando, que «esta es una infraestructura necesaria», pero que «no se debía haber gastado hasta tres veces el dinero de la ciudadanía en ella, sino que la reparación debería haber corrido a cuenta de los responsables de sus fallos».

Asimismo, ha denunciado el modo en el que Navarra Suma anunció esta visita, mediante una adenda a la Gerencia de Urbanismo, «sin indicar si se iba a abrir o no al público y buscando engañar a los grupos para que respalden una gestión que llevamos mucho tiempo criticando».

«Navarra Suma ha alargado sin razón los tiempos de reparación, ha derrochado el dinero de la ciudadanía y, ahora, ha planteado a última hora una fotografía en esta infraestructura con intereses claramente electoralistas», ha concluido.

Y Geroa Bai también ha hecho pública una nota en la que señala que ha decidido no acudir, porque, aunque se alegra «de la puesta en funcionamiento para la ciudadanía», no puede dar por buena «la gestión realizada por parte de Navarra Suma».

La coalición aclara que la pasarela «ha sido hasta ahora un monumento a la falta de transparencia, la mala gestión y el despilfarro económico por parte del Ayuntamiento». Y asegura que estará pendiente «de la gestión del expediente de daños para intentar recuperar todo el dinero gastado en la reparación de esta pasarela».

Un ‘culebrón’ de años

Inaugurada en 2010, los primeros problemas de la pasarela del Labrit se detectaron en 2016, por problemas de oxidación y deterioro de algunas placas de acero. Tras varios cierres puntuales para realizar trabajos de mantenimiento, se cerró provisionalmente al tránsito peatonal el 5 de julio de 2016 y definitivamente en el mes de septiembre de ese mismo año.

De hecho, en 2018, la pasarela fue envuelta con una red de seguridad para impedir la caída de elementos sobre la calzada

En febrero de 2019 y durante la alcaldía de Joseba Asiron se llegó a plantear que la pasarela fuera desmontada y retirada tras conocerse el informe definitivo de una consultora externa que concluía que presentaba «problemas irresolubles», por lo que «no es viable repararla» y, por tanto, por seguridad, debía ser retirada.

A esa fórmula se oponía radicalmente Maya, quien llegó a asegurar que «en dos días» se solucionaba el problema. Cuando regresó a la Alcaldía en junio de 2019 tras los comicios municipales de ese año, retomó su idea de reparar la pasarela ante el rechazo frontal del resto de grupos municipales, que advertían del riesgo de parchear una infraestructura con problemas de origen y asumiendo el coste de la reparación fiándolo todo a que después se cobre el dinero invertido reclamando a quienes hicieron la infraestructura original.

Finalmente, no fueron los dos días augurados por Maya, sino que, con la legislatura en su recta final, han terminado unos trabajos de reparación que se han ido alargando mucho más de lo previsto y que han tenido un coste mucho más elevado de lo presupuestado inicialmente.

Como ha reconocido el propio equipo de gobierno de Navarra Suma a través de una nota al respecto, las obras de refuerzo y reparación han tenido un coste de 807.214 euros, a los que hay que sumar los estudios y trabajos técnicos encargados desde 2016 hasta la actualidad, además del proyecto de reparación, inspecciones y andamiaje, y de otras actuaciones alrededor de la propia infraestructura, alcanzando un gasto total de 1,4 millones de euros.

Los problemas detectados en la pasarela y las reformas llevadas a cabo han sido detalladas por el director de Conservación Urbana, Óscar Esquíroz, quien ha apuntado, entre otras cuestiones, que «había problemas de ausencia de soldadura en puntos importantes y de defecto de soldadura».

«Realizar esa soldadura ha sido un proceso muy lento que multiplicaba por equis la cantidad del dinero y por tres equis el tiempo necesario para realizar el trabajo y esto es lo que ha llevado a un incremento del coste totalmente imprevisible y sobre todo un incremento grande del tiempo de ejecución», ha aseverado.

Al respecto, ha apuntado que «se han sustituido unas 42 o 43 toneladas de las 125 que tenía la pasarela y se ha llevado a cabo una soldadura que es al menos un 30% mayor en longitud de la realizada inicialmente. Se ha añadido muchísima soldadura que es algo absolutamente necesario».

Con la inauguración «encubierta» de Navarra Suma, la pasarela del Labrit vuelve a estar operativa, aunque quedan pendientes varias cuestiones. Por un lado, qué sucederá con ese millón largo que ha invertido el Consistorio en la reforma a instancias de Maya, es decir, si finalmente lo recuperará la ciudadanía. Y la segunda, si con esa reparación será suficiente.