Un imperial Tavares y Williams-Goss apagan el fuego en Belgrado y el Madrid sigue vivo (80-82)
El Real Madrid ha dado un golpe de autoridad en Belgrado y, en mitad de un ambiente hostil, se ha ganado el derecho a jugar un cuarto partido en la eliminatoria de Euroliga que le enfrenta contra el Partizán. El Mónaco recupera el factor cancha con un sólido triunfo en Tel Aviv (78-83).
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El tercer encuentro de la eliminatoria entre Partizan y Real Madrid, a disputarse en Belgrado, llegaba caldeado tras la trifulca del último partido disputado en el WiZink Center de Madrid, tras el cual la Euroliga llevó a cabo varias sanciones. Los serbios tenían un 2-0 a su favor, por lo que una victoria más dejaba fuera al equipo español.
Sin embargo, el Real Madrid, guiado por el poderío en la pintura de Walter Tavares (26 puntos, 11 rebotes, 41 de valoración) y la constancia de Nigel Williams-Goss, ha dado un golpe de autoridad (80-82) y se ha ganado el derecho a jugar un cuarto partido en la eliminatoria de Euroliga, el jueves en Belgrado.
Llegaba el conjunto blanco al infierno del Stark Arena, que les ha abierto las puertas con una atronadora pitada en el calentamiento, para purgar allí sus pecados. El deportivo, que le había llevado a tirar el factor cancha por tierra al perder los dos enfrentamientos en casa. Y el de la ira, desatada sobre la cancha en el cara a cara más reciente, con un todos contra todos que causó sonrojo y sanciones llamadas a condicionar el tercer envite.
Así, los anfitriones se han presentado sin dos grandes referentes como Kevin Punter y Mathias Lessort. Y el rival desprovisto de otros dos jugadores importantes como el francés Guerschon Yabusele y el argentino Gabriel Deck. Ante esas bajas, todo se hacía más incierto y entraban en la ecuación factores como la capacidad de dar un paso al frente de algunos efectivos o el público.
Este ha tenido un papel relevante en el inicio, empujando a los suyos y haciendo ruido cada ataque de un Real Madrid apocado que ha fallado de pleno durante dos minutos y medio. Mientras el Partizán se recreaba en cada ataque hasta firmar un intimidante parcial de salida de 12-0.
Ha taponado la herida Williams-Goss con dos libres y, roto el hielo, han comenzado a evolucionar los de Chus Mateo hasta situarse a cuatro. Ha durado poco la felicidad, hasta que el equipo serbio ha encendido la máquina de hacer triples para alejarse de nuevo y mantener una renta cómoda a la finalización del primer cuarto (32-19).
A esas alturas necesitaban soluciones los madridistas. Y ha sido entonces cuando ha aparecido Tavares. Alcanzado pases casi en el techo del pabellón y moviéndose con soltura bajo el aro, dando el callo además en la faceta reboteadora, ha dejado seis puntos en un parcial de 0-9 durante un tramo donde el Partizán ha estado cuatro minutos sin sumar.
Esa reacción ha estimulado al Real Madrid hasta dejarle solo a dos con el paso de los minutos y con opciones incluso de ponerse por delante justo antes del descanso (48-45, min.20).
Resistiendo las acometidas locales
Tras el paso por el vestuario, los visitantes han intentado con triples, pero sin demasiado acierto. Pero ante un contrario que también fallaba, ha certificado su intención cuando se cumplían cuatro minutos del tercer acto gracias a un lanzamiento exterior exitoso de Mario Hezonja. A partir de ahí, los de blanco se han encontrado mucho más cómodos. Y eso les ha ayudado no solo a resistir las acometidas del Partizán, sino a marcharse por delante (63-66) al paso por banquillos de la media hora.
El Madrid ha aguantado el equilibrio a base de intensidad pero de nuevo desperdiciando oportunidades para abrir la brecha. Ni siquiera un triple de James Nunnally que ha vuelto a poner por delante a los de Zeljko Obradovic ha descompuesto al Real Madrid. Insistiendo en Tavares como carta ganadora, han logrado llegar igualados a 77 puntos a falta de 45 segundos. Sin embargo, no ha sido el pívot sino Williams-Goss quien ha sellado la victoria con un triple con solo 25 segundos por jugar.
El Mónaco recupera el factor cancha
Por su parte, el Mónaco ha logrado remontar la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga que le enfrenta contra el Maccabi de Tel Aviv y se ha puesto 2-1 arriba tras imponerse en el primero de los partidos disputados en tierras israelíes (78-83).
Afrontaban su viaje lejos de casa los monegascos con la obligación de ganar al menos uno de sus dos encuentros en una cancha donde en la fase inicial solo habían salido triunfales el Barcelona y el Estrella Roja. Tarea pues complicada, para lo cual era necesario emerger valientes.
A lomos de uno de sus recursos más fiables, el lanzamiento perimetral, ha hecho daño de inicio con 12 de sus primeros 17 puntos conseguidos desde la larga distancia. Mientras al Maccabi le costaba dar continuidad a sus ataques, algo que ha ido corrigiendo con el tiempo hasta acabar el primer cuarto solo seis abajo (16-22).
Esa desventaja la ha anulado rápido en la vuelta al parqué gracias a un parcial de 8-2, cerrado con cinco puntos de Bonzie Colson. Los mismos seguidos han sido los que ha anotado Mike James para devolver la renta a los visitantes de inmediato, en uno de los momentos donde han pasado más apuros durante el choque. No ha sido el único arrebato de inspiración del estadounidense del Mónaco, que más tarde en el cuarto ha vuelto a aportar para que los suyos se marchasen con diez a su favor al descanso (31-41).
Cuatro puntos de Darrun Hilliard y dos más de Josh Nebo, todos ellos sin réplica, han dinamitado la desventaja del cuadro israelí y le han vuelto a meter en el choque. Pese a ello no terminaba de claudicar su oponente, que cuando veía llegar a los locales apretaba el acelerador para no dejarse adelantar por este.
Así las cosas, todo ha llegado muy igualado a los últimos diez minutos, encarados por los monegascos de mejor manera tras un 8-2 en el arranque, con seis de esos puntos transformados desde la línea de tiros libres. El resto ha sido administrar lo conseguido aún en la adversidad, cuando el Maccabi ha apretado en el desenlace con triples de John DiBartolomeo y Wade Baldwin, este último situándole a solo tres puntos con 18 segundos por jugar. Dos libres de Jordan Loyd han firmado la sentencia.