Los hermanos Yates y la afición vasca triunfan y Mas y Carapaz quedan eliminados por caída

Adam Yates (UAE) ha logrado su primera victoria en el Tour por delante de su hermano Simon en la etapa inaugural más dura de la historia de la carrera, con salida y llegada en Bilbo y 182 kilómetros que han provocado la primera selección de catorce ciclistas en las duras rampas de Pike Bidea, donde la pasión ciclista que se ha visto en todo el recorrido ha llegado a su máxima expresión con un ambiente espectacular.

La nota triste de la primera etapa ha estado en la caída sufrida a 22 kilómetros de meta por dos de los principales candidatos al podio, Enric Mas y Richard Carapaz, que han quedado eliminados. El balear ha protagonizado el primer abandono del Tour con «un fuerte golpe y dolor en el hombro derecho, zona escápula», según ha anunciado su equipo. El campeón ecuatoriano, para el que ha trabajado su equipo en la subida a El Vivero-Ganguren, ya sin compañeros, ha logrado acabar a quince minutos, pero muy tocado y finalmente ha decidido abandonar la ronda.

El balear había conseguido dar la vuelta al bloqueo que le atenazó en las bajadas el año pasado en el Tour antes de abandonar tras las graves caídas sufridas durante la temporada y la desgracia le ha vuelto a perseguir en su intento de alcanzar el podio de París.

Tensión en la parte final

La caída ha sido la consecuencia de la tensión con la que han vivido los favoritos la parte final. Muchos equipos han querido lograr el primer maillot amarillo y por eso la escapada del día formada por Lilian Calmejane (Intermarché), Simon Guglielmi (Arkéa), Jonas Gregaard (Uno-X), Valentin Ferron (Total) y Pascal Eenkhoorn (Lotto), que ha ganado el sprint intermedio, no ha tenido la opción ni de pelear por el primer maillot de la montaña. El pelotón los ha tenido en un margen inferior a los dos minutos y los ha atrapado a 50 de meta.

En El Vivero-Ganguren han empezado a trabajar con fuerza UAE, Jumbo y Education First y se ha seleccionado el pelotón. Neilson Powless ha coronado el primero por su trabajo en cabeza y eso le ha permitido ser el primer líder de la montaña.

Jumbo, Soudal Quick-Step, UAE e Ineos han acelerado en el pelotón en la aproximación a Pike Bidea y ha sido Felix Grossschartner (UAE) el primero en moverse con un ataque a pie de puerto. El austríaco ha sido atrapado a un kilómetro del alto, 700 metros antes de coronar Adam Yates ha cogido la cabeza del grupo y se ha quedado por delante con su líder Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard y Victor Lafay. El esloveno ha aumentado el ritmo, pero solo el de Cofidis ha querido colaborar y el danés ha preferido mantenerse a rueda.

Eso ha permitido que llegaran por detrás los hermanos Yates, que tras atrapar a la cabeza de carrera han atacado en busca de la victoria de etapa con una colaboración fraternal que solo ha acabado en una subida final en la que Adam ha sido más fuerte que Simon. Pogacar ha completado una jornada perfecta para UAE al lograr cuatro segundos de bonificación. El Jumbo, a pesar de tener superioridad en el grupo perseguidor, tampoco ha querido anular la escapada para que el esloveno aprovechara su velocidad para ganar la etapa y sumar diez.

Dos hermanos muy unidos

Adam Yates ha señalado tras la victoria más especial para la familia que «hemos aprovechado que había confusión detrás para ir a tope. Estar con tu hermano escapado en un final de etapa del Tour los dos solos es superespecial. Somos superhermanos, hemos hablado todos los días los últimos 20 años, pero en esta preparación él se entrenó solo, yo hice Dauphiné, y él no, pero solemos entrenar juntos siempre que podemos»

Ha añadido que «cuando nos hemos ido le he dicho que podía trabajar, esto es ciclismo profesional. Tadej me ha dado libertad para trabajar porque atrás había confusión y hemos ido a tope hasta meta. Aunque tenga yo el maillot, Tadej ha demostrado que está en muy buena forma y estoy seguro de que será un dolor para los demás las próximas tres semanas».

Mikel Landa, aunque no ha estado con los mejores en Pike Bidea, ha entrado en el grupo de doce corredores que ha llegado a doce segundos, con Thibaut Pinot, Michael Woods, Victor Lafay, Jai Hindley, Mattias Skjelmose, Jonas Vingegaard, David Gaudu, Wout van Aert, Carlos Rodríguez y Wilco Kelderman.

A 33 segundos ha franqueado un segundo grupo con Álex Aranburu y Pello Bilbao, que ha sufrido un pinchazo que le ha impedido entrar en el primer grupo, y otro de los candidatos al podio, Ben O’Connor, junto a Egan Bernal, Julian Alaphilippe, Giulio Ciccone y Mathieu van der Poel, que no han podido estar en la pelea de la etapa y el liderato.

Un ambiente espectacular

Al margen de la carrera, el ambiente ha sido espectacular, con una afición volcada con los ciclistas desde la salida de San Mamés, con una marea naranja y de ikurriñas que ha alcanzado su máxima expresión en la subida de Pike Bidea con una multitud de aficionados que han animado a sus corredores sin provocar ningún problema. Como siempre.

Ion Izagirre ha señalado a NAIZ que «ha sido increíble. Ya nos habían dicho que en la subida final iba a haber mucha gente y así ha sido. Me da pena no haber podido estar más adelante, pero esto acaba de empezar y a ver si en las dos etapas siguientes seguimos disfrutando. La segunda es la de casa y ánimos no faltarán».

Sobre su rendimiento, ha comentado que «no he estado bien. Esto es el Tour, no perdona y no he tenido mi mejor día, pero esto acaba de empezar. En El Vivero me han preguntado a ver qué tal estaba, Victor Lafay me ha dicho que tenía buenas sensaciones y he intentado ayudarles a él y a Guillaume Martin. Al coronar con Pogacar y Vingegaard ha dejado claro que está fuerte».

El guipuzcoano del Cofidis ha añadido que «ha habido mucha humedad y no es lo mejor, pero para todos hace el mismo clima, así que no hay excusa. Hemos ido muy, muy rápido, igual en la televisión no se apreciaba porque el pelotón iba muy ancho, pero la velocidad ha sido muy alta».

Segunda etapa

Para Ion Izagirre, para su hermano Gorka y para Álex Aranburu será especial la segunda etapa entre Gasteiz y Donostia, que también es exigente, con 209 kilómetros, la más larga de este Tour, y 3.000 metros de desnivel con las subidas a Udana, Aztiria, Alkiza, Gurutze y Jaizkibel desde Hondarribia, 8,1 kms, al 5,3%, que se corona a 16,5 de meta. En el alto habrá ocho, cinco y dos segundos a los primeros.