UCAM Murcia pasa de ser un purgatorio a estar rozando la final de la Liga ACB

Winners Never !uit. Quitters Never Win. (Los ganadores nunca se rajan. Los que se rajan nunca ganan)

Lema del vestuario de UCAM Murcia

Hay equipos que, por su historial, parecen un purgatorio. Entre esos equipos nadie como UCAM Murcia, cuyos principales éxitos son llegar a unas semifinales de la Copa y de la FIBA BCL, o de poner en aprietos en algún play-off de la Liga ACB donde hasta este año jamás había pasado de cuartos de final. Entrenadores como Moncho Fernández, Ibon Navarro, Diego Ocampo, Fotis Katsikaris y en menor medida Marcelo Nicola, Óscar Quintana o Javier Juárez han pasado por este banquillo bajo el ideario de formar un equipo casi de querencia tribal. Un equipo en el que el difícilmente digerible Sadiel Rojas, aunque ya no forme parte de su plantilla, es santo y seña, como lo son otros jugadores de indigesto recuerdo como Facundo Campazzo –cedido por el Real Madrid entre los años 2015 y 2017–, Tomás Bellas, José Ángel Antelo –dedicado entéramente ahora a la política con una opción tan dudosa como su mecánica de tiro– y algunos más.

Pero hete aquí que el equipo que Sito Alonso dirige desde 2019 está a un paso de meterse en la final de la Liga ACB. Todo ello partiendo desde la quinta plaza, con un balance de 21-13, empatado con Valencia Basket, cuarto clasificado, y Lenovo Tenerife, sexto.

Alguno diría, sobre todo la hinchada baskonista, que qué lástima fue dejar escapar el último partido de la Fase Regular contra el Real Madrid, colarse de octavos en los play-offs, y empezar a fantasear con plantarse en la final tras derrotar a Unicaja y al propio UCAM Murcia, que aventaja 0-2 en semifinales al cuadro malagueño después de haberse llevado los dos partidos de Málaga con todas las de la ley.

¡De hecho, UCAM Murcia solo ha perdido como local en estos play-offs! Superó por 1-2 a Valencia Basket imponiéndose dos veces en La Fonteta y ante un Unicaja que, objetivamente, parecía destinado a ser un rival más que correoso en la final de la Liga ACB, está al borde de la eliminación después de atascarse ante la zona planteada por Sito Alonso en los dos primeros partidos de semifinales.

¡Una zona 2-3 a estas alturas! Alumno aventajado de Aíto García Reneses, el técnico madrileño criado en Monzón gusta de sacar ese recurso, pero con la intención de dotar a su equipo de movilidad, consiguiendo que los habituales tiros que conceden las defensas zonales lleguen a cargo de jugadores con menos porcentaje de acierto.

Un Sito Alonso que había caído en desgracia tras su cese del Barça en 2018 luego de su meteórico ascenso empezando por Donostia, pasando por Bilbo y Gasteiz, con un paso tan aceptable en los banquillos –sobre todo en Gipuzkoa Basket y en menor medida en Bilbao Basket y Baskonia– banquillos, con el denominador común de salir a la francesa, casi a la carrera, por la puerta de atrás. Cuando, en el mismo año 2018, el Cedevita Zagreb decidió destituirlo, la carrera en la élite de Sito Alonso parecía acaba y UCAM Murcia pareció una tabla de salvación con la que ha podido llegar a semifinales de la FIBA BCL y la Copa y ahora está rozando la final liguera, lo cual rehabilitaría muy mucho la imagen del técnico.

Jugadores bajo sospecha

Porque hay que admitir que el esfuerzo físico de los jugadores de UCAM Murcia está siendo notable, cuando las lesiones han cortado de raíz su juego interior, tanto Simon Birgander como Marko Todorovic, por no hablar de los problemas que han tenido Ludde Hakanson  y Rodions Kurucs a lo largo de la temporada.

Anclas como Nemanja Radovic, toda una institución en el club pimentonero o Dustin Sleva, sin duda el fichaje más atractivo para los equipos de la Euroliga, que están mirando con ansias y codicia regateadora los andares del ala-pívot estadounidense, le dan forma a un plantel con no pocos jugadores bajo sospecha y que, al menos en lo deportivo, se están redimiendo en las filas murcianas.

Quizá el caso más claro sea Rodions Kurucs. El ala-pívot letón salió de la cantera del Barça a la NBA donde dispuso de varios años más que notables, hasta que la reestructuración de los Brooklyn Nets, con el desembarco aquel de Kevin Durant, Russell Westbrook, James Harden y LaMarcus Aldridge –y Kyrie Irving después– lo dejaron sin sitio en Brooklyn, y pronto en la NBA.

Más aún cuando en 2021 el mayor de los hermanos Kurucs se declaraba culpable de un caso de violencia contra su pareja a la que, según consta en la sentencia, dos años antes «estranguló –sin consecuencias fatales–, arrojó sobre una cama y abofeteó» a quien por aquel entonces era su novia.

A sus 26 años y tras deambular en la NBA fuera de Brooklyn y vivir un paso más que discreto por el Betis y el Estrasburgo a su regreso a Europa, parece haber hallado la paz en el purgatorio murciano. Si en la Fase Regular, tocado por las lesiones musculares, ha promediado 6,4 puntos, en play-offs ha estirado sus números hasta los 12, más 4,2 rebotes y 2 robos. Junto con el recién fichado Yannis Morin y los mentados Sleva y Radovic, UCAM Murcia ha construido un juego interior muy móvil, con amenaza desde la lejanía y con una tremenda intensidad en el juego.

Radebaugh, Sant-Roos o Ennis son otros de sus jugadores sospechosos. Radebaugh ha llegado a Murcia tras decepcionar en Valencia. Y no pudo escoger mejor momento para vengarse del equipo a orillas del Turia que los cuartos de final de estos play-offs ligueros, con 24 puntos en su primer partido. Irregular como él solo y con un peinado que recuerda a la primera etapa de «Los Chunguitos», es el contrapunto lumínico y de energía a unos Hakanson y Caupain mucho más sobrios en el puesto de base.

Luego está un Howard Sant-Roos Olano que, con un triple a tablero, rompió el primer partido de semifinales ante Unicaja. El escolta habanero sufre con el tiro exterior, pero le da a Sito Alonso y sus compañeros una amplitud ciertamente notable en el puesto de escolta, sobre todo en tareas defensivas y para ejercer la multidirección. Por otro lado, Dylan Ennis no es, como dijo un osado en las redes sociales en su día, «un Markus Howard sin marketing». ¡Más quisiera el escolta canadiense, que firma un 31% en triples! Pero con su combinación de capacidad penetradora y de pase es una amenaza constante a la que no está sabiendo hacer frente Unicaja.

«Quien no crea en la remontada, que ni suba al autobús», declaraba Ibon Navarro tras caer por 83-101 en el segundo partido de semifinales. Unicaja, con la presión del favorito, ya sufrió horrores en las semifinales de la FIBA BCL, precisamente ante UCAM Murcia. En aquella ocasión el técnico gasteiztarra logró frenar la sangría, pero en estas semifinales ligueras, luego de una temporada con muchas emociones por Málaga, no parece fácil pensar en una voltereta. ¿Quizá lograr el 1-2 y jugársela en el cuarto partido? Hasta eso se antoja difícil si Navarro y sus hueste lo logran quebrar el cerrojazo de la zona rival. El purgatorio es un lugar oscuro, sombrío y estrecho, aunque quizá sea también la antesala del cielo. Habrá que ver para quién.

El Real Madrid, con paso firme

Mientras, el Real Madrid también aventaja por 2-0 en su semifinal ante el Barça, demostrando que no ha pillado depresión alguna tras caer en la final de la Euroliga.

Si en el primer encuentro los de Chus Mateo se impusieron por 97-78, en este segundo duelo el resultado ha sido más ajustado y aún más espectacular: 104-98, con Musa y Sergi Llull liderando a la escuadra merengue, con 18 tantos por cabeza, aunque el barcelonista Jan Vesely, con 24, ha sido el máximo anotador del encuentro.

El Barça se ha mostrado más competitivo que 48 horas antes, pero a partir de la recta final del tercer asalto, el conjunto merengue ha abierto una brecha cercana a los diez puntos y esa losa ha pesado en exceso en el conjunto que dirige Roger Grimau. Laprovittola, Satoransky o Parker se han empeñado en darle emoción al encuentro, pero el Real Madrid ha sabido mantener a raya a su eterno rival ty se coloca a un solo paso de la finalísima de la Liga ACB.