Richard Carapaz fue líder por un día y redondea su Tour con una clara victoria

Richard "Súper Carapaz" (EF Education) ha hecho historia como primer ecuatoriano ganador de una etapa en el Tour al imponerse en solitario en la 17ª etapa disputada entre Saint-Paul-Trois-Châteaux y Superdévoluy, de 177,8 km, en la que ha mantenido el maillot amarillo el esloveno Tadej Pogacar (UAE).

El campeón olímpico, que no podrá defender su título en París al no haber sido seleccionado por su país, pone la guinda a un gran Tour. Marcó un hito histórico en Turín poniéndose el maillot amarillo de líder, y ahora, en los Alpes, "La locomotora de Carchi" ha vuelto a abrazar la gloria con un brillante triunfo en solitario, el primero también para su país, y que le permite ser uno de los 116 corredores que tienen triunfos en las tres grandes.

Un ataque fulgurante subiendo el Col du Noyer ha sido suficiente para que el campeón olímpico levantara los brazos en nombre «de toda América Latina», feliz, con tiempo para saborear su momentazo. Ha aventajado al británico Simon Yates (Jayco) en 12 segundos, y en 59 al balear Enric Mas.

Mientras vivía su emoción Carapaz, entre los favoritos se había declarado un incendio por los ataques de Pogacar, a los que se ha unido Jonas Vingegaard (Visma) y Remco Evenepoel (Soudal). El flamenco ha pescado en río revuelto sacando un puñado de segundos al esloveno y al danés. Una refriega interesante, pero sin consecuencias graves en la general. Evenepoel ha recortado 21 segundos a Vingegaard en la lucha por el segundo puesto.

Pogacar se ha mantenido intacto con su jersey amarillo, que ya lleva vistiendo más de 35 veces desde su debut en 2020. Vingegaard le sigue a 3:11 y Evenepoel a 5:09. Mikel Landa mantiene su quinto puesto, a 13:24.

El esloveno ha sido el que ha lanzado las hostilidades con un ataque a falta de 1,5 kilómetros de coronar el puerto de Noyer, cuya cima estaba a 11 de meta, pero en el descenso ha sido alcanzado por Vingegaard y Evenepoel, que a su vez ha lanzado otra ofensiva camino de la meta y ha logrado esa renta. Por su parte, Álex Aranburu (Movistar) ha sido décimo en la etapa.

Comienzo supersónico, los favoritos a la gresca

La etapa que entraba en los Alpes concentraba su esencia en los últimos 50 km con tres puertos encadenados hasta llegar a la estación de montaña de Superdévoluy. De entrada revolución en el pelotón, coincidiendo con momentos de viento travieso, y mucho ritmo. En la primera hora se han cubierto 49 kilómetros, lo que ha dejado fuera de combate al colombiano Fernando Gaviria (Movistar) y a Lutsenko.

No ha habido tregua desde la salida de Saint-Paul-Trois-Châteaux, en la región de Auvernia-Rodano-Alpes. Lo hombres de la general se han puesto el mono de trabajo, incluido el líder Pogacar, y que el mismo Vingegaard se ha animado probar suerte con los abanicos. Guerra, tirones y ataques contantes, a los que también se han sumado nombres ilustres como Geraint Thomas y Van Aert.

La calma se ha hecho cuando el UAE ha tomado cartas en el asunto para controlar el pelotón. Ha parado el viento y la voluntad de revolucionar al personal. La fuga pendiente la ha empezado a materializar el bigotudo danés Magnus Cort en el km 57. Se han unido Benoot (Visma), Jungels (Red Bull) y Grégoire (Groupama).

Han coronado con ventaja el primer escollo del día, el Col de Bayard (2ª, 6,8 km al 7,3%), el primer puerto alpino que se subió en el Tour, en 1905, y que marca la frontera entre los Alpes del norte y del sur. Pero la historia ha cambiado con los movimientos en el numeroso grupo perseguidor, de donde ha salido decidido el ganador de la Vuelta 2018, el británico Simon Yates.

Ha atacado en el Col du Noyer, el principal obstáculo del día (1ª, 7,5 km al 8,5%). Ha atrapado al cuarteto de cabeza y se ha marchado en solitario. El inglés no contaba con la reacción de Richard Carapaz. El campeón olímpico se ha pegado a rueda, ha tanteado al rival y a 2 km de la cima ha puesto su carta sobre la mesa. Ha coronado con 13 segundos sobre Yates y 36 respecto a Enric Mas.

Por detrás, sorpresa. Pogacar ha explotado con un ataque marca de la casa a 1,5 km del alto. Inesperado por la tranquilidad que se respiraba entre la alta jerarquía del Tour, pero el esloveno es volcánico y se mueve por impulsos. Ha coronado con un puñado de segundos sobre Vingeggard y Evenepoel, pero ha sido alcanzado en la bajada. El danés ha tenido la suerte de encontrarse con su compañero Laporte, clave para atrapar al líder.

Carapaz directo al álbum de oro, Evenepoel avisa a Vingegaard

Solo faltaba la subida a la estación de montaña de Superdévoluy (3ª, 3,8 al 5,9%). Carapaz, enorme, se ha lanzado por su día de gloria, mientras que Pogacar, Vingegaard y Evenepoel se daban palos en la subida de meta.

Gloria para Carapaz en la cima de Superdevoluy. Un sueño se ha hecho realidad para el ganador del Giro 2019, para el medallista de oro en Tokio 2021. Soñó, aunque solo un día, con el maillot amarillo en Turín, su ciudad talismán, donde fue maglia rosa en el Giro. Ahora ha firmado su estreno en el Tour. Además tiene entre sus 23 victoria de profesional 3 triunfos de etapa en el Vuelta y 3 en el Giro.

«Conocía la última subida, la hice por la mañana, y en la etapa corrí de forma inteligente. Ha sido una hermosa victoria. Ganar en el Tour es increíble, aquí vienen los mejores, es la mejor carrera del mundo. Es una victoria para Ecuador, todos estarán felices, y para toda América Latina», ha señalado un emocionado Richard Carapaz.

Por detrás, Pogacar se ha conformado con tener la situación controlada, siempre marcado por Vingegaard, quien además ha encontrado la rueda milagrosa de Van Aert. En ese marcaje ha sacado su carta Evenepoel, lejos del segundo puesto del podio, pero inquieto ante la presumible debilidad del danés.

El vencedor de la Vuelta y campeón del Mundo en 2022, se ha ido en busca de segundos. Lo ha logrado, apenas 21 segundos, pero un golpe moral interesante a la espera de un fin de semana explosivo. Evenepoel dijo que se conformaba con la tercera plaza, pero si ve opciones las hará valer.

Este jueves se disputa la 18ª etapa entre Gap y Barcelonnette, de 179,5 km. Jornada de media montaña con 5 puertos de tercera que no darán respiro al pelotón en todo el día. Una escapada podría tener éxito en este recorrido.