Trump prevé un alto el fuego en Gaza, pero Netanyahu quiere «manos libres»
Donald Trump aseguró que esta semana o la que viene puede alcanzarse una tregua en Gaza, retrasando su previsión inicial tras una segunda reunión con Benjamin Netanyahu, que insiste en «no aflojar» la presión militar para lograr «todos sus objetivos».
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, vio posible llegar a un acuerdo de alto el fuego temporal en Gaza y dijo que si se logra, «negociaremos un alto el fuego permanente». Pero el primer ministro, Benjamin Netanyahu, tras una segunda reunión en Washington con el presidente de EEUU, Donald Trump, dejó claros sus límites, al insistir en que Israel está decidido a lograr «todos sus objetivos» en Gaza. «No estamos aflojando ni un solo momento y esto es posible gracias a la presión militar», sostuvo.
Estos objetivos, reiteró, pasan por liberar a todos los prisioneros israelíes y eliminar las capacidades militares y de gobierno de Hamas.
En su primer encuentro, Netanyahu y Trump estudiaron el plan de limpieza étnica que prevé expulsar a la población palestina a otros países y la creación de un gran campo de concentración como paso previo.
Estos planes chocan con una tregua definitiva que debería abordarse durante el alto el fuego de 60 días en Gaza y que se encuentra en la mesa de negociación de Qatar.
Hamas consideró que las palabras de Netanyahu reflejan «ilusiones de una derrota psicológica no la realidad sobre el terreno con la resistencia» e insistió en que únicamente lo logrará a través de un «acuerdo serio» para un alto el fuego y el fin de la ofensiva contra el enclave palestino.
Trump parece tener prisa por presentar algún resultado, pero Netanyahu vuelve a sus maniobras dilatorias para ganar tiempo y seguir con la limpieza étnica en Palestina. El presidente de EEUU había anunciado un probable acuerdo para el final de esta semana, pero ayer rebajó las expectativas y atrasó el plazo. «Hablamos principalmente de Gaza. Creo que tenemos opciones (de cerrar un acuerdo) esta semana o la siguiente. No hay nada definitivo», indicó.
El Ejército israelí sumó su propia interpretación al asegurar que las masacres y devastación diarias «han creado las condiciones para hacer avanzar un acuerdo».
Ayer siguió creando estas «condiciones» y mató a 54 personas en bombardeos contra las tiendas del área de Mawasi, a la que el Ejército llama a la población de la Franja a desplazarse. Dejó otros 19 muertos en ataques en el norte y ocho más –entre ellos dos menores– en otro bombardeo contra el campamento de refugiados de Al-Shati.
Además, anunció un nuevo cerco en Beit Hanoun, zona donde han aumentado los bombardeos, devastada en los últimos días y que ya ha sufrido cinco ofensivas.
Sanciones a Albanese
Por otra parte, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, anunció sanciones a la relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, a la que acusó de «antisemitismo descarado» y de llevar a cabo una campaña contra Israel por sus denuncias del genocidio y, sobre todo, por pedir al Tribunal Penal Internacional (TPI) que investigue y procese a empresas que se habrían beneficiado del mismo.
Paso de acercamiento entre Irán y Arabia Saudí
Entre los movimientos tras las crisis en Oriente Medio, Irán y Arabia Saudí dieron un paso en su acercamiento en una reunión del ministro iraní de Exteriores, Abbas Araqchi, con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, y el ministro de Defensa del reino, en la ciudad saudí de Yeda. En esta primera visita tras los ataques de EEUU e Israel contra Teherán, Bin Salman expresó su esperanza de que el alto el fuego «contribuya a crear condiciones que promuevan la seguridad y la estabilidad en la región». Araqchi agradeció al reino «su condena a la agresión israelí y sus esfuerzos para promover la seguridad y la estabilidad en la región».
Mientras tanto, EEUU e Israel siguen intentando ampliar el reconocimiento del Estado judío en la región a través de los Acuerdos de Abraham, cuya extensión cortó la operación palestina del 7 de octubre de 2023. Precisamente, Benjamin Netanyahu y Donald Trump estudiaron en Washington las «posibilidades» que se abren para ello tras la guerra con Irán.