Sakana rinde homenaje a los desaparecidos en la sima de Otsaportillo
Un año más, este domingo los pueblos de Sakana han subido a la sima de Otsaportillo, adonde se arrojaron los cuerpos de catorce ejecutados por la represión fascista para hacerlos desaparecer. Les han cantado, recordado, bailado y han colocado claveles rojos.
Artikulu hau irakurtzeko
erregistratu doan edo harpidetu
Dagoeneko erregistratuta edo harpideduna? Saioa hasi
Klikik gabe gelditu zara
Esta vez la organización de la cita anual en Otsaportillo recaía por turno en los municipios de Lakuntza y Arruatzu. Las localidades de Sakana se alternan para mantener viva la memoria de los vecinos que fueron arrojados a esas simas para esconder su ejecución y torturar a sus familiares con relatos falsos de que les habían abandonado.
La de Otsaportillo, adonde se lanzaron 14 cuerpos, es la más conocida y representativa de las simas naturales de Nafarroa que, tras el golpe, se convirtieron en fosas comunes. Está considerada oficialmente como Lugar de Memoria desde 2019 y cuenta con señalización y una escultura.
Las distintas operaciones de exhumación (2016-2017) de la Sociedad de Ciencias Aranzadi han permitido recoger los restos. Posteriores investigaciones con ADN han servido para identificar a ocho víctimas: Víctor Urkijo, José Úbeda, Claudio Doroteo Diéguez, Melitón Aguirre, Miguel Vergara, los hermanos Domingo y Francisco San Román Ochoa y Francisco San Román Galbete.

En el homenaje de ha sonado el tema de Eñaut Elorrieta que hermana las tragedias de Gernika y Gaza, ha indicado a NAIZ Gorka Ovejero, alcalde de Arruatzu. También ha habido música de Rubén Blades y canciones dedicadas a Maravillas Lamberto.
El genocidio del pueblo palestino ha estado muy presente, con una kufiya cubriendo el atril y otras anudadas al cuello de varios asistentes.
La ceremonia ha continuado con bertsos de Maddalen Arzallus y la teatralización de una abuela que transmite a su nieto la crueldad de la represión del bando fascista. Con la particularidad de que la abuela ha sido Maite San Román, nieta a su vez de una de las personas a las que se arrojó a la sima.

Asimismo, se ha hecho lectura de un manifiesto a cargo de activistas locales por la memoria histórica, tras lo que se ha bailado un aurresku y los presentes han desfilado depositando claveles rojos bajo la escultura conmemorativa.
Los memorialistas han recordado a Lázaro Alegría, carpintero afiliado a la CNT de Lakuntza, y a Simón Betelu, militante de Izquierda Republicana y natural de Arruatzu. Porque el acto en Otsaportillo, en la práctica, es el homenaje a todos los represaliados en Sakana.
«Frente a esta amenaza de la ultraderecha, desde Sakana y desde toda Euskal Herria, levantamos la voz: ¡No pasarán!», han proclamado.
«En Urbasa, además de Otsaportillo, encontramos otros lugares marcados por la barbarie: la Sima del Raso, el Árbol de los Maestros y el mirador de Ubaba. También en Sakana resuenan los nombres de Sorozarreta, el Cruce de Zegama, Zarapin o Aritzalko», han manifestado.
No ha sido, sin embargo, un mero acto de memoria y luto. El mensaje también contenía un llamamiento a seguir defendiendo las ideas por las que mataron a todas estas personas.
«Más que nunca, a las puertas del 90 aniversario del golpe de 1936, vemos cómo el fascismo y todo el poder acumulado y no callado de la ultraderecha, vuelve a asomar en diferentes rincones del mundo. Frente a esta amenaza, desde Sakana y desde toda Euskal Herria, levantamos la voz: ¡No pasarán! La lucha continúa, heredera de las ansias de libertad, justicia e igualdad de aquellas generaciones», han proclamado frente a la sima.