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Milán se divide entre Armani y el Leoncavallo

Doble movilización muy contradictoria en una ciudad de dos almas; la militante de los derechos, por un lado, la de la moda y de los invitados que quieren hacerse ver, por otro.

Arriba, asistentes a los actos de despedida a Armani. Abajo, manifestación por Leoncavallo, con decenas de miles de participantes. (Piero Cruciatti | AFP- Mairo Cinquetti | Nur Photo via AFP)

Finalmente, tras numerosas especulaciones, Giorgio Armani ha sido sepultado este lunes en la pequeña capilla familiar en el minúsculo cementerio de Rivalta, en la encantadora Val Trebbia, la aldea donde el gran estilista fallecido el pasado jueves se crió, durante la Segunda Guerra Mundial.

Apenas 20 personas han acudido tanto al funeral como al entierro, después de la cremación, en este encantador pueblecito de la provincia de Piacenza. Todo en tierra color greige, un mixto entre gris y beige que fue el signo distintivo de Armani, su sello más fashion, en la mayoría de sus creaciones.

Entre el pasado viernes y el sábado miles y miles de personas decidieron pasarse por el velatorio del ‘Rey de la moda’, en Milán, en la Via Borgognone, donde está su atelier, en aquella ‘Zona Tortona’, núcleo también de la Semana del Diseño. Gente común también, pero sobre todo los pesos pesados de la prensa rosa, los grandes empresarios, los actores y hasta los políticos. La mismísima Giorgia Meloni envió un mensaje al periódico ‘Il Corriere della Sera’ para explicar por qué el día de su elección como primera ministra decidió llevar un traje de Armani.

Este pasado sábado, sin embargo, al otro lado de la ciudad estaba programada otro tipo de manifestación, otro tipo de ‘desfile’, utilizando una palabra muy querida por el estilista de Piacenza adoptado por la capital lombarda: el de los militantes del Leoncavallo, el histórico Centro Sociale desalojado en una madrugada de agosto por parte del Gobierno, sin que supuestamente fuese avisado el alcalde Giuseppe Sala (presente en el velatorio de Armani).

Mientras grandes empresarios, políticos y actores pasaban por la capilla ardiente del modista, casi 50.000 personas se manifestaban contra la especulación inmobiliaria más allá de Leoncavallo

 

Unas 40-50.000 personas se manifestaron de manera pacífica, ocupando una de las tantas obras símbolo de la especulación inmobiliaria que está transformando Milán en ‘El paraíso de los multimillonarios’, según las recientes noticias. Se compra y se vende a unos precios cada día más altos, destrozando el paisaje, poco, que aún quede libre de andamios y cemento, con el Bosque Vertical de la zona en torno a la Stazione Centrale como punto más icónico, pisos que valen 25-30.000 euros por metro cuadrado y donde viven futbolistas e influencers.

Los manifestantes en favor de Leoncavallo han reclamado dos cosas, básicamente: que se encuentre otro sitio para el Centro Sociale (se está hablando de un enorme espacio en el barrio Corvetto, cerca de la futura Villa Olímpica) y lanzar a la ciudad el mensaje de que «ya basta de especulaciones».

Toman de alguna manera el relevo de algunas investigaciones judiciales que han demostrado cómo entre la alcaldía, la que no sabía nada sobre el Leoncavallo, y algunos constructores poco transparentes existía una especie de intercambio de favores. Uno de estos arquitectos, Stefano Boeri, exconsejero supuestamente ubicado en la izquierda, inventor del Bosco Verticale, afirmó hace pocos días: «El proyecto de la creación de una Gaza turística parece inspirado en el mío, pero yo no estoy para nada de acuerdo, sería incompatible con el Bosco Verticale».

Ya se verá. De momento tenemos Leoncavallo, por un lado, desde el noreste de la ciudad hasta el centro, rozando aquellos escaparates que en los años 70 ordenaba el joven Giorgio Armani, cuando era un estudiante de Medicina que intentaba buscarse la vida. Y por otro el velatorio del ‘Rey de la moda’ en Via Borgognone, zona centro-oeste. Dos mundos incompatibles.

Es difícil que alguien haya participado en ambos ‘desfiles’. Seguramente los que estaban rindiendo el último homenaje al estilista, sobre todo los famosos, estaban allí confirmando una frase mítica de una peli de Nanni Moretti: «¿Se me nota más si vengo y me quedo aparte o si no vengo?».

En Milán, no cabe duda, hay que participar.