«Derbi» entre turcos y griegos en semifinales del Eurobasket al vencer ante Polonia y Lituania
El triple doble de Alperen Sengun ha quedado eclipsado con una Turquía con siete jugadores por encima de los 10 puntos para volver a semifinales por primera vez desde 2001. La aventura helena sigue con los 29 puntos de Giannis Antetokounmpo ante una Lituania que ha encontrado el triple muy tarde.
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POLONIA 91 - TURQUÍA 77
Han comenzado los cuartos de final en el Eurobasket y esta vez la lógica se ha impuesto. No sin trabajo, ciertamente, como indica el 91-77 con el que Turquía ha apeado a una selección polaca que, desde una segunda fila, empieza a mostrar al Viejo continente que empieza a merecer cierta consideración en esto del «fútbol de canastos».
Un parcial de 27-13 en el segundo cuarto y un encomiable esfuerzo colectivo han hecho reinar a los de Ergin Ataman. Sin duda, Alperen Sengun es su gran estrella, pero su principal virtud es que está logrando liderar una atmósfera donde no es el único estilete. Con lo difícil que es ver un triple doble en el basket FIBA, el pívot de los Houston Rockets se ha destapado con 19 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias, «alimentando» un ecosistema bien agradecido con su poder de atracción de rivales: Larkin, Hazer, Osman, Korkmaz, Osmani y Sipahi han sumado 10 o más puntos, Turquía se ha ido a las 26 asistencias, ha robado tantos balones como ha perdido –10— y ha terminado firmando una valoración de 111, al punto de que empieza a adquirir un aspecto a favorito que solo por un exceso de responsabilidad puede acabar de resultar contraproducente.
«Little Jokic» suele ser el apodo con el que se conoce a Sengun, pero si el ‘Joker’ de la selección serbia se ha topado con un equipo que se ha ido desmoronando en el apartado físico conforme han transcurrido las jornadas y las lesiones, Turquía no ha tenido que lidiar con estos contratiempos. Eso ha facilitado tener a Sengun lo suficientemente fresco como para jugar para sí y para sus compañeros de equipo.
Eso sí, la resistencia de Polonia ha obligado a Ataman a mantener a su gran estrella por 31 minutos sobre el parqué del Riga Arena, por 34 de Larkin y 32 de Osmani. Una Polonia liderada por Mateusz Ponitka y Jordan Loyd ha tenido mucho que ver. Con 19 puntos por cabeza, más el 75% de acierto en el tiro de dos puntos, con Sokolowski y Dziewa sumando también 11 o más tantos, el cuadro dirigido por Igor Milicic ha puesto una resistencia más que digna.
Digna, por más que durante algún momento del tercer cuarto ha llegado a los 23 puntos de diferencia. Después del empate a 19 del primer cuarto, los de Ataman han puesto en práctica una defensa que no ha tenido respuesta, pudiendo correr además tras pérdida o atacando el rebote ofensivo, con 13 capturas otomanas en el aro rival, más del doble que Polonia.
Con el viento a favor, Turquía no ha tenido piedad de una Polonia que ha aguantado el chaparrón conforme se han ido relajando sus rivales, aunque ya con un destrozo considerable. Y así, con su gran estrella convertida en un «surtidor» de asistencias, Turquía ha llegado a semifinales con todas las de la ley. No creamos que es poca cosa, porque si fuese caso de que los de Ataman terminasen el Eurobasket en cuarta plaza igualarían con su segundo mejor resultado: el cuarto lugar del Eurobasket de Egipto (sic) 1949, solo superado por la plata de Turquía 2001, con los Turkoglu, Kutluay, Okur o Turkçan en aquella inolvidable –y anárquica– selección de los «oniki dev adam» –los doce gigantes–.
LITUANIA 76 - GRECIA 87
Ponerse en la piel de bueno de Rimas Kurtinaitis no es fácil. Su vida no ha sido nada fácil, desde que el coronel Alexander Gomelsky lo rescató del alcoholismo al que parecía condenado cuando era poco más que un adolescente –«El futuro está en sus manos, pero debe elegir: el baloncesto o el alcohol», le espetó el «zorro plateado» ante un auditorio a rebosar de espectadores cuando fue presentado como nuevo fichaje de la sección de baloncesto del CSKA de Moscú– y ahora como seleccionador lituano, en su búsqueda de hacer florecer otra Lituania distinta al de los «porteros de discoteca» que confían su preparación al físico a cambio de descuidar aspectos técnicos como el bote o el tiro exterior –por mucha «escuela lituana de tiradores» que se presuma–, le ha tocado lidiar con un seleccionado compuesto por retales entre jugadores que han renunciado a este Eurobasket y otros que, como Jokubaitis o Grazulis, se le han caído por lesión.
Pero en un Riga Arena volcado por sus «hermanos» bálticos, Lituania ha dado la cara frente a una Grecia que, conforme Vasilis Spanoulis encuentra desde el banquillo la forma de ubicar sus piezas para orbitar estas en torno a Giannis Antetokounmpo, ha dado el paso a semifinales. Los lituanos han competido, pero ni el físico les ha alcanzado para hacerse valer cómodamente en la pintura, y se han topado con un rival que no destaca por su tiro, pero que está con un nivel de confianza ideal para tirar con acierto desde lejos.

Y por si fuera poco, siempre está Giannis Antetokounmpo, capaz de irse a los 29 puntos y que sepa a poco. A más han sabido los 17 tantos de Toliopoulos o la aportación en intimidación de Kostas, uno de los «hermanísimos» de Antetokounmpo. Así pues, habrá «derbi» entre helenos y otomanos este viernes, jugándose una plaza en la final del domingo.
La selección helena ha estropeado su carta de triples con un 1 de 9 en los últimos minutos, para un 9 de 29 final. No obstante, ha rozado el 50% desde la larga distancia para complementar las penetraciones de Giannis, mientras que Kostas Antetokounmpo ha sido el stopper ideal en la pintura, clavando cuatro tapones antes del descanso, mientras que a golpe de triple Grecia ha amagado la fractura al escaparse 24-35. Pero entre Valanciunas –15 puntos en la primera mitad, para un total de 24, más 15 rebotes– y el «renacido» base Arnas Velicka –otrora gran promesa que llegara a jugar en el Barça B, hasta que en Can Barça vieron que otro lituano llamado Rokas Jokubaitis los iba a sacar de pobres, dándole el pasaporte al bueno de Velicka– han remontado con un parcial de 11-2, hasta que una jugada de cinco puntos gestada entre Toliopoulos y Giannis Antetokounmpo ha dejado el marcador al descanso en 38-44.
El desastre para Lituania se ha cernido en el tercer acto. Valanciunas se ha quedado literalmente solo en tareas anotadoras mientras que Toliopoulos, Sloukas o Papanikolau han echado un cable a Antetokounmpo para asentar la renta helena por encima de los 10 puntos, algo que en el último acto se ha agravado aún más, hasta la escapada decisiva con 60-78 en el marcador.
Con todo perdido, se han soltado las muñecas de Lituania, logrando un parcial de 10-0 y despertar alguna esperanza en el Riga Arena. Nada más lejos de lo que ha sucedido. Antetokounmpo no ha flojeado en los tiros libres y sus compañeros tampoco. Grecia ganó los Eurobasket de 1987 y 2005, pero no pisa una semifinal desde su tercera plaza en Polonia 2009. Esta puede ser la primera medalla de la era Antetokounmpo y quizá la última de la era Sloukas, aunque por otro lado habrá que ver si Grecia tiene los recursos que sin duda van a hacer falta para superar a Turquía en semifinales.