Apliques en cuero dorado, con pedrería. Pertenecen a un vestido rojo confeccionado en la primavera de 1954. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Apliques en cuero dorado, con pedrería. Pertenecen a un vestido rojo confeccionado en la primavera de 1954. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
El vestido lleva diez apliques que el equipo debe coser uno a uno, también la pedrería y los abalorios. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
El vestido lleva diez apliques que el equipo debe coser uno a uno, también la pedrería y los abalorios. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Igor Uria y Ruth Valentín restauran el vestido sobre la mesa de trabajo. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Igor Uria y Ruth Valentín restauran el vestido sobre la mesa de trabajo todo a mano, de forma artesanal. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Igor Uria (Gasteiz, 1972) es el jefe de Colecciones del Museo Balenciaga y responsable del departamento de Restauración y Conservación. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Igor Uria (Gasteiz, 1972) es el jefe de Colecciones del Museo Balenciaga y responsable del departamento de Restauración y Conservación. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
El interior de las prendas deparan muchas sorpresas, como este sello, prueba de que la clienta pagó el impuesto al llevar de Europa a América un Balenciaga. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
El interior de las prendas deparan muchas sorpresas, como este sello, prueba de que la clienta pagó el impuesto al llevar de Europa a América un Balenciaga. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
En el depósito del Museo descansan más de 3.000 prendas que el modisto diseñó. (Museo Balenciaga)
En el depósito del Museo se almacenan cuidadosamente más de 3.000 prendas que el modisto diseñó. (Museo Balenciaga)
Ruth Valentín y Ane Gil, llegada desde la Facultad de BBAA con una beca, lavan un abrigo con una espuma especial. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Ruth Valentín y Ane Gil, llegada desde la Facultad de BBAA con una beca, lavan un abrigo con una espuma especial. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Parte superior que completa un vestido de plumas, creado en 1965. Han de teñir y coser una a una y a mano las plumas que faltan. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Parte superior que completa un vestido de plumas, creado en 1965. Han de teñir y coser una a una y a mano las plumas que faltan. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
La etiqueta que lleva la firma del autor también tiene su proceso de restauración. Dos placas de cristal ejercen presion sobre la misma. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
La etiqueta que lleva la firma del autor también tiene su proceso de restauración. Dos placas de cristal ejercen presion sobre la misma. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Todas y cada una de las prendas guardadas en el almacen tienen su propia funda hecha a medida. Una etiqueta detalla en el exterior cada una. (Museo Balenciaga)
Todas y cada una de las prendas guardadas en el almacén tienen su propia funda hecha a medida. Una etiqueta exterior recoge los detalles de cada una. (Museo Balenciaga)
Cajas originales de sombreros Balenciaga y maniquís, en el taller de restauración. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Cajas originales de sombreros Balenciaga y maniquís, en el taller de restauración. (Juan Carlos RUIZ I FOKU)
Entre las costuras de Cristóbal Balenciaga

Todo patrimonio, toda pieza de arte antes de exponerse ante los ojos del gran público pasa por los cuidados y tratamientos de un equipo de restauradores. Un trabajo sigiloso, que pasa inadvertido. Fundamental para la transmisión. El departamento de Conservación y Restauración del Museo Balenciaga nos abre sus puertas para mostrarnos cómo restauran y cuidan de las piezas que el maestro de Getaria confeccionó. Detalles y nuevas historias que se desvelan entre costuras y etiquetas.

2020 URR. 13