Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

50 años de ‘Tubular Bells’, cuando un adolescente transformó su angustia en magia

Mike Oldfield anunció la edición especial de su mítico ‘Tubular Bells’ coincidiendo con su 50º aniversario. Esta reedición remasterizada incluye una demo inédita de 8 minutos que se titula ‘Tubular Bells 4 Intro’. A ello se suma un largometraje documental conmemorativo dirigido por Matt Hargreaves.

Mike Oldfield tenía 19 años cuando grabó su magistral ‘Tubular Bells’.
Mike Oldfield tenía 19 años cuando grabó su magistral ‘Tubular Bells’. (BBC)

El próximo 26 de mayo saldrá al mercado una edición remasterizada de ‘Tubular Bells’ en formato de vinilo doble, CD y Blu-ray deluxe con motivo de su 50º aniversario. Dicha edición incluirá una demo inédita realizada en 2017 y que pasa por ser la última composición de Mike Oldfield.

El álbum, lanzado originalmente en 1973, fue el primer lanzamiento del sello Virgin Records y se convirtió en el más conocido del músico británico. Desde entonces, ‘Tubular Bells’ generó varias secuelas, incluido un disco en versión orquestal y otro en 2022 con la Royal Philharmonic Orchestra. También formó parte de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres y aportó sus compases al clásico de terror ‘El exorcista’.

En la versión de vinilo, se incluye una nueva masterización de los estudios Abbey Road a media velocidad del álbum original, así como un segundo disco que une varias versiones diferentes de la pieza clásica por primera vez.

El segundo vinilo también incluye ‘Tubular X’, que fue la versión de Oldfield del popular tema de Mark Snow para la serie ‘Expediente X’.

A través de una nota, Oldfield recordó que solo tenía 19 años cuando grabó el álbum y «al escuchar de nuevo las efusiones musicales de un adolescente angustiado, es difícil creer que en realidad era yo, hace 50 años. La música no suena tan angustiosa, pero solo yo conozco los años de trabajo y estrés que produjo ‘Tubular Bells’».

En su comunicado, el multiinstrumentista británico añadió que «por entonces no había segundas tomas o trucos de estudio como los de hoy en día. No pensé, cuando estaba haciendo ‘Tubular Bells’, que alguien lo escucharía, y mucho menos celebrarlo 5 décadas después».

‘Tubular Bells’, la subversión de los compases

El 25 de mayo de 1973 salió al mercado ‘Tubular Bells’, un álbum que se adelantó a su tiempo y se convirtió en una obra monumental y uno de los discos referenciales de la historia de la música.

El disco, que inicialmente iba a llamarse ‘Opus 1’, fue grabado en los Estudios Manor en Shipton-on-Cherwell de Oxfordshire, una antigua pista de squash reconvertida en estudio de grabación residencial por un joven empresario llamado Richard Branson y su socio Simon Draper.

El músico que compuso esta obra se llamaba Mike Oldfield y tenía solo 19 años. Su habilidad compositiva corría paralela a su pericia instrumental y por sus manos pasaron pianos, clavecines, melotrones, guitarras y varios instrumentos de percusión orquestal, una lista que crecería pronto durante la grabación.

Veinte discografías rechazaron su proyecto, nadie estaba interesado en música sin acompañamiento de voz. Desesperado, Oldfield se dispuso a llamar a la embajada de la Unión Soviética porque se enteró de que buscaban músicos que tocaran su obra en directo y fue entonces cuando Simon Draper le invitó a cenar a su casa flotante de Branson, en Londres.

Oldfield acudió a esta cita con sus demos grabadas en cintas y fueron recibidas con entusiasmo. Se acordó que tendría una semana para usar Manor y trasladar lo que escucharon en las cintas a vinilo. Fue el primer disco lanzado por Virgin Records, la nueva compañía de Branson.

El productor Tom Newman, presente en aquella reunións, recordó que «en realidad, aquella música era una serie de bocetos, que no pretendían ser el resultado final. Era romántica, estaba llena de dolor y enojo… vi toda la gama de emociones humanas en esa pequeña cinta de demostración».

Oldfield pidió que le trajeran varios instrumentos durante las sesiones: guitarras, teclados y varias piezas de percusión y topó con las célebres campanas tubulares en el propio estudio, las cuales fueron utilizadas en otra sesión por John Cale. El músico preguntó si podía usarlas para su grabación y el resto forma parte de la leyenda. 

Además de Mike Oldfield, el disco sumó a John Field a las flautas, Lindsay Cooper en los bajos de cuerda, Steve Broughton a la batería, Mundy Ellis y Sally Oldfield en los coros, el coro Manor en los segundos coros y a Vivian Stanshall como maestra de ceremonias.

Entre las muchas singularidades que incluye el disco figura la que encontramos en su ‘Cara B’, la cual tenía como elemento principal el fragmento del ‘hombre de las cavernas’, la única parte donde se escuchan los tambores de Broughton, y una extraña secuencia de gritos.

Estos gritos se debieron al enfado que sentía Oldfield por la insistencia de Branson de incluir voces en el disco. En un momento determinado, el músico le gritó «¡Quieres letras! ¡Te daré una letra!» y, tras beberse una botella de whisky Jameson, gritó durante 10 minutos ante el micrófono.

El ingeniero, más tarde, aceleró la grabación, lo que redujo el tono de voz, y todo ello se tradujo en los créditos titulados el ‘Hombre de Piltdown’.

‘Tubular Bells’ vendió 2.630.000 copias en Gran Bretaña y se mantuvo en la cima de las listas de los Estados Unidos durante meses. Continuó vendiendo más de 17 millones de copias en todo el mundo, ganando un Grammy en 1974 como Mejor Composición Musical y a ello se añaden los 18 millones de streams.

La icónica obra de arte de la portada del álbum fue hecha por Trevor Key, el cual se inspiró en el desastroso estado en el que quedaron las campanas tubulares tras finalizar las sesiones de grabación.

‘Tubular Bells’ en clave documental

Con motivo de su 50º aniversario, las pantallas también acogerán un documental en formato 4K que ha sido dirigido por Matt Hargreaves y que recoge un concierto que se celebró en 2021 y que incluía danza y acrobacias.

Dicho evento se celebró en el Royal Festival Hall de Londres y a pesar de que Oldfield no quiso involucrarse inicialmente, le sedujo la idea de que su obra sirviera como soporte a números de danza.

‘Tubular Bells, 50 aniversario’ cuenta con testimonios de los productores y músicos que participaron en dicho espectáculo y nos descubre las dificultades que conllevó su puesta en marcha.

Ejemplo de ello son las secuencias que recogen los puntos de desacuerdo entre el director de la orquesta –Robin Smith– y el director de la coreografía –Yaron Lifschitz–. El prestigioso actor británico Bill Nighy aportó su voz en la narración.