Durante el año se multiplican los grandes eventos musicales, deportivos o de otra índole. Siempre avalados por las administraciones locales, ávidas de hacerse publicidad, la digitalización cambió el sistema de venta de entradas y esto da pie a la irrupción de nuevos agentes listos para hacerse del nuevo nicho de mercado.

Como todo en el ámbito de Consumo, recorre sinuosos caminos desde el promotor del evento hasta el comprador final, ya que, generalmente, la organizadora del evento subcontrata la gestion de las entradas en intermediarios que hoy se conocen como “ticketeras”.

Algunas recomendaciones básicas para evitar o paliar inconvenientes económicos:

- Lo mejor es comprar a través de las webs oficiales y leer las condiciones de compra y los términos consiguientes ante posibles cancelaciones del evento o del propio comprador (opciones de devolución y /o reventa).

- En caso de comprarlas en reventa, asegurarse de que sea también a través de páginas oficiales que permitan esa opción, evitando otras webs que podrían ser fraudulentas. En algunos casos, los usuarios pueden acceder a la venta anticipada si se tiene cuenta en algún banco, si se dispone de alguna tarjeta o si se está registrado en la web.

- Hay que pagar con seguridad, con la tarjeta de crédito/débito a través de la pasarela de pago de tu banco y revisar la autorización de compra antes de finalizarla. También asegurarse de recibir el correo de confirmación, donde se incluya la referencia de compra, fecha, lugar y entradas (ya sean en pdf, para imprimir o llevar en el móvil o QR de acceso).

Es importante saber que, cuando se compra la entrada, se está firmando un contrato a tres bandas: con quien te la vende y con quien organiza el evento que ha autorizado a esa ticketera a vender esas entradas.