IñIGO GARCÍA ODIAGA
ARQUITECTURA

Autopista peatonal

El estudio holandés MVRDV ha convertido un antiguo carril elevado de la autopista de entrada de Seúl en una pasarela peatonal cubierta de vegetación y que permite a los transeúntes realizar una ruta kilométrica separada del tráfico. El antiguo nudo viario de 983 metros de largo resolvía en un tramo de la carretera una incorporación de los años 70, que había quedado destinada a la demolición.

MVRDV ha transformado el carril de autopista obsoleto en un jardín con más de 24.000 árboles, arbustos y flores en macetas cilíndricas de hormigón, que son las que estructuran todo el paseo. La pasarela ha sido bautizada con el nombre de Seoullo 7017, que puede traducirse como la “calle de Seúl”, un nombre que alude tanto al pasado de la construcción original de 1970, como a las obras de renovación llevadas a cabo en 2017.

Esta transformación ha sido ejecutada en la parte superior de la estación ferroviaria central de Seúl para conectar el mercado de Namdaemun con el centro de la ciudad y con los vecindarios de Malli-dong, Jungnim-dong y Cheongpa-dong. El viaducto peatonal, junto a la renovación de la propia estación principal, es el primer paso para hacer que la ciudad, y especialmente el distrito de la estación central, sean más verdes, más amigables y más atractivos. Se conectan todos los espacios verdes que existían de forma dispersa, dándoles continuidad y formalizando así un área más amplia. Una red de puentes y escaleras de hormigón enlazan la estructura original de acero, que discurre a unos 16 metros de altura, con los hoteles, tiendas y galerías comerciales en pisos altos.

Además, se han previsto otras conexiones con el nivel de la calle para dar continuidad a este nuevo eje con los jardines dispersos por el área.

Se espera también que el parque sirva como un “vivero urbano”, de modo que plantas y árboles crecidos en Seoullo puedan ser en un futuro trasplantados a otros distritos de la ciudad, en una especie de manifiesto mediante el cual se produce la expansión de lo verde hacia el resto de la urbe. Los arbustos y flores crecerán en 645 macetas, alojando alrededor de 228 especies y subespecies.

Las líneas de iluminación led azul, que rodean los contenedores cilíndricos de hormigón, iluminan la pasarela por la noche con el objetivo de ofrecer un fuerte contraste en relación a las luces a nivel del suelo de color amarillo que caracterizan la iluminación del tráfico en las calles. Esta trama lumínica permite su adaptación y modificación de forma electrónica, por lo que se adaptará a diferentes eventos y festivales.

Ecos de una reconversión en Nueva York. Esta intervención en Corea del Sur recuerda a la ya mítica reconversión del High Line ferroviario en parque, que James Corner Field Operations y los arquitectos Diller Scofidio + Renfro crearon en Nueva York. La intervención de Seúl, al igual que la de Manhattan, centra todos sus esfuerzos en transformar el viaducto existente en un jardín público, superponiendo una matriz de flora, en este caso autóctona coreana, sobre la estructura de acero y hormigón. La pregunta sería: ¿Cómo transformar una carretera de los años 70 y cambiar la vida cotidiana de miles de personas que atraviesan el centro de la ciudad todos los días? El proyecto se comprometió con esta necesidad de cambiar la infraestructura olvidada y convertirla en un símbolo verde que se erigiera como un catalizador capaz de llevar a la capital surcoreana hacia un futuro más sostenible. El parque lineal fue diseñado como una colección de pequeños jardines, cada uno con su propia composición, perfume, color e identidad. El paisaje cambiará de acuerdo con las estaciones. Los colores brillantes de las hojas de la familia de arces serán los protagonistas en otoño, la floración de los cerezos y el rododendro en primavera, las coníferas de hoja perenne en invierno y los arbustos y árboles que dan fruto en verano.

Estructuras adicionales de escaleras, ascensores y escaleras mecánicas, así como nuevos jardines “satélite”, se conectarán a esta infraestructura verde en el futuro, brotando como ramas de los vuelos estructurales existentes. Estas extensiones pueden inspirar más adiciones a la vegetación del área y conectarán el Seoullo 7017 a su entorno tanto física como visualmente a través de nuevos nexos con cada uno de los barrios circundantes.

Este sistema contribuye además a mejorar la experiencia de los usuarios, potenciando el parque con actividades que involucran a la ciudad a nivel cultural y comercial. Múltiples escaleras, ascensores, puentes y escaleras mecánicas conectan la metrópoli al nuevo parque, llevando el tejido urbano adyacente por encima del tráfico, convirtiendo a los transeúntes en verdaderos protagonistas del lugar. De forma conjunta el ayuntamiento, las ONG locales, los equipos de paisajismo y los arquitectos se han implicado bajo la idea de un nuevo futuro urbano que recicla las estructuras del pasado, incluso las más contaminantes, para convertirlas en un símbolo de la transformación de la ciudad, y es ahí donde reside su verdadero potencial y significado.