El tejido cultural es sintomático del estado de salud de una sociedad. El grado de relevancia que se le otorga desde las instituciones y mediante las maneras de gestión pública, influye a su vez en la valoración que la ciudadanía hace de este. Por tanto, la responsabilidad sobre una oferta cultural de calidad no pertenece únicamente a los órganos gestores, también nuestras formas de consumo y nuestra capacidad crítica deben asumir un rol decisivo en el devenir del entorno cultural. No es la primera vez que en esta página alabamos el trabajo con las nuevas generaciones de artistas, pues representan el futuro de la creación y es casi obligado un acompañamiento en el abismo al que se enfrentan en su camino hacia la profesionalización. Valorar lo preciado de estos talentos nos ayuda a trabajar por un futuro en el que la cultura escape a la espectacularización gratuita y al ocio vacuo sin ningún anhelo de trascendencia. Empujemos pues desde nuestra posición (por muy pequeña que creamos que esta sea) hacia la consecución de un escenario, sin duda tan necesario como sugerente.

La Diputación de Bizkaia presentó el pasado junio en la Sala Rekalde de Bilbo la edición número 35 de Ertibil Bizkaia, que premia a artistas menores de 35 años. Una quincena de trabajos han sido seleccionados de un total de 83 propuestas que podrán ser visitadas en la céntrica galería hasta el 10 de setiembre. Su condición de itinerante nos brindará nuevas oportunidades para el disfrute de este compendio, pues se trasladará a las localidades de Lekeitio, Leioa, Basauri, Bermeo y Barakaldo, en una labor de expansión del contenido de la muestra más allá de la capital.

En el espacio expositivo, las primeras piezas corresponden respectivamente al primer, segundo y tercer premio, para después dar paso al resto del elenco seleccionado. La propia arquitectura de la sala parece reservar un lugar independiente para cada uno de los proyectos, brindándonos una exposición que aunque colectiva se presenta bien diferenciada. Tremendamente recomendable el resultado de esta edición, compuesto por una gran variedad de disciplinas que nos permiten augurar un terreno fértil con muchos años de vida por delante.

“Out of the loop” es el título de la propuesta que alberga el Centro Cultural Montehermoso de Gasteiz. También hasta el 10 de setiembre, es el resultado de la convocatoria que la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU realiza junto al centro gasteiztarra. Luz Estefanía, Estela Miguel, Javier Rodríguez, Álvaro Talavera, Eriz Moreno y Uxue Ruiz de Arkaute consiguen, cada cual desde su propio espacio creativo, incidir en la poética del margen y en la cotidianidad como una resistencia política que se cultiva a través de pequeños gestos diarios.

Cerámica, pintura, vídeo, instalación y escultura son las principales materializaciones de sus proyectos, aunque, sin duda, las relaciones tanto visuales como conceptuales que se dan entre ellos son el verdadero aliciente para su visita. Salirse de la órbita es entonces una cuestión actitudinal que el arte parece condenado a reivindicar. Entender y proponer otras maneras de ver, sentir y vivir es con mucho el mejor de los caminos para garantizar otros mundos posibles.