TERESA MOLERES
SORBURUA

Árbol del pan

E l árbol del pan (Artocarpus altilis) es famoso por sus propiedades alimenticias, sus dimensiones y sus frutos, así como por su historia ligada al motín de la fragata inglesa HMS Bounty. Era el leit motiv de la película “Rebelión a bordo”, rodada en 1962 por Lewis Milestone y protagonizada por Marlon Brando, cuyo argumento arranca cuando los primeros navegantes europeos descubren que en las islas de la Polinesia sus gentes se alimentan del fruto del pan. Todavía hoy en día cada familia posee un árbol para su degustación. En el siglo XVIII, los estados esclavistas en plena expansión decidieron plantar esta especie en sus colonias para abastecer a la población de esclavos africanos que habían trasladado a sus plantaciones de Jamaica. En el primer viaje del Bounty, la dureza del capitán Blight contra la tripulación hizo que estos se amotinaran y tiraran al mar todas las plantas de árbol del pan. Sin embargo, en un segundo viaje el mismo capitán llevó su cargamento a salvo hasta las Antillas. Hoy su cultivo se ha extendido hasta el norte de Australia y Florida.

Esta especie es alta, llegando a alcanzar hasta 21 metros; sus hojas perennes tienen entre 15 y 60 centímetros y el fruto ovalado, verde oscuro o verde amarillento, puede llegar a pesar hasta seis kilogramos. Tiene una textura suave y carnosa de color amarillo claro y le van bien las temperaturas de 21 a 32 grados, propias de las regiones ecuatoriales o tropicales. Puede soportar terrenos salinos, siempre que no estén encharcados.

Los frutos del pan se consumen crudos cuando están maduros. Antes de su maduración, se extrae una harina rica en almidón y azúcar para hacer purés o pasteles, en un uso similar al que nosotros podemos dar a las patatas. Su fruto es rico en carbohidratos, proteínas, fibras, vitaminas y minerales, y sus hojas se han venido utilizando en medicina contra la ciática y para bajar la presión sanguínea, además de contra afecciones de la piel. Con su látex se fabrica el chicle. Sin embargo, en la Polinesia el consumo de su fruto como alimento va disminuyendo en beneficio de otros productos de la dieta global. Desde 2006, programas gubernamentales asociados con los agricultores tratan de preservar e incrementar la plantación de árbol del pan como patrimonio mundial vegetal.