IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Capas

Desde estas líneas, solemos proponer una visión crítica de las diferentes caras del arte contemporáneo. Tanto la disposición formal como el análisis de la línea más conceptual son los dos elementos básicos que proponemos como primera herramienta. Añadido a esto, es conveniente tener en cuenta desde la institución que propone la muestra, hasta la procedencia de la pieza o la fecha de su ejecución. Si bien es prácticamente imposible tener todos estos datos (y muchos más) controlados cada vez, son capas que nos ayudan a leer desde diferentes puntos de vista.

No es imprescindible manejar todos los elementos posibles para disfrutar de una exposición y nunca debemos menospreciar las sensaciones más irracionales que nos provoca una obra de la que no tenemos ningún otro dato. En ocasiones, la visita merece ser repetida, respirada desde otro momento y entendida con el bagaje que nos da habernos enfrentado a ella anteriormente. Desgranar un proyecto expositivo nos aporta un aprendizaje que forma el poso de nuestra experiencia, igual que cuando encontramos la edad ideal para disfrutar de un libro que hace tiempo nos espera en la estantería o el momento exacto para ver una película concreta.

El pasado 24 de octubre se inauguró en la sala Fundación Vital, situada en la Calle Postas de Gasteiz, la nueva exposición de Xabier Egaña (Getxo, 1943). “La vida no basta” es un proyecto retrospectivo que alberga gran parte de la producción del veterano artista. Más de sesenta piezas componen la colección que cuenta con diversas disciplinas. Pinturas, dibujos, esculturas o los libros de artista son parte de la selección que recoge más de 50 años dedicados a las artes plásticas. La organización del recorrido se divide en varias etapas que respetan fases de su vida creativa en orden cronológico y se puede construir un relato en torno a las emociones que la componen como a las técnicas y materiales utilizados.

Es inevitable relacionar la figura de Egaña con la pintura mural y la temática religiosa. Entre su legado destacan, sin lugar a dudas, los murales del camarín de la Virgen del Santuario de Arantzazu, el muro conmemorativo a Salbatore Mitxelena en Zarautz o la espectacular iglesia de Andetxa en Araba. Como no podría ser de otra manera, su trayectoria muralística se verá reflejada también en la galería pero de una manera viva. Hasta el 1 de diciembre que se extiende la posibilidad de visitar “La vida no basta”, cada fin de semana el propio Egaña estará pintando en directo para todo aquel que quiera ver de cerca el desempeño de su oficio.

El 30 aniversario de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia es el marco en donde se desarrolla “El Arte Fantástico de Roland Topor”. La sala Kutxa, situada en la cuarta planta del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera, acoge la interesante trayectoria del artista francés hasta el 8 de diciembre. Roland Topor (París, 1938-1997) fue un prolífico creador que se desenvolvió entre el dibujo, el cine, la escritura y la ilustración. Junto a Alejandro Jodorowsky y el filósofo Fernando Arrabal formó el Grupo Pánico a principios de los años 60. Muy cercanos en su fundación a los últimos surrealistas, cultivaron la expresión artística más cercana al teatro o a la performance. El desarrollo gráfico de Topor se ensarta firmemente en aquellos postulados. Un gran número de litografías de pequeño y gran formato, acompañadas en menor medida de xilografías y linograbados, revelan un trabajo ligado al cuerpo y cercano a la mueca o al gesto facial. La irreverencia y la aparición constante de elementos sexuales impregnan las diferentes series que tenemos a nuestra disposición.