TERESA MOLERES
SORBURUA

Buenos reflejos ante las heladas

Los manzanos, perales, cerezas y ciruelos resisten perfectamente el hielo. Los arbustos con buenas raíces también pueden pasar el invierno al exterior. Sin embargo, las raíces finas de los arboles jóvenes plantados en tiesto durante una helada prolongada se pueden congelar. Si el frío se prolonga, hay que disponer las plantas sobre un escalón aislado del suelo o colocar los tiestos en otros más grandes, rellenando el espacio entre los dos con periódicos retorcidos o paja. Al exterior, los riesgos se minimizan protegiendo las plantas de las corrientes de aire agravadas por las heladas. Acercar las plantas a los muros de la casa. Cubrir y envolver todo el conjunto de ramas con un cono de paja, o corta vientos de brezos o plástico. Y retirarlos tan pronto como la temperatura suba. Si especies de hoja persistente necesitan traslado al interior, el nuevo lugar tendrá que tener luz natural.

Ahora no es época de podar ni cortar nada. Esperaremos hasta el arranque de la vegetación en primavera para podar y entonces lo haremos después de estudiar los desperfectos ocasionados por el frío.

Las nevadas también tienen sus riesgos. La nieve sobre el suelo es beneficiosa, protege y evita que la tierra se enfríe demasiado. Sin embargo, sobre las hojas y ramas de las coníferas de madera frágil puede romperlas. Así que en los lugares de nevadas frecuentes es mejor atar las ramas al tronco central con una cuerda desde la base y en espiral hasta la copa. Si los copos se posan sobre las hojas persistentes, con una ligera sacudida o cepillado será suficiente.

En cuanto a los cítricos en tiesto, recordar que son frioleros y les gusta hibernar en un lugar con al menos ocho horas de luz diaria. Los riegos se adaptan a las condiciones lumínicas. Con más luz, la actividad de las hojas es mayor y, por consiguiente, habrá más necesidad de agua. La sequedad debilita las plantas y las hace sensibles al ataque de cochinillas. Si los tiestos con agrumos deben seguir a la intemperie, hay que protegerlos con plástico de bolas y el follaje, con tela de invierno.

Las plantas no deben estar tapadas con tela de invierno toda la temporada. Se vuelven más sensibles al frío tardío. Es preferible colocar la tela protectora cuando la meteorología anuncie olas de frío y levantarla cuando mejore el tiempo.