Sedum, frugales y fáciles

Cuando un jardín tiene un suelo de poco espesor, cuando se quieren flores en las ranuras que forman las piedras de las tapias o en un jardín de rocalla, es inteligente escoger una planta frugal como los sedum. Sus hojas carnosas confirman su gran resistencia a la falta de agua y, entre los cientos de variedades con las que contamos, tenemos:
Sedum makinoi: rastrera de hojas pequeñas que florece en verano y se utiliza en los jardines de rocalla y minimalistas. No necesita ni poda ni fertilizante mientras que se riega solo en periodos de sequía.
S. rubrotinctum: planta rastrera con hojas carnosas y flores amarillas en primavera. Necesita una situación soleada y es inmejorable en macetas.
S. kamatschaticum: cobertora del suelo no invasiva que cuenta con flores amarillas de larga duración durante el verano y requiere poca atención. Apropiada para acompañar a las flores en tiestos y jardineras.
S. sieboldii: nativa de Japón, de porte colgante, grandes tallos que pueden medir un metro, hojas de color gris azulado redondas y con los bordes dentados y rojizos. Florece en otoño con flores en corimbos rosas. Se utiliza en macetas colgantes y para cubrir pendientes rocosas.
“Vera Jameson” es otro sedum interesante y lleva el nombre de la jardinera que lo descubrió en su jardín inglés en 1970. Probablemente, es un cruce natural entre un sedum rubí y otro atropurpúrea. Mide entre 23 y 30 cms y tiene hojas carnosas que salen en grandes ramilletes. Es un sedum extraordinario por sus tallos color burdeos y flores otoñales rosa apagado. Añade color a los macizos, de fácil cultivo y además atrae a las mariposas. Le van bien los suelos secos y soporta la sequedad. Se utiliza en los jardines de rocalla y bordes delanteros del jardín, mejor plantados en grupos para que formen una gran y atractiva mancha de color.
En general, los sedum se multiplican por esqueje en mayo o junio. Comenzar por cortar los ápices de los tallos unos 8 ó 10 cms, quitar las hojas de la parte baja en 3 cms. Esta parte hay que dejarla secar para que la herida cicatrice, luego solo queda plantarla en una mezcla de arena y turba. En tiesto o contenedor, se trasplantan cuando las raíces han invadido todo el espacio. Cortar las raíces estropeadas con tijeras esterilizadas con una llama.
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