Jone Buruzko
IRUDITAN

Monos

Un hombre alimenta a unos monos langur en Pushkar, en el estado desértico de Rajasthan, situado en India. Allí son considerados monos sagrados por ser la encarnación del dios Janumán, que en la mitología hinduista es precisamente un dios mono. Quizás por eso, en determinadas festividades, a estos ejemplares de cara negra y cuerpo estilizado hasta se les alimenta con golosinas. Además, aunque su hábitat natural sean la selva y las sabanas arboladas, a estos ejemplares se les permite moverse a sus anchas en pequeños núcleos urbanos. Por aquí cerca ocurre todo lo contrario, más que nada porque los racistas utilizan su figura, sus gestos y hasta los deliciosos y nutritivos plátanos para insultar a los que no tienen su color. No podían haber elegido peor. Aseguran los científicos que, aunque los humanos modernos no evolucionamos de los chimpancés, compartimos un ancestro común con ellos, por lo que los expertos consideran a estos primates nuestros primos hermanos. Pero de eso no se han debido de enterar en algunos campos de fútbol. Los monos son muy sociables y acostumbran a vivir en manadas bastante numerosas. Juguetones y cariñosos, sonríen, se dan besos, abrazos y palmadas. Son ágiles y preciosos. ¿Será envidia?