Xandra  Romero
Nutricionista
SALUD

Hipocresía social, alcohol y cáncer

Los hábitos de nuestra sociedad han estado históricamente ligados a grandes ingestas de comida y al consumo de alcohol. Qué decir de la costumbre de potear en los bares, pero la dietista-nutricionista de 7K alerta de las graves consecuencias que tiene consumir bebidas alcohólicas.

(Getty)

Uno de los buenos propósitos para este 2025 sería reducir, o mejor, evitar el consumo de alcohol. Algunos pensarán que es muy radical esta postura, otros pensarán que incluso profesionales médicos y de otros ámbitos de la salud recomiendan el dudoso “consumo moderado” de algunas bebidas alcohólicas, puesto que supuestamente tiene ciertos beneficios…

A decir verdad, cuando uno deja de consumir alcohol, los juicios ajenos son increíbles… y me resulta muy hipócrita que como sociedad estemos obsesionados con “cuidarnos” cada vez más, con el salutismo alimentario y el general y, sin embargo, nos mofemos y critiquemos a los que deciden no consumir alcohol que, por cierto, recordemos que se define como aquella bebida que contiene etanol, una sustancia psicoactiva y tóxica, es decir, una droga, aunque legal.

En este contexto y a principios de este recién estrenado año, el director general de Sanidad de Estados Unidos dijo que cualquier bebida alcohólica, incluido cualquier patrón de consumo de alcohol (incluso leve o el falso consumo moderado), eleva el riesgo de cáncer de mama, colon, esófago, hígado, boca, garganta y laringe, y que debería haber una etiqueta de advertencia de salud en las bebidas alcohólicas.

El Dr. Vivek Murphy siguió explicando cómo después del tabaco y las enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la mala alimentación y exceso de adiposidad, el alcohol es la tercera causa de cáncer en EEUU. Pero no creamos que estamos lejos, porque el consumo de alcohol de leve a moderado causa 23.000 cánceres anuales en Europa.

En su comunicado, Murphy también advertía del creciente incremento de cáncer de mama relacionado con el consumo de alcohol (1 de cada 6 cánceres de mama, nada menos). Aunque a muchos les moleste leerlo, el alcohol es un carcinógeno probado (con evidencia científica robusta) y, en 2019, el 4,4% de los cánceres diagnosticados en el mundo y 401.000 muertes por cáncer se atribuyeron al consumo de alcohol, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por eso, de nada sirve que nuestros propósitos sean cuidar más nuestra alimentación o hacer más ejercicio si seguimos normalizando cualquier consumo de alcohol. Para ello quizá podamos empezar a cuestionarnos por qué o para qué bebemos, y recordar que, como otras tantas cosas, si usamos el alcohol para algo, ya estamos abusando de él.