Lucas Egibar compareció ayer en Donostia con su tabla, la medalla y el Globo de Cristal, el trofeo que se asigna a los ganadores de la Copa del Mundo en los deportes de invierno y con el que posó junto a La Concha.

El pasado sábado, en la estación gerundense de La Molina, se proclamó campeón de la Copa del Mundo de boardercross y el domingo ganó el oro en el Campeonato de España. Un día después, el de Igeldo regresaba a casa para contar sus impresiones en una comparecencia organizada por Basque Team.

«Cada vez me siento más a gusto haciendo snowboard y logrando mejores resultados, así que lo que me planteo para la temporada que viene es intentar ir a por el segundo Globo de Cristal, ya que para los Juegos Olímpicos faltan tres años largos y queda mucho que entrenar y mucho que aprender».

A sus 21 años el rider de Igeldo mantiene una progresión espectacular. En 2013 fue campeón del mundo junior y se subió por primera vez a un podio en la Copa del Mundo. En 2014 fue segundo en una prueba de la Copa y terminó séptimo en los Juegos Olímpicos de Sochi. El guipuzcoano explicó que «hace un año apenas hicimos doce días de pretemporada, pero esta nos hemos preparado muchísimo mejor, y obviamente cuando hay más entrenamientos los resultados son mejores», señaló.

Alta tensión

En esta especialidad vertiginosa en la que cualquier toque puede provocar caídas e influir en los resultados, Egibar también recordó la tensión vivida en la última semana y las dificultades en la prueba que cerraba el calendario a la que llegó como líder tras su gran actuación en Veyssonaz (Suiza) y en la que le bastaron los puntos de un noveno puesto en la final para proclamarse campeón.

«Ahora me siento aliviado, porque la última semana ha sido bastante estresante, no paraba de pensar en lo que tenía que hacer para conseguir el triunfo, y luego en la competición nos adaptamos a la nieve, la pista estaba muy lenta y desde el primer momento me encontré un tanto incómodo y quizás la elección de la tabla no fue la idónea». Aún así ganó.