Hamilton domina de principio a fin
Con una buena gestión de carrera, el piloto británico se impone en Shanghai, escenario de la lucha cerrada entre Mercedes y Ferrari.

Intratable y eficaz a la hora de gestionar las prestaciones de su monoplaza, Lewis Hamilton hizo valer su pole position y dominó de principio a fin la carrera en el circuito de Shanghai, consiguiendo subirse a lo más alto del cajón por segunda vez después de haberse disputado tres grandes premios. El piloto inglés lideró con solvencia una prueba que volvió a convertirse en una lucha cerrada entre Mercedes y Ferrari, lo que parece va a ser la tónica de la temporada.
La emoción e incertidumbre solo aguantó el primer tercio de carrera, mientras ambas escuderías calzaron neumáticos blandos y un ambicioso Raikkonen –ganó dos posiciones en la salida, pasando de la sexta a la cuarta plaza– apretó desde atrás. Sin embargo, Hamilton supo jugar muy bien sus cartas, reservándose cuando lo creyó conveniente para sus intereses y acelerando en el momento en que fue necesario.
Con gomas duras, la escudería alemana se mostró inflexible ante la del caballito rampante. Mucho tendrán que cambiar las circunstancias para que el británico no vuelva a repetir título en el mundial de pilotos tras su éxito del ejercicio pasado. Desde el banderazo de salida, las cosas ya quedaron claras, con un Hamilton que no se dejó sorprender en un inicio muy limpio, sin frenazos ni toques, y con el ya mencionado Raikkonen como principal beneficiado.
Los peores parados de ese diáfano comienzo fueron los Red Bull, especialmente Daniel Ricciardo, con problemas en su vehículo. Posteriormente los tendría Daniil Kvyat, que acabaría abandonando, aunque no sería el único. El primer cambio de ruedas –más de un equipo jugó a la estrategia, montando diferentes cauchos dependiendo de uno u otro piloto– y el frenético ritmo que imprimieron los Ferrari hizo pensar en un incierto desenlace final.
Ayudó a ello el que, mediada la prueba, Hamilton levantase el pie del acelerador, lo que puso en serio riesgo la segunda plaza de su compañero de escudería, Nico Rosberg, quien salvó su privilegiada posición tras el segundo paso por el pit lane. Incluso los responsables de la escudería germana advirtieron de ello al inglés, que volvió a marcar los mejores giros. A partir de ahí, literalmente ya todo fue sobre ruedas para el bicampeón mundial, cuya primera posición no peligró en ningún momento.
«Safety car»
Vista la poca intriga que desprendía la cabeza de carrera, el espectáculo estuvo en los particulares duelos que se produjeron en la parte de atrás. Especial interés desplegó la lucha entre Button y Maldonado, que acabó de manera desafortunada para el venezolano. A falta de siete vueltas para el final, los constantes adelantamientos entre uno y otro derivaron en que el británico acabase tocando al sudamericano, lo que luego supuso su abandono.
Tampoco Max Verstappen finalizó la prueba. Su Toro Rosso se averió a dos giros de la conclusión, por lo que fue necesaria la entrada del Safety car, lo que deslució en parte la entrada de Hamilton bajo la bandera de cuadros, en lo que supuso la trigesimoquinta victoria parcial del piloto inglés. Y no parece que vaya a ser la última.

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