De repente, los mercados se han acordado de que Grecia existe. El Ibex y el Dax alemán lo sintieron con especial virulencia y sufrieron severos recortes. Ha bastado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) rechace la demora en el pago de la deuda –en mayo son unos 796 millones de dólares– y que la agencia S&P rebajara el miécoles la calificación crediticia, tras haberlo hecho antes Fitch, para que los inversores pisen el freno. El mejor botón de muestra del cambio sugerido de escenario son los bonos griegos a dos años emitidos en julio de 2014, que dipararon el interés hasta el 28%.

Un buen número de analistas ha pasado de ver el problema en vías de solución, a verlo en el inicio de un callejón sin salida. Además, los continuos avisos de Alemania para que Atenas acate todas las exigencias contenidas en el rescate no ayudan a la tranquilidad de las bolsas. Este repunte del miedo al fracaso de las negociaciones se trasladó también a la prima de riesgo del Estado español y la subasta del Tesoro en forma de subidas moderadas.

Por otro lado, la tentación de tomar plusvalías era grande, dado el camino alcista de este mes de abril y las pocas sesiones en rojo. El Ibex se descolgó un 1,42%, hasta los 11.611,70 puntos. Fráncfort cayó un 1,90%, París, un 0,57%, y Londres, un 0,51%. En el Ibex, todos los grandes cerraron con pérdidas. El más castigado fue BBVA (-2,36%), mientras que Santander, Inditex e Iberdrola bajaron más de un 1,20%. Todavía peor lo hicieron Gamesa (-3,24%), Popular (-2,56%), ArcelorMittal (-2,43%) y FCC (-2,43%). Por el contrario, Técnicas Reunidas (+1,22%) fue el mejor del día.

En París, Renault (+2,04%) encabezó a los ganadores, al tiempo que Crédit Agricole (-2,99%) sufría la mayor caída.