Alegría y decepción para que todo continúe igual
Ni la victoria rojilla, casi cuatro meses después, ni la derrota babazorra, tras seis encuentros consecutivos venciendo en Mendizorrotza, les acercan o alejan de sus objetivos, para los que tendrán que luchar a tope.

Suele decirse que alegrías y decepciones van por barrios. Si en los últimos tiempos era el Alavés nuestro representante en la categoría de plata que más satisfacciones estaba ofreciendo, anteayer le tocó paladear el amargo sabor de la derrota, algo inusual en su estadio, donde llevaba tres meses venciendo sin mácula. En cambio, Osasuna, que acumulaba una preocupante racha de doce jornadas seguidas sin ganar, volvió a la senda del triunfo, no sin una considerable dosis de sufrimiento.
Tan contrapuestos resultados, sin embargo, no ocultan una realidad evidente, y es que todo prácticamente sigue igual. La escuadra babazorra continúa disponiendo de sus opciones para luchar por esa ansiada sexta plaza que daría lugar a la disputa del play off de ascenso y la rojilla, que volvió a caer a los puestos de la quema tras la victoria del Sabadell sobre el Racing, es consciente de que su victoria ante el Albacete solo ha sido un peldaño de la larga escalera que le queda por subir si quiere mantenerse en Segunda.
Aunque no ofrecieron un juego tan esperanzador como el que mostraron frente a Sporting y Numancia, los de José Manuel Mateo fueron prácticos, que es lo que vale a estas alturas de temporada. Las florituras quedaron en el vestuario y el post partido, a modo de exorcismo colectivo, demostró cuánto de necesario era el triunfo para reforzar la moral de la tropa.
Ver a la conclusición del choque a Roberto Torres y José García acercarse hasta la hinchada de Graderío Sur para cantar y abrazarse con ella da una idea de la válvula de escape a todas las emociones que supuso doblegar a un rival que tuvo contra las cuerdas a los navarros en alguna de las fases del envite. En todo caso, de nada servirá esta victoria si no se interpreta como un trampolín para seguir encadenando los resultados necesarios de cara a salir de la tan complicada situación del equipo, que le llevaría irremisiblemente a la desaparición del club.
Elevado nivel
Bastante menor dramatismo envuelve al Alavés, aunque no es menos cierto que los de Alberto López acabaron desencantados por no recoger los frutos a su gran trabajo ante el líder. La eficacia rematadora marcó el devenir de un enfrentamiento en el que los albiazules merecieron mejor suerte, pero del que seguro que también supieron extraer conclusiones.
Pese a la derrota, la mejor noticia para el Glorioso es que prorroga su elevado nivel futbolístico y, de seguir así, una nueva alegría podría darse en el atractivo desplazamiento a Soria.

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