Tras dos primeras semanas marcadas por las caídas y los golpes, que han puesto emoción en cada etapa, Alberto Contador despejó ayer su camino a la victoria final del Giro con una fantástica contrarreloj en la que dejó a Fabio Aru a 2:28 en la general, Richie Porte se hundió en una nefasta crono en la que se dejó más de cuatro minutos y el costarricense Andrey Amador se postuló como el hombre fuerte de Movistar para la general. Entre los vascos, Ion Izagirre, decimoséptimo, fue el mejor y subió dos puestos en la general, mientras que Mikel Landa, doblado por Contador a los 37 minutos de carrera, no escapó del mal día del Astana.

En una jornada marcada por la intensa lluvia que cayó, la victoria de etapa fue para un enorme Vasil Kiryenka, que partió cuando diluviaba a mares y no dejó de hacerlo durante toda la prueba, lo que obligó a los ciclistas a tomar algunas precauciones, sobre todo al final.

Las dudas en torno a la respuesta de Contador tras el golpe de la víspera y sus molestias en el hombro –le hicieron algunas modificaciones en la cabra para mantener una postura cómoda– se disiparon enseguida y en el primer control de tiempo intermedio –colocado en el kilómetro 17,5– ya aventajaba en 48 segundos a Fabio Aru, que partía con la maglia rosa. El de Pinto fue a más según avanzaron los kilómetros e incluso soñó con el triunfo parcial.