«¿Que si estamos de vuelta? No me quiero precipitar, pero me encuentro mejor». Se encuentra mejor y con eso, por ahora, le vale. Dice él que su mascota es una hormiga, porque es el animal más laborioso de la Tierra. Y dicen que él que es como un gato, porque tiene siete vidas. Y siempre con una sonrisa, su tarjeta de presentación. A las duras y, como ayer, a las maduras. Marc Márquez decidió regresar al pasado y recuperar su viejo chasis de 2014, desechar el nuevo y a partir de ahí mirar al futuro, devolviéndole a lo más alto del podio aprovechando un circuito que siempre se le ha dado bien, el alemán de Sachsenring, en donde sumó su segunda victoria de la temporada, caballito para festejarlo incluido.

Márquez salió primero y no dio opción a sus rivales, y es que después de unas primeras vueltas en las que marcó el ritmo un estratosférico Jorge Lorenzo, se puso al frente de la carrera y a ritmo de récord se marchó camino de la sexta victoria en la pista alemana. En Sachsenring el piloto de Repsol Honda ha ganado tanto en MotoGP los tres últimos años como antes en dos ocasiones en Moto2 y otra en los 125 c.c. y siempre saliendo desde el mejor lugar de salida.

Ahora, el catalán se sitúa a 65 puntos de distancia de Rossi, cuando todavía hay en juego 225 en los nueve grandes premios que restan. Nombre propio también para Jorge Lorenzo y su espectacular salida, para un Valentino Rossi que desde la sexta plaza y al término de la primera vuelta ya había dado buena cuenta tanto del colombiano Yonny Hernández, como del italiano Andrea Iannone. Lorenzo sería luego el primero en quedarse descolgado para acabar cuarto y Dani Pedrosa, a lo zorro, supo esperar el momento preciso para doblegar a todo un Valentino y escaparse lo justo para lograr la segunda plaza. Dicen que quien sale líder de Sachsenring se lleva el título. ¿La décima del ‘Campeonísimo’?

Por otro lado, el belga Xavier Simeon (Kalex) –primero de ese país en conseguirla desde 1983– logró su primera victoria en el mundial de motociclismo por delante del líder del mundial, el francés Johann Zarco (Kalex), en tanto el británico Danny Kent (Honda) no dejó lugar para la duda y mantuvo su hegemonía de manera incontestable en la más pequeña de las categorías del mundial al conseguir una clara y contundente victoria, la quinta de la temporada.

Llegan las vacaciones estivales, tres semanas en boxes hasta Indianápolis, el 9 de agosto.

Efrén Vázquez, segundo, asume que «si puedo ser subcampeón sería feliz»

«Kent y yo lo habíamos hablado y me dijo que intentaría tirar y escaparse y yo le dije que si se daba esa situación y estaba listo me enganchaba», reconoció Efrén Vázquez, feliz por su meritoria segunda plaza en Alemania. «Al final ha sido así, he conseguido una ventaja de tres segundos en cuatro vueltas, y luego me ha dejado descolgado, pero yo ya tenía suficiente renta por detrás, porque luego he rodado igual que ellos», añadió. Pero no fue nada fácil para el vizcaino como luego revelaba. «La verdad es que se me ha hecho muy cuesta arriba y el final hasta muy pesado, ya que conseguir una ventaja tan pronto no sé si me gusta, porque luego te recuperan de una tacada 3 ó 4 décimas y te pones muy nervioso ya que siempre había pensado que sería más sencillo», comentó el piloto de Rekalde.

No quiso arriesgar más de lo necesario. «Le pedí que me ayudase y le dije que si llegábamos a final de carrera juntos no le iba a adelantar, no me parecía ético después del favor que me hizo todo el fin de semana. Él me dijo que sí, lo que pasa es que pensé que en carrera iría más tranquilo y me podría enganchar a su rueda, pero él ha ido a su ritmo», desveló Efrén, quien sobre sus posibilidades en el Mundial asume que «si pensamos en ser primeros igual nos damos una hostia, porque si no pasa nada raro Kent no va a volver después del verano para hacer catorce y quince, así que si puedo ser subcampeón del mundo sería muy feliz».GARA