El empate a cero del sábado ante el Real Unión no hizo sino confirmar la dinámica de desacierto que lleva protagonizando la escuadra txuri urdin a lo largo de la presente pretemporada. Esta circunstancia no sería preocupante, de no ser porque supone la continuidad de una tendencia que ya se dio, aunque no en un grado tan extremo, al final de la pasada campaña.

Los de David Moyes solo han anotado una diana en este inicial tramo de preparación, un bagaje raquítico si se tiene en cuenta que, con la excepción del Celtic, se ha medido a rivales de inferior categoría. En Irun, el cuadro guipuzcoano volvió a evidenciar los problemas que tiene en los últimos metros para materializar las no demasiadas ocasiones que genera ante el marco rival.

Los datos contrastan con los cosechados en la pretemporada de hace un año. Por aquel entonces, la Real, que se midió a adversarios de similar nivel, llegó a marcar cinco tantos en sus primeros cuatro encuentros. Ganaron 0-2 al Tolosa, perdieron 3-1 contra el Ajax, empataron a un gol con el Feyenoord y ganaron por la mínima al Nijmegen.

«Seguir mejorando»

Sabido que lo de marcar suele ser consecuencia de rachas, la plantilla txuri urdin se agarra al mantra del trabajo diario para variar la estadística atacante. Así lo expusieron en el Stadium Gal futbolistas como Xabi Prieto, que regresó tras su operación, o Alberto de la Bella.

Los pupilos de Moyes no escondieron, en todo caso, que el objetivo de la plantilla es «seguir mejorando» en éste y otros apartados para que el conjunto realista gane en fiabilidad.